La representación forma parte de la terapia rehabilitadora y supuso la clausura del programa de teatro social 2025 que la Unidad de Daño Cerebral Adquirido de Fundación Hospitalarias Tenerife lleva a cabo, desde hace tres años, junto a la Asociación Juvenil y Cultural Kaua.
La Unidad de Daño Cerebral Adquirido de Fundación Hospitalarias Tenerife clausuró esta semana el programa de teatro social 2025 con la representación de la obra teatral que comenzaron a preparar desde principios de año. La actuación se estructuró en cuatro escenas diferentes que reflejan la realidad y las barreras que deben de superar las personas con discapacidad o DCA cada día. El encuentro artístico tuvo lugar en el Teatro “Desleal” de La Laguna, y es posible gracias al convenio de colaboración con la Asociación Juvenil y Cultural Kaua al que se ha adherido la Unidad de DCA.
El programa de teatro social arrancó hace tres años y se desarrolla de enero a junio, con el objetivo final de promover el empoderamiento de las personas participantes. Las escenificaciones que formaron parte de la clausura tuvieron lugar en cuatro espacios diferentes del Teatro “Desleal” que permitió contextualizar los contenidos. Los guiones abordaron temáticas relacionadas con la imposibilidad del acceso a los espacios públicos, ya que la mayoría no se encuentran habilitados para sus características; el infantilismo al que se somete a estas personas; la escasez de actividades adaptadas, para concluir con la interpretación sobre el escaso respeto o la falta de empatía de esta sociedad en general y con la discapacidad intelectual en específico.
Con el uso de diferentes herramientas se expuso de forma explícita y realista problemáticas con las que conviven en su vida diaria, generando un diálogo con el público asistente, incluyendo todos los puntos de vista.
Teatro como terapia
El teatro social que se desarrolla con la Asociación Juvenil y Cultural Kaua en la Unidad de DCA de Fundación Hospitalarias Tenerife posee como finalidad potenciar y mantener las habilidades personales, sociales y comunicativas teniendo en cuenta las capacidades de cada una de las personas usuarias. Al mismo tiempo, se desarrolla en un espacio seguro donde los y las participantes experimenten comodidad.
Desde el punto de vista terapéutico resulta beneficioso que se trabaje tanto sobre un guion como que se promueva la improvisación. Ambas técnicas se usaron, permitiéndoles abordar el contacto con otras personas, potenciando así habilidades sociales y comunicativas, e invitándoles a salir de su estado de confort, al tiempo que se aborda el temor a los prejuicios. Se trata por tanto de desarrollar un ejercicio holístico de rehabilitación, eficaz para la mejora de la calidad de vida de las personas con daño cerebral adquirido.