En la Unidad de Daño Cerebral de personas adultas de Hermanas Hospitalarias Valencia estamos llevando a cabo un ‘Taller de mindfulness’ desde hace unos meses. Durante este tiempo, sus participantes han compartido con nosotras su experiencia a lo largo de esta práctica. Refieren que les aporta calma, paz y alegría; que en su día a día esto les sirve para valorar más las cosas por pequeñas que sean, para descubrir una “vida interior”, para detenerse en el momento presente. También nos comparten que, mediante la participación en el grupo, se sienten más capaces y que han aprendido a escuchar mejor.
La atención plena, conocida por la palabra inglesa mindfulness, es la capacidad de estar atento y consciente en el momento presente, con aceptación, afecto y sin juzgar. Este enfoque, que se desarrolló hace más de 40 años en occidente, fue inspirado en las tradiciones y principios orientales de la meditación. Desde hace algunos años, su práctica está tomando fuerza de manera más extendida.
Las aportaciones del ejercicio del mindfulness están demostradas mediante numerosos estudios científicos en poblaciones con distintas edades y condiciones de salud.
Cuando nos acercamos a su práctica lo primero que hemos de hacer es derribar mitos: no es necesario poder ponerse en posición de loto, ni conseguir “no pensar en nada”; tampoco se necesitan barritas de incienso. Lo que sí resulta necesario es que la iniciación la guíe una persona que conozca esta práctica, y también conozca las capacidades y recursos de las personas que se inician.
Tras observar la buena acogida que tiene este taller, esperamos poder continuar con la práctica del mindfulness en nuestra Unidad y poder extenderla a cuantas personas se puedan beneficiar de ella.