Este mes de marzo se ha celebrado en Sevilla la 6ª Reunión Anual del Consorcio de Neuropsicología Clínica (CNC) y en ella han participado tres neuropsicólogos de la Red Menni de Daño Cerebral: Ignacio Sánchez Cubillo, David de Noreña y Marcos Ríos.
¿Existen tratamientos específicos para los grandes síndromes neurocognitivos? ¿Son eficaces? Ignacio Sánchez Cubillo revisó algunos de los hallazgos más importantes en relación con la atención y su patología, la velocidad en el procesamiento de información, la memoria y el lenguaje. Recordó que existe evidencia suficiente para recomendar determinados tipos de intervenciones para cada una de estas dificultades, si bien es necesario profundizar en el conocimiento sobre estas técnicas y su impacto sobre el nivel de actividad de cada paciente, con el objetivo de seleccionar las más apropiadas en cada caso.
David de Noreña repasó los “Criterios de inclusión y exclusión, y signos favorables y desfavorables en la neurorrehabilitación cognitiva”. La edad parece ser un factor relevante, no obstante, se contemplan cuatro variables moderadoras del resultado de la rehabilitación neuropsicológica: el dominio del tratamiento (el proceso cognitivo abordado), la etiología de la lesión, el tiempo de evolución y la edad. Estas variables interaccionan y se confunden con frecuencia entre sí, explicó.
“Periodos de recuperación neurocognitiva tras un daño cerebral sobrevenido. Cuándo tratar y cuándo no hacerlo” fue el título de la ponencia de Marcos Ríos. Le pedimos que nos responda algunas preguntas sobre el contenido de la misma.
– De entrada siempre es bueno tratar el DCA, ¿hay excepciones?
Efectivamente, siempre es bueno tratar el daño cerebral. Las investigaciones muestran que estos programas son efectivos y la evolución de los pacientes es mejor que si no son tratados. La mejoría afecta tanto a los pacientes como a su entorno más cercano. ¿Hay excepciones? Bueno, creo que no muchas. Siempre hay objetivos (grandes o pequeños) que establecer con los pacientes y sus familias. En ocasiones la dificultad es llegar a un consenso sobre cuáles son esos objetivos. A veces las familias desean que el paciente vuelva a caminar, a trabajar o a estudiar, y eso no siempre es posible (algunos pacientes son muy graves). En estos casos hay que trabajar la conciencia de las dificultades y ayudar a los pacientes y su familia a establecer un nuevo proyecto de vida en consonancia con la nueva situación.
Entonces, siempre es bueno tratar, pero no siempre es posible tratar las mismas cosas. Los objetivos van cambiando a lo largo del proceso de evolución del paciente.
– El inicio más temprano del tratamiento ¿implica mejor recuperación?
Esta es la idea general. Está apoyada por algunos datos de investigación, pero los resultados son controvertidos. Algunos autores sugieren que cuanto antes sea el inicio mejor. Otros indican que el momento de inicio no es relevante, porque a medio y largo plazo se alcanzan las mismas metas. Otros señalan que las metas son las mismas en el inicio temprano y en el inicio tardío, pero que el inicio temprano implica un menor coste en cuanto a tiempos de recuperación y a coste económico.
Además se han descrito algunos resultados que indican que, para algunas lesiones, una estimulación (o sobreestimulación) temprana puede provocar un empeoramiento de la lesión. Cuando sobreestimulamos en fases iniciales lo que ocurre es que hacemos trabajar con sobreesfuerzo a un cerebro que no está aún preparado para ese ritmo. Esto es bien conocido para la rehabilitación física y, posiblemente, afecta igualmente a otras áreas de la rehabilitación.
– La elección de la hora es importante, ¿por qué?
La hora del tratamiento es algo poco investigado. Hay algunas ideas pero ese factor no se considera de un modo general al planificar el programa de rehabilitación de un paciente. Sí se hace de modo específico cuando se detecta que en un paciente concreto un horario determinado le va mal. Se trata de ajustar para optimizar el rendimiento en la sesión.
– ¿Y el origen de la lesión?
El origen de la lesión sí se observa, pero al final se hace una evaluación individualizada del caso y se ajusta el tratamiento a las dificultades específicas de ese paciente.
– ¿Cuáles son los objetivos de la rehabilitación y cuándo se puede poner fin a la misma?
Cada fase de la rehabilitación tiene sus objetivos. En fases iniciales, justo después de la lesión, priman los cuidados médicos y de enfermería. Hay que garantizar la supervivencia del paciente y ponerle en la mejor disposición para las fases posteriores de la rehabilitación. Paulatinamente se irá iniciando un programa de rehabilitación que incluya fisioterapia, neuropsicología, terapia ocupacional y logopedia. En un momento dado (difícil de determinar en muchos casos) se irá reduciendo esta frecuencia de sesiones para ir facilitando el proceso de reincorporación a la vida cotidiana. Por último, muchos pacientes necesitan unas sesiones de mantenimiento en algunas de estas áreas de rehabilitación.