El efecto de desgravitación del agua propicia la libertad de movimientos y ayuda quienes tienen diversidad funcional a hacer ejercicio con mayor facilidad. Las personas con discapacidad a título individual pueden reservar llamando al 651902666.
Un verano más, la Federación Guipuzcoana de Deporte Adaptado ha reeditado el programa ‘Baño sin barreras’, gracias al patrocinio de Kutxa y la colaboración del Ayuntamiento de Hondarribia. Del 2 de julio al 2 de septiembre, usuarios del Centro de Día para Personas con Daño Cerebral del Hospital Aita Menni de San Sebastián se benefician de estas salidas a la playa.
Cada viernes (si el tiempo lo permite) y de manera rotativa, media docena de personas del Centro de Día de Donostia se desplazan a la playa de Hondarribia. La actividad está “muy bien organizada”. Joseba la disfruta y las fotos que publicamos en Facebook dan fe de ello. “Es una alegría salir de la rutina. Cuando entré en el centro de día llevaba 9 años sin bañarme en el mar. Siempre ha sido mi medio, solía practicar la pesca submarina; cuando me baño me siento como pez en el agua”, relata.
En la misma línea, uno de sus compañeros, Juan Ignacio, recuerda que la última vez que había ido a la playa era imberbe. “¡¡Y de esto hace ya 35 años!!”, exclama. Cuenta que fue la primera vez con miedo pero que ver a Pepelu (José Luis Múgica, el responsable del programa ‘Baños sin Barreras’) le dio confianza. “Me sorprendí cuando me pusieron el corcho de flotación, ¡pensaba que me pondrían unos manguitos!”.
Mucho más que una tradición estival
Es el cuarto verano que el Centro de Día para Personas con Daño Cerebral del Hospital Aita Menni se beneficia del programa de baños adaptados y, debido a la acogida que tiene la actividad entre los usuarios, sus responsables decidieron no ceñirse sólo al chapuzón sino disfrutar de todo un día en la playa, picnic incluido. El ejercicio despierta el apetito. “¡Qué bien entra el almuerzo!”, dice Juan Ignacio.
Juanan es ya un veterano en los baños adaptados; bañarse en Hordarribia le produce sentimientos encontrados: “Me hace mucha ilusión ir a la playa, pero cuando llega la hora del baño me quedo sorprendido de que se me haya ¡¡olvidado nadar!! Antes sabía nadar y ahora… Tengo que volver a aprender y me ayudan los monitores de la playa”.
Para la fisioterapeuta Arantzatzu Álvarez, una de los profesionales que acompañan a los usuarios en estas salidas, esta actividad “garantiza el derecho de las personas con discapacidad o movilidad reducida a disfrutar de las playas”. Los baños marinos “son algo más que una tradición estival porque dependiendo de la inmersión corporal, y gracias al efecto de desgravitación del agua, las personas con discapacidad se benefician de la libertad de movimientos”, señala.
Los participantes con movilidad reducida pueden llegar a realizar gestos, movimientos y ejercicios con mayor facilidad y menor riesgo de lesiones. “Por ejemplo, al simular el braceo de la natación podrán completar el gesto del brazo con mayor facilidad dentro del agua. Al caminar dentro del agua se elimina parte del peso corporal y también los daños por riesgo de caída”, explica Arantzazu Álvarez.
¿Cómo es el baño accesible?
El acceso a la playa se realiza a través de una rampa hasta llegar al espacio reservado para los usuarios, dotado de vestuarios, WC y mesas y sillas en zonas de sol y sombra. Los monitores de la Federación Guipuzcoana de Deporte Adaptado, además de ofrecer ayuda y dispositivos para acceder al agua, asisten a los usuarios a la hora de subir y bajar de la furgoneta, vestirse y desvestirse, etc. Esta edición, además, se ha incorporado la figura de un fisioterapeuta que ayuda a los usuarios de ‘Baños sin barreras’ a mejorar la flexibilidad y ayudarles a paliar posibles dolores.
Para realizar el baño, se han puesto a disposición de los usuarios diferentes dispositivos (chaleco salvavidas, muletas…) dependiendo de las capacidades físicas de cada persona. Las personas más dependientes utilizan la silla anfibia, que dispone de ruedas especiales para desplazarse sobre la arena y ayudan a la flotación en el agua.
En La Concha, con Cruz Roja
Por primera vez, este verano Cruz Roja Gipuzkoa realiza un servicio de recogida a domicilio en Donostia-San Sebastián para que personas con discapacidad o de avanzada edad puedan ser acompañadas a La Concha y puedan gozar de los baños en la playa. Los teléfonos de contacto son: 617407089, para solicitar servicio del vehículo, y 677983383 para el baño asistido. El horario previsto es de 10:30 a 13:00 horas y de 15:00 hasta las 19:30 horas.
También en Bizkaia
En Bizkaia, la asociación sin ánimo de lucro de personas con diversidad funcional Bidaideak se encarga de prestar asistencia en los baños a las personas con discapacidad en las playas de Plentzia, Ereaga, Muskiz, Laida y Lekeitio. Las personas con discapacidad que vayan solas ni siquiera tienen que reservar, sólo tienen que preguntar por los monitores en la playa, pero si van en grupo conviene que avisen llamando al teléfono 944266600.