Desde su apertura en 1999, numerosos psicólogos, procedentes de diferentes niveles de formación, se han especializado en la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana
La selección de un centro especializado para la realización de las prácticas de futuros psicólogos o de quienes ya están en posesión del titulo de Psicología y desean especializarse en Neuropsicología es una labor relevante, de cara a adquirir una buena formación, y la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana de Madrid es uno de los centros más demandados, por la calidad del Servicio así como por la especialización y trayectoria de los profesionales neuropsicólogos que componen el equipo.
Desde la apertura de la Unidad de Daño Cerebral de adultos en 1999 y la Unidad de Rehabilitación Infantil en 2009, se ha formado a numerosos psicólogos procedentes de diferentes niveles de formación: alumnos de grado, alumnos de prosgrado y psicólogos internos residentes (PIR). La trayectoria de formación comenzó en el año 2000 con la firma del convenio entre la Unidad de Daño Cerebral y el Magíster de Neuropsicología Cognitiva de la Universidad Complutense de Madrid. Posteriormente se inició la colaboración para recibir alumnos procedentes del Máster de Neuropsicología Clínica del Instituto de Estudios Superiores (ISEP).
La calidad de la formación proprocionada ha contribuido a que progresivamente el número de plazas de alumnos en prácticas haya ido aumentando. También se ha traducido en una amplia demanda por parte de numerosos centros de formación en neuropsicología que solicitan la firma de convenios para la formación de sus alumnos. Con el mismo objetivo, en muchas ocasiones los propios estudiantes solicitaban, a titulo personal, rotar por nuestras unidades. De este modo, la Unidad de Daño Cerebral ha ido incorporando nuevos alumnos procedentes de otras instituciones que proprocionaban formación en neuropsicología, como la Asociación Española de Psicología Clínica, Cognitiva y Conductual (AEPCCC) o la UNED, para aquellos alumnos procedentes del nuevo Máster Universitario en Psicología General Sanitaria.
Desde hace dos años, además de contribuir en la formación de postgrado, la Unidad de Daño Cerebral participa en la formación de alumnos del practicum del Grado de Psicología de varias universidades madrileñas, entre las que están están: la Universidad Complutense de Madrid, Universidad Cardenal Cisneros, la Universidad Pontificia de Comillas, la Universidad Rey Juan Carlos y la Universidad Francisco de Vitoria. La formación de estos alumnos, que se inician en el conocimiento de la neuropsicología, da lugar a un mayor interés en profundizar en dicha disciplina y, con frecuencia, una inscripción posterior en un máster o formación de posgrado que les permita continuar especializándose en el campo de la neuropsicología y la neurorrehabilitación.
La formación en neuropsicología por parte de los psicólogos que trabajan en entornos clínicos cada vez es más demandada. Esto ha provocado en los últimos años un incremento significativo de las solicitudes de periodos de rotación en nuestras Unidades por parte de los PIR (psicólogos internos residentes). Los neuropsicólogos que trabajan en la unidad de daño cerebral tienen una amplia experiencia clínica con pacientes neurológicos desde diferentes perspectivas: intervención cognitiva, conductual, emocional, familiar, psicoterapeútica, así como en formación en docencia pre y postgrado. A esto se debe que la formación impartida en nuestro centro sea considerada de alta calidad para los alumnos que solicitan sus rotaciones con nosotros.
La formación en nuestras unidades incluye una rotación por diferentes áreas del servicio: hospitalización, ambulatorio, así como una tercera rotación por los talleres de intervención cognitiva grupal que se lleva a cabo con pacientes en fase aguda durante el periodo de ingreso hospitalario. En cada una de estas rotaciones el alumno tiene la oportunidad de conocer en profundidad las diferentes patologías que se atienden: traumatismos craneoencefálicos, accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales, asi como otras patologías sobrevenidas que cursen con afectación del sistema nervioso central. De este modo es posible conocer de primera mano la labor del profesional de la neuropsicólogía en su intervención directa al aboradar los déficits cognitivos, conductuales, emocionales y/o intervención con las familias que pueda presentar el paciente durante todo el periodo de rehabilitación. Desde el inicio de las rotaciones también participan en las reuniones de trabajo multidisciplinar, con el fin de conocer el trabajo coordinado de las diferentes disciplinas que trabajan con el paciente y su entorno: fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional, medicina y trabajo social.
La satisfacción de los alumnos que rotan por nuestras unidades queda patente, a juzgar por la calidad de la elaboración y exposición de los trabajos final de máster y/o grado que solicitamos al cumplir con el periodo de prácticas. Dichos trabajos suponen la aplicación práctica de todos los conocimientos adquiridos mediante la elaboración de materiales de intervención o talleres específicos de trabajo cognitivo, conductual o emocional, así como la oportunidad de ponerlos en práctica durante su rotación.
Marcos Rios, coordinador de la unidad de daño cerebral, y Begoña González, neuropsicóloga, coordinan la admisión y los peridos de rotación de los alumnos que se forman en neuropsicología. Ambos mantienen un contacto directo tanto con el propio alumno como con los centros procedentes durante todo su periodo de estancia en la unidad.