La Unidad de Daño Cerebral Infantil de Hermanas Hospitalarias Valencia inició en noviembre esta actividad tan gratificante, con salidas mensuales en grupo supervisadas y programadas por profesionales de nuestro equipo.
El ocio terapéutico tiene como objetivo desarrollar habilidades sociales necesarias para interactuar con nuestro entorno, y conseguir una mayor autonomía.
El ocio es sinónimo de descanso, diversión y relax. Lejos de las tareas cotidianas, el tiempo que utilizamos en actividades recreativas contribuye al desarrollo de capacidades, favorece el equilibrio y el enriquecimiento personal… Si pasamos este tiempo en buena compañía, con salidas a la comunidad, el ocio nos ofrece la posibilidad de desarrollar sus capacidades y valores como personas, nos proporciona bienestar psicológico, amistades, alegría… Sin duda existe una relación positiva entre ocio y salud.
La importancia del ocio y la participación social
“Hablamos de ocio terapéutico cuando realizamos actividades recreativas para producir un efecto terapéutico, en las esferas social, física, emocional y cognitiva. Es un proceso dinámico y participativo, mediante el cual se estructuran las estrategias que orientan hacia la práctica de actividades, y que permiten a la persona desarrollar habilidades sociales, autonomía, creatividad… y favorecer su integración social”, nos recuerda Sandra Díaz, terapeuta ocupacional, promotora de este programa y terapeuta al cargo de la misma.
“El ocio y tiempo libre es una de las áreas de ocupación en la cual las personas podemos involucrar nuestro tiempo. Es por ello que, la sociedad actual ofrece variedad de actividades para experimentar el ocio y el juego, en función de los intereses, gustos, y etapas del individuo. Por eso nuestras actividades van enfocadas a facilitar el acceso a esa variedad de actividades a nuestros peques”, añade.
Actividades
Desde la Unidad de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias Valencia iniciamos esta esta nueva andadura de ocio terapéutico en el mes de noviembre con salidas supervisadas y llevadas a cabo por un terapeuta ocupacional y/o neuropsicólogo. La frecuencia de la actividad es mensual y voluntaria para que puedan decidir en función de la actividad el interés hacia la misma.
La primera actividad de esta nueva etapa consistió en una merienda cerca de la ubicación de nuestro centro, donde pudieron elegir la merienda que deseaban y en el transcurso de la merienda se iniciaron conversaciones para conocernos mejor y así poder establecer cohesión de grupo.
La siguiente salida fue al cine y con una previa organización y planificación pudimos disfrutar de una tarde divertida entre palomitas. Entre la decisión de la película, la emoción de ir al cine sin los papis y juntarse en un entorno fuera de la “estructura terapéutica” se formó un buen grupo.
“En esta salida al cine pudimos poner en práctica muchas de las destrezas que trabajamos en las sesiones como es el manejo del dinero, habilidades comunicativas, gestión de la actividad, búsqueda… Aunque no podemos olvidar que nuestro principal objetivo con este programa es que niños y niñas puedan desconectar de la rutina y exigencias diarias, compartir esta actividad entre compañeros y poder verse en otros contextos fuera de la estructura marcada por el calendario semanal”, nos cuenta la responsable del programa.
Están siendo unas actividades divertidas y entretenidas, que sin duda alguna fomentan que el grupo crezca, se cohesione y puedan ir adquiriendo destrezas, habilidades y, principalmente, nuevas relaciones.