La dietista-nutricionista Alma Palau ofreció un taller sobre ‘Nutrición dirigida a personas con ataxia’ en la Unidad de Daño Cerebral de Hermanas Hosptialarias Valencia. Durante esta sesión —que se celebró de forma presencial y en linea (y a la que se puede acceder a través de YouTube)—, explicó las causas posibles de la ataxia y la relación que este trastorno motor, caracterizado por la disminución de la capacidad de coordinar los movimientos, puede tener con la alimentación.
El pasado viernes, día 2, se celebró en la Unidad de Daño cerebral de Hermanas Hospitalarias Valencia un taller teorico-práctico muy útil para quienes viven con ataxia. Alma Palau, dietista-nutricionista experta y docente en la Universidad Católica de Valencia, ofreció una charla, presencial y online, sobre la “Nutrición dirigida a personas con ataxia”. Para asegurar que pudieran asistir quienes sufren este trastorno neurológico y sus familias, desde la organización se dio prioridad a las personas socias de la Asociación Valenciana de personas afectadas de Ataxias Hereditarias (ASVAH).
Que se emitiera el taller en directo a través de YouTube no solo facilitó el visionado del mismo a quienes no pudieron asistir de manera presencial, sino que, el hecho de haber sido grabado y publicado del canal de Hermanas Hospitalarias Valencia, facilitará el acceso y consulta en cualquier momento por parte de cualquier persona interesada. Y es que la ataxia, en algunos casos, puede tener un origen “dietético”.
Daño en el cerebelo
“La ataxia suele ser resultado de un daño en la parte del cerebro que controla la coordinación muscular (cerebelo) o sus conexiones”, explicó Alma Palau y por ello hay que centrarse en la salud cerebral, en cuidar al cerebro. Hay varias etiologías posibles de la ataxia, que pueden clasificarse en tres categorías principales: ataxia genética o hereditaria, la ataxia adquirida (traumatismo craneal, accidente cerebrovascular, tumores, enfermedades autoinmunes, la exposición a tóxicos, enfermedades metabólicas) y la ataxia idiopática (de origen desconocido). Algunas de las causas pueden tener que ver con la nutrición, por ejemplo, las que tienen que ver con la exposición a ciertas sustancias tóxicas, como el plomo o el mercurio, puede dañar el cerebelo y causar ataxia. “No hay evidencia científica pero es lógico pensar que sería interesante que las personas con ataxia evitaran los pescados que acumulan metil-mercurio”, dijo la nutricionista.
Gran papel en la salud
La ataxia puede estar relacionada asimismo con los niveles de vitaminas. Existe una forma de ataxia que se conoce como ataxia por deficiencia de vitamina E (AVED). Pero hay muchas más ataxias relacionadas con la nutrición, como por ejemplo las debidas a la malabsorción o la falta de vitaminas sobre todo del grupo B12 (presente en carnes, pescados y lácteos), recordó la experta en nutrición. También quiso subrayar que aquellas ataxias que son secuela de un ACV a su vez tienen que ver con la alimentación, puesto que factores como la hipertensión, la diabetes o la obesidad multiplican el riesgo de sufrir un ictus. “Aunque desde la alimentación no podemos prevenir ataxias hereditarias, como la ataxia de Friedreich, — admitió Palau— sí podemos retrasar, prevenir o evitar la diabetes en el caso de la ataxia de origen vascular”.
En cualquier caso, Alma Palau subrayó que cuando una persona tiene una enfermedad, “con más motivo tiene que llevar una alimentación saludable. Una alimentación saludable es parte de su autocuidado”. ¿Qué entendemos por alimentación saludable? Para la ponente, “no hay ningún alimento prohibido”, simplemente es aquella “que proporciona un funcionamiento óptimo de nuestro organismo”. A una buena alimentación han de unirse hábitos buenos, como mantener una buena hidratación, realizar actividad física o dormir bien, y la evitación de hábitos tóxicos, como el consumo de tabaco y alcohol.
Respecto a la proporción adecuada de los tipos de alimentos según sus nutrientes, Alma Palau apuntó que hemos de procurar que nuestra dieta sea más vegetal que animal, algo que ayuda a eliminar el problema del estreñimiento, tan habitual en personas en silla de ruedas. Rebajar la sal resulta beneficioso, de igual modo, para cuidar el riñón (puede sustituirse muy bien con especias). También informó a las personas asistentes sobre las recomendaciones alimentarias del Ministerio de Consumo publicadas en diciembre de 2022. Según el comité científico de seguridad alimentaria que ha elaborado estas nuevas recomendaciones, la tradicional pirámide nutricional que situaba en la base “un montón de hidratos, ha quedado obsoleta”.
La dieta mediterránea
Uno a uno, Alma Palau fue desgranando los grupos de alimentos y poniendo ejemplos. Así, si hablamos de hidratos, nuestra experta recomendaría de 3 a 6 raciones de cereales diarias, cuando la pirámide decía de 6 a 8, y 5 de frutas y verduras (con preferencia de frutos rojos y sin olvidar los frutos secos), a las que se añadirían lácteos y de 4 a 7 raciones de legumbres semanales. Alternar carnes y pescados, con mayor peso de pescados y mariscos —sobre todo pescado azul pequeño, (por su bajo contenido en metales pesados y su aporte de ácidos grasos, como el Omega 3)—, sería otra de las claves de una alimentación saludable, junto con el aceite de oliva virgen extra. Y azúcares, “cuantos menos, mejor”. En cuanto al consumo de huevos, “soy muy partidaria del huevo sobre todo en enfermedades neurodegenerativas y con daño en el sistema nervioso, porque los fosfolípidos y las grasas del huevo son muy beneficiosas para el sistema nervioso”, declaró.
Además de subrayar la conveniencia de llevar dieta mediterránea unida a dieta DASH (del inglés Dietary Approaches to Stop Hypertension, es decir, baja en sal y rica en nutrientes esenciales para el organismo) para protegernos de la hipertensión, la experta dio a las personas con ataxia algunos consejos sobre la tolerancia al gluten y la suplementación.
Quienes tengan interés en conocer el contenido de las dos horas de sesión íntegra, pueden acceder a ella a través de este vídeo publicado en el canal de YouTube de Hermanas Hospitalarias Valencia.