Asearnos, comer, vestirnos, desplazarnos… Tras el proceso de rehabilitación, una persona con daño cerebral necesita entrenarse en las actividades básicas de la vida diaria para poder afrontar el regreso a casa.
Por este motivo, la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Aita Menni ha integrado dentro del propio centro de Arrasate-Mondragón una vivienda domótica capaz de adaptarse a las necesidades de cada paciente. El objetivo de este hogar es instruir a los pacientes para que puedan continuar con sus actividades cotidianas de la forma más independiente posible.
Y es precisamente el cuarto de baño la estancia que más preocupa a las personas con discapacidad y a sus familias, es el lugar de la casa donde ocurren más caídas y el que concentra mayor número de barreras arquitectónicas.
Para ganar en accesibilidad y seguridad en el baño proponemos algunas soluciones como:
- pavimento antideslizante tanto en seco como en mojado
- sanitarios alineados para facilitar, si es preciso, el acceso con la grúa de techo
- lavabo regulado en altura y sin pedestal para poder asearse con comodidad desde la silla de ruedas
- grifería con sensor de presencia
- espejo con inclinación regulable e iluminación propia
Dentro del baño, el inodoro es la pieza de mayor uso. Recomendamos barras abatibles de largo especial a cada lado del inodoro, regulables tanto en altura como horizontalmente, así como elementos que proporcionen acceso al papel higiénico y cisterna de fácil accionamiento.
Para facilitar el acceso con una grúa de suelo es aconsejable que el inodoro esté suspendido y colocado a una altura de 47cm, para que el asiento y levantamiento de la persona sea más fácil.
La zona de ducha de la vivienda adaptada que vemos en el vídeo, y que ha sido pensada expresamente para ser utilizada en los programas de rehabilitación tras un ictus o un TCE, incorpora un desagüe Areka que evita las pendientes en las zonas de ducha, lo que facilita el acceso con grúas, sillas de ducha con ruedecillas y sillas de ruedas.
El asiento de ducha es abatible, con orificio perianal para una mejor higiene y reposabrazos también abatibles para facilitar las transferencias. Además, cuenta con un raíl para poder desplazarla tanto horizontal como verticalmente, igual que el asiento y el respaldo. La grifería con termorregulación está instalada en ambas paredes laterales para facilitar el uso a pacientes con hemiplejia izquierda y derecha, y las jaboneras son móviles.
Todas ellas son soluciones muy útiles que pueden adoptarse, cuando hay espacio, con pequeñas obras. En definitiva, la suma de algunos de estos elementos mejora la accesibilidad y proporciona autonomía personal y calidad de vida a las personas con discapacidad.