Sufrir un daño cerebral conlleva diversas secuelas. Es en casa y en la calle donde los pacientes se encuentran con los problemas ‘reales’, por eso los programas de rehabilitación de la Red Menni incluyen también actividades de entrenamiento para superar dificultades como los desplazamientos en el exterior, el manejo del dinero, etc.
Gemma Vinielles (terapeuta ocupacional) y Teresa Devis (fisioterapeuta) salen a menudo a ‘dar una vuelta’ con Lamberto P. Lamberto tiene afasia motora con una fluidez verbal disminuida y lleva en cabestrillo el brazo no afectado porque se le está aplicando una terapia por restricción, que consiste en inmovilizar el miembro ‘sano’ para promover el uso del afectado. Por supuesto, el paciente debe cumplir una serie de criterios para poder ser candidato a este tipo de terapia.
Problemas ‘reales’
Salir al exterior, desplazarse en la calle, cruzar la carretera forma parte del programa de rehabilitación de Lamberto. El objetivo de estas salidas es trabajar los desplazamientos (marcha) en un entorno normalizado, la comunicación y actividades de la vida diaria instrumental que impliquen el manejo del dinero, todo ello englobado por la participación social.
La actividad que puede verse en las fotos, en concreto, consistía en acudir a un bar, tomar algo, pedir un bocadillo para llevar y pagar. Elegimos el bar Da Vinci, muy cercano al Centro Sociosanitario Nª Sª del Carmen y al que además acuden muchos de nuestros usuarios y familiares. Hay que decir que se portaron de maravilla.
Para llegar al local Lamberto, acompañado de las terapeutas, realizó todas las acciones que ello conlleva: caminar hasta allí desde la Unidad de Daño Cerebral, entrar en el bar, ubicarse en él y dirigirse a un lugar y mesa concreta, pedir a la camarera, tomarlo, pagar, recoger el cambio, despedirse y regresar.
La mejor manera de practicar
No es en el Hospital sino en el entorno exterior donde se pone en práctica todo lo entrenado en la UDC, porque es ahí donde todas las áreas de los distintos profesionales que están interviniendo en la rehabilitación se unifican en forma de la tan buscada “funcionalidad”:
- logopedia, en cuanto a la comunicación
- fisioterapia, para la marcha, desplazamientos, etc.
- neuropsicología, atención, orientación, calcular el cambio, etc.
- terapia ocupacional, a nivel más analítico: el trabajo realizado con el brazo, el manejo del dinero, cómo desenvolverse de acuerdo al entorno en el que nos encontramos, las fases de interacción, etc.
En la calle, en las tiendas, en los bares, etc. es donde vamos a encontrarnos los posibles problemas reales y ahí es donde vamos a ver cómo reacciona cada persona y cuáles son las posibles soluciones. Planificamos este tipo de actividades porque, por supuesto, así se promueve la autonomía de la persona y su participación social.
Según Gemma Vinielles y Teresa Devis, realizar este tipo de actividades en la comunidad dentro del tratamiento es la mejor manera de llevar a la práctica lo entrenado y aprendido en ‘sala’, es decir, en la Unidad, “pues es aquí cuando nos encontramos con lo más real y donde los problemas más probables pueden surgir y donde hay que ver cómo resolverlos”.
Lamberto sufrió un ictus en enero de este año y está recibiendo tratamiento en nuestra UDC de Valencia desde febrero. Durante estos meses ha mejorado mucho, ya que es un gran trabajador y se implica muchísimo dentro de su proceso rehabilitador. También hay que decir que cuenta con un gran apoyo de su familia: mujer, dos hijos y una nieta encantadora, además de muchos buenos amigos con los que sigue relacionándose.
Entorno muy favorable y apetecible
Esta fue una salida muy agradable para las terapeutas y Lamberto lo hizo todo fenomenal pero no es el único paciente que se beneficia de este entrenamiento en el entorno exterior. Gracias al clima de Valencia y la proximidad del mar y del paseo marítimo, es frecuente ver a los usuarios de la UDC con sus terapeutas caminando por el paseo, aprendiendo a manejar sus sillas de ruedas eléctricas, etc.
Las terapeutas insisten en que es muy importante que los pacientes se “expongan” a este tipo de situaciones para no perder sus roles, para mantener el contacto con el entorno, un contexto comunitario, para que cojan confianza… “Cuanto antes lo hagan menos miedos van a desarrollar”, aseguran.