Sergio Argul, voluntario en actividades asistidas con animales

En estos tiempos en los que es tan difícil encontrar trabajo, acceder al empleo con daño cerebral resulta todavía más complicado. Tal vez por ello, Sergio Argul decidió vincularse a lo que más le gusta como voluntario: las actividades con perros que se organizan en el Centro de Día para Personas con DCA Bekoetxe.

Un accidente de moto fue el causante de la grave lesión cerebral que sufrió Sergio. Como Toni y muchos otros pacientes de la Red Menni de Daño Cerebral, él también tuvo que empezar de cero. Ni siquiera podía mantenerse un segundo de pie, recuerda el fisioterapeuta de Aita Menni Jorge Olmo. Sin embargo su evolución fue muy buena, tanto física como cognitivamente.

Sergio apenas tiene problemas en el habla y es de ideas fijas, así que es fácil entender en torno a qué gira su vida. Vive con sus padres en Portugalete. En casa se hace la cama y colabora con las tareas del hogar. Pero son los perros su leitmotiv. Desde hace meses, echa una mano en la limpieza y da de comer a los inquilinos del centro canino Txikieder. Lo hace porque adora a estos animales, sobre todo si son grandes, como los rottweilers, los bulldogs o los bóxer.

Favor por favor

Los perros de Txikieder son los protagonistas de las actividades asistidas por animales en el Centro de Día de Personas con Daño Cerebral Bekoetxe, del IFAS. Allí fue donde Sergio entro en contacto con ellos y con su propietario, Julen Bilbao. Hoy colabora en estas sesiones y en otros trabajos del centro canino, siempre de forma voluntaria. Se siente bien tratado y tener algo que hacer un par de días por semana le ayuda a integrarse y a mantenerse activo; además Sergio ama la libertad de horarios y trabajar de esta manera le exime de mayores compromisos.

Trabajar sin percibir  una remuneración económica no significa que el trabajo que desarrolla este expaciente de Aita Menni no sea profesional, de hecho Julen Bilbao declara que contrataría a Sergio sin dudarlo si su negocio necesitara más personal. De momento Julen le ayuda en los desplazamientos, siempre es bien recibido en su casa y ambas partes están contentas; sólo hay que ver que Sergio siente como suyas dos familias: una humana y otra canina.