¿Qué probabilidad tengo de padecer un accidente cerebrovascular en el futuro? Hoy, 29 de octubre, con motivo del Día Mundial del Ictus, el Servicio de Daño Cerebral del Hospital Aita Menni, sito en Bilbao (c/Egaña, 10), ha realizado una evaluación gratuita y personalizada a 35 personas que habían pedido una cita previamente.
Dos médicos y una enfermera del Servicio de Daño Cerebral se han encargado de efectuar las valoraciones basándose en la determinación de la tensión arterial, el índice de masa corporal y los hábitos de vida. Quienes han participado han recibido recomendaciones personalizadas para modificar sus hábitos de vida, con el objetivo de minimizar el riesgo.
Además, los participantes han recibido un folleto informativo sobre prevención del ictus, y han visualizado un video elaborado por la Fundación Española de Enfermedades Neurológicas y avalado por la Sociedad Española de Neurología sobre este accidente cerebrovascular.
La mayoría de las personas que han venido tenían entre 50 y 65 años y, según ha comentado el doctor Juan Marín, “se trata de gente no demasiado mayor que en general no tienen que hacer demasiadas modificaciones en sus hábitos de vida. El sobrepeso y la falta de ejercicio se podrían considerar los principales factores de riesgo de ictus entre los evaluados”, y “no ha habido mucho fumador, lo cual supone un factor de riesgo menos”, señalaba Marín.
La segunda causa de muerte en España
El ictus es la segunda causa de muerte en España (y en el mundo, tras el infarto de miocardio), donde mata a una persona cada seis segundos. Además, una de cada seis personas en el mundo tendrá un ictus en su vida. Este episodio cerebrovascular causa más de cinco millones de muertes al año en el mundo. Se trata de la primera causa de discapacidad física a largo plazo, y la segunda causa de demencia después del Alzheimer.
Tabaquismo, inactividad física, obesidad, hipertensión arterial y diabetes son algunos de los principales factores de riesgo del ictus. Se trata de una patología en la que es posible reducir el riesgo mediante la prevención (control de los factores de riesgo).
Síntomas iniciales
Los síntomas iniciales más habituales son pérdida de fuerza en un brazo o una pierna, alteración de la visión, dificultades para hablar, desviación de la boca y sensación de hormigueo en cara o brazo. Una rápida atención permitirá un tratamiento precoz que puede reducir la severidad de la lesión cerebral.