La Red Menni, además de rehabilitar el DCA, busca la integración de las personas que conviven con sus secuelas y que se reconozcan sus derechos. Por ello, nuestros centros no pierden la ocasión de proporcionar a pacientes, usuarios y familiares la oportunidad de tomar parte en fiestas, actividades deportivas, asociaciones y manifestaciones culturales y públicas en general.
Las salidas a la playa promovidas por los terapeutas de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital del Carmen de Valencia, al igual que las que se organizan en el Centro de Día Aita Menni de Donostia, obedecen a estos objetivos y, además de afianzar la conexión de las personas con discapacidad con su entorno, son actividades divertidas y estimulantes que rompen con su rutina diaria. En los centros de Madrid y Valladolid organizamos otro tipo de actividades.
En Valencia, aprovechando el buen tiempo y la proximidad del mar, y debido a la buena aceptación por parte de los usuarios y la implicación de Cruz Roja, este verano las salidas a la playa se han llevado a cabo en dos ocasiones. En la primera se organizó un almuerzo para todos bajo los toldos. Cruz Roja nos facilitó el espacio y todo aquello que nos hizo falta: sillas, mesa… En esta salida, que tuvo lugar a finales de julio, usuarios y familiares sugirieron la posibilidad de repetir la experiencia pero finalizando la mañana con un plan muy valenciano: comiéndonos una paella. Y, cómo no, el personal del Hospital se organizó para dar respuesta a esta sugerencia. El cocinero de la residencia (Centro sociosanitario) fue el encargado de cocinar la paella, que todo el mundo disfrutó en la propia UDC, con tarta y helado de postre. El equipo de terapeutas de la Unidad de Rehabilitación Infantil también organizó una excursión a la playa (podéis ver las fotos en Facebook). La salida se efectuó por la tarde, para evitar las horas de más sol y calor. Cruz Roja también prestó sus instalaciones para que niños, terapeutas y familiares tomaran la merienda tras los juegos en la arena y esa gran guerra de globos de agua en la que todos disfrutaron tanto. Recordamos que estas salidas a la playa son muy beneficiosas en los planos psíquico y físico. En el agua, gracias a la flotación, los pacientes realizan actividades que pueden no ser posibles en tierra debido a la acción de la gravedad. La inmersión proporciona relajación, disminuye la espasticidad y contribuye a trabajar, entre otros, aspectos como el equilibrio y coordinación.