El Programa de robótica educativa inclusiva que Hermanas Hospitalarias Acamán está llevando a cabo y que allí presentamos fue reconocido con el Premio a las Mejores Buenas Prácticas.
Recientemente se ha celebrado en la Universidad de Málaga la primera edición de la feria Tecnosocial, un foro de análisis, difusión, encuentro, para la investigación e innovación tecnológica, orientado a la identificación de nuevos mercados y yacimientos de empleo, pero también una plataforma de difusión de conocimiento a través de conferencias y debates en torno a buenas prácticas, investigación y transferencia en materia de innovación tecnológica aplicada al ámbito social.
Profesionales de Hermanas Hospitalarias Acamán viajaron desde Tenerife hasta la ciudad andaluza para presentar en este congreso internacional el proyecto que, bajo el nombre de Programa de robótica educativa inclusiva, incorpora a personas con daño cerebral adquirido (DCA) en la sociedad con un rol activo que permite compartir vivencias con otros colectivos.
Nuestra directora gerente del centro, Carmen Delia Álamo, acompañó a Víctor Estévez, compañero de la Unidad de Día de DCA, durante la presentación del proyecto. Acudir a la feria ya fue un premio pero además nuestro programa recibió el Premio a las Mejores Buenas Prácticas, patrocinado por la Cátedra de I+D+i para la prevención de la Dependencia de la Universidad de Málaga y Macrosad, y que también se otorgó a otros cinco proyectos presentados por diferentes centros de Hermanas Hospitalarias.
Nuestro granito de arena
Desde Hermanas Hospitalarias Acamán, hemos querido aportar nuestro pequeño granito de arena en este foro de análisis y difusión de la investigación e innovación tecnológica en servicios sociales con la firme intención de, y como dice nuestro lema, Seguir construyendo futuro.
La robótica educativa inclusiva se constituye como un programa de inserción social donde las personas con daño cerebral adquirido desarrollan roles como docentes en aspectos básicos de robótica y programación. En nuestra Unidad de Día de Daño Cerebral de Tenerife se realizan sesiones con el robot educativo Blue-bot, en las que las personas con DCA
aprenden su manejo mediante ejercicios de secuenciación que luego enseñan al alumnado con diversidad funcional.
Con el desarrollo de este proyecto queremos:
• Mejorar la calidad de vida de las personas con DCA.
• Fomentar un rol activo a través de la docencia.
• Entrenar habilidades sociales, pedagógicas y de comunicación.
• Estimular las funciones ejecutivas de las personas con
diversidad funcional.
Desde luego es una buena práctica destinada a la recapacitación de personas con diversidad funcional, que conlleva efectos beneficiosos por la adquisición de un papel activo en el caso de las personas usuarias de nuestra unidad diurna y un intercambio de vivencias entre diferentes colectivos de personas con necesidades especiales. El póster que explica el Programa de robótica educativa inclusiva, elaborado por Víctor Estévez y Barbara López -y que puede leerse ampliando la foto-, estuvo expuesto durante los tres días de celebración de Tecnosocial 2022.