Un grupo de 13 pacientes, ocho hombres y cinco mujeres con secuelas neuromotoras debido al covid, han participado en los ensayos clínicos del ingenio robótico RobHand. La terapia con este exoesqueleto de bajo coste, diseñado por la Universidad de Valladolid y desarrollado por la empresa TICCYL Digital, ha logrado mejorar en un 70% el rango de movimiento de los dedos de la mano.
El Centro Hospitalario Benito Menni de Valladolid, el único en Castilla y León altamente especializado en neurorrehabilitación integral, ha acogido las pruebas del exoesqueleto RobHand, diseñado por la Universidad de Valladolid (UVa) y desarrollado por la empresa salmantina TICCYL Digital. La rehabilitación con ayuda de este aparato para la rehabilitación de las funciones de la mano mediante terapias activas asistidas en personas con discapacidad neuromotora se ha probado con 13 pacientes de la Unidad Post-Covid. Pablo Álvarez, terapeuta ocupacional del Benito Menni, detalla que ocho eran hombres y cinco mujeres. De ellos, cinco tenían secuelas neumoromotras en la izquierda y ocho en la derecha. La edad media era de 60 años, con una variabilidad de 16 años más o menos.
El ensayo se ha realizado en un entorno asistencial y clínico, y con pacientes con secuelas, para los que se ha elaborado un protocolo clínico de terapias, personalizado para cada paciente, y se ha usado ese exoesqueleto en tareas de apertura y cierre de mano, pinza fina y pinza gruesa, combinadas con entornos de realidad virtual, que han motivado al paciente a su participación en la rehabilitación.
Los resultados señalan que quienes han participado en este estudio han logrado mejorar en un 70% la movilidad de la mano afecta. Este ingenio robótico debe superar otros ensayos clínicos con personas que hayan pasado otros procesos, como un daño cerebral, por ejemplo, para poder comercializarse.
Tanto la Unidad de Daño Cerebral Adquirido de la Red Menni en Valladolid como la Unidad Post-Covid, que se creó paralela a la primera tras la pandemia, están especializadas en la rehabilitación integral de las personas afectadas por una patología neurológica. Las primeras variantes de la COVID-19 dejaron secuelas graves en algunos pacientes, como por ejemplo la pérdida de movilidad en sus manos.
Como principal conclusión del estudio llevado a cabo por la UVa con estos pacientes, que realizaron 24 sesiones de 45 minutos, es que el trabajo con el exoesqueleto logró que el cien por cien de los pacientes experimentaran una “mejora significativa” en sus tareas de autocuidado y movilidad. Ampliar el rango de movimiento de los dedos de la mano mejoró su calidad de vida, no solo a nivel físico-funcional sino también en su salud mental y vitalidad.
Terapia en espejo
Este proyecto —que se ha desarrollado entre enero de 2021 y marzo de 2023 bajo el título ‘Desarrollo y ensayos clínicos de una plataforma de rehabilitación para acelerar la recuperación de pacientes secuelas neumotoras producidas por el COVID’— ha sido financiado por el Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE), promovido por la UVa, a través del Instituto Universitario de Investigación ITAP, la empresa TICCyL Digital de Salamanca y el Hospital Benito Menni.
La electrónica de control ha sido desarrollada por la UVa, lo que permitirá que este dispositivo sea de “bajo coste”, es decir, que podrá salir a la venta por un precio sea bastante más bajo que otros equivalentes del mercado (entre 25.000 y 35.000 euros según los cálculos de la empresa desarrolladora).
El profesor de la UVa Juan Carlos Fraile explicó que se ha garantizado la seguridad del paciente, tanto en el hardware como en el software, ya que permite frenar la terapia o adaptarla a la progresión de la persona usuaria. También, indicó que se ha buscado un efecto motivador en el paciente mediante un software visual. El exoesqueleto ofrece terapias activas, bilaterales en las que mediante un sistema de visión artificial del efecto espejo (una falsa percepción de que la mano afectada realiza movimientos con normalidad) el paciente controla los movimientos, y pasivas, en las que los guía. El robot, asimismo, capta datos para evaluar la evolución del paciente y para que se pueda adaptar el tratamiento a sus necesidades.
En el acto de presentación de los resultados de este este novedoso ensayo clínico participaron también el director del Benito Menni de Valladolid, Ángel González, así como el rector de la UVa, Antonio Largo, y el responsable de I+D de TiCCyL Digital, Luis González. Destacaron este proceso de rehabilitación basado en las “terapias en espejo“, que realiza utilizando un sistema de visión artificial que capta los movimientos de la mano sana del paciente y reproduce esos movimientos en la mano afectada por la discapacidad, en la que el paciente tiene colocado el robot de rehabilitación.