Una vez más, nuestro responsable del Área de Fisioterapia del Hospital Aita Menni, Iban Arrien, comparte estrategias para mejorar el cuidado de personas con discapacidad neurológica y manejo físico domiciliario en un seminario específico para personas cuidadoras y familiares organizado en Donostia-San Sebastián por APCF. Objetivo: proporcionar comodidad al paciente y prevenir su deterioro progresivo, al tiempo que se mejora la calidad de vida tanto de la persona enferma como de quien la cuida.
Bajo el lema “La excelencia significa hacer lo correcto, aunque nadie te vea”, y tras un parón debido a la pandemia, la Asociación Pro para el Cuidador Familiar (APCF) ha vuelto a organizar en 2023 un seminario teorico-práctico dirigido a formar a cuidadores familiares. “Es una necesidad actual, ya que la tarea de cuidar requiere una profesionalización y conocimientos a la que debemos dedicar nuestros esfuerzos, pensando que nuestras personas dependientes, mayores o no, estén atendidas con calidad humana, profesionalidad y como no, con excelencia”, declara la entidad a la par que se compromete a que las personas que participen “adquieran una formación completa, para que nuestros mayores sean tratados con la dignidad que merecen”.
En este empeño, nuevamente el docente elegido por la organización para impartir el apartado dedicado a ‘Movilización, transferencia y manejo físico de personas con discapacidad neurológica’ ha sido Iban Arrien. Nuestro coordinador del Área de Fisioterapia del Hospital Aita Menni y jefe del servicio de Fisioterapia de la Unidad de Daño Cerebral comenzó por identificar los problemas existentes a la hora de movilizar a una persona dependiente. A continuación, presentó diversas estrategias de movilización y posicionamiento corporal.
Algunas de estas técnicas se demostraron presencialmente utilizando una camilla o una silla de ruedas, y otras se explicaron mediante el visionado de algunos de los vídeos didácticos disponibles en nuestro canal de YouTube. El fin era enseñar el modo de hacerlo mediante un entrenamiento repetido, para que las personas asistentes pudieran adquirir una actitud y unos hábitos correctos que faciliten la movilización de la persona con problemas de movilidad, previniendo dolores y lesiones de espalda en quien realiza las movilizaciones.
Causas de las lesiones
Previamente, nuestro ponente apuntó que —según datos emitidos por la OMS— el 60% de la población trabajadora se queja de dolores lumbares y el 25% de los dolores son debidos a sobreesfuerzos. De este 25%, el 65% se produce por elevar cargas y el 35% restante por transporte y empuje.
“Nos lesionamos por la tendencia natural de levantar pesos flexionando el tronco. La espalda no está preparada para elevar pesos, y menos aún en posiciones inclinadas. En estos casos la resistencia se realiza con los músculos de la espalda y los ligamentos de las vértebras. Por estos motivos se producen lesiones como distensiones de ligamentos, aplastamientos de los discos intervertebrales, contracturas musculares…”, explicó Arrien, incidiendo en que la columna vertebral “es un punto imprescindible del cuerpo que tenemos que proteger”.
Por otro lado, son muchas las ventajas de la movilización correcta, tanto para la persona que necesita ser movilizada (mejora física, mejora psicológica y mayor autonomía) como para quien la cuida (evita dolores, economiza energía y se consigue mayor autonomía y capacidad de trabajo). La acción preventiva consiste en eliminar los riesgos asociados al puesto de trabajo, fundamentalmente los sobreesfuerzos y la fatiga postural. El origen de estos riesgos parte de la incorrecta manipulación de cargas o pesos al levantar o incorporar a los pacientes. La fatiga postural, de la adopción de malas posturas o posturas forzadas repetitivas.
Prevención de riesgos
La acción preventiva consiste en eliminar los riesgos asociados al puesto de trabajo, fundamentalmente los sobreesfuerzos y la fatiga postural. El origen de estos riesgos parte de la incorrecta manipulación de cargas o pesos al levantar o incorporar a los pacientes. La fatiga postural, de la adopción de malas posturas o posturas forzadas repetitivas. “Las operaciones de carga, de no realizarse correctamente, entrañan importantes riesgos, en particular problemas de espalda dorsolumbares (lumbalgias, lumbo-ciáticas, hernias discales, etc)”, advirtió.
Como curiosidad y respecto a la higiene postural, Arrien quiso desterrar el concepto de “buena postura”. A su juicio “no existe la postura ideal”. Lo más conveniente para la salud es cambiar de posturas, alternar las posiciones de sedestación con las de bipedestación y combinarlas con otras que impliquen movimiento.
Manejo físico domiciliario
El manejo físico domiciliario (y en residencias) de personas con daño cerebral o enfermedad neurológica implica proporcionar cuidados y atención. En muchas ocasiones puede requerir la adaptación del entorno, sobre todo del cuarto de baño. Iban Arrien expuso algunas pautas generales para la prevención de caídas, sin olvidar la buena sedestación (forma en que una persona se sienta) y el tratamiento postural en cama. Respecto a este último punto destacó las siguientes pautas para mantener una buena posición en la cama:
- estimular el lado más afecto
- utilizar de forma correcta la colocación de almohadas
- postura adaptada a cada paciente (en aspa, horizontal…)
- realizar una correcta alineación de cada miembro
- en hipertonías severas: posturas inhibitorias
- en hipersensibilidad: utilizar arcos de cama
Consejos de mecánica corporal
Como resumen de este seminario eminentemente práctico en el que se mostró, entre otras transferencias, cómo pasar de la cama a la silla y viceversa, cómo hacer la incorporación en la cama, el desplazamiento hacia cabecero, la forma de sentar al borde de cama, de pasar de la silla de ruedas a la cama o a un sillón, el responsable de nuestra Área de fisioterapia y también presidente del Colegio de Fisioterapeutas del País Vasco aconsejó:
- Pedir colaboración máxima de la persona que vamos a movilizar. No obviarla por “ganar tiempo”.
- Siempre mantener el peso lo más cerca posible del cuerpo.
- Apoyar firmemente los pies al suelo. Separar los pies 50cm aprox. uno del otro. Situar uno un poco más adelantado buscando el equilibrio adecuado.
- Utilizar los músculos de las piernas para dar el primer impulso a la persona que vamos a levantar. Con las piernas flexionadas, manteniendo el muslo y pantorrilla en un ángulo superior a 90º.
- Servirnos de la gravedad y de la colocación de los objetos para desplazar a la persona desde plano superior a inferior y viceversa.
- Asegurar el agarre con palma de la mano y base de los dedos. Si la superficie de agarre es mayor, se reduce el esfuerzo.
- Levantar el peso estirando las piernas y manteniendo la columna vertebral recta y alineada. Llevar cabeza con el mentón ligeramente hacia dentro.
- Los brazos deben trabajar estirados, manteniendo las cargas suspendidas y no elevadas. Es menos costoso y evita la fatiga inútil de los músculos del brazo.
- Nunca efectuar giros de cintura cuando se sostenga una carga. Debe cambiarse la posición de los pies y luego girar todo cuerpo.
- Según dimensiones y necesidades de la persona dependiente, no dudar en pedir ayuda o en utilizar medios mecánicos.
No solo proporcionó entrenamiento en técnicas de movilización, sino que Iban Arrien insistió también en la selección del equipo y los apoyos adecuados para movilizar con seguridad. “Espalda recta, piernas flexionadas, carga cerca del cuerpo, presas consistentes, pies separados (uno en dirección movimiento), utilizar apoyos y el contrapeso del cuerpo”, resumió.
Al aprender y utilizar las técnicas adecuadas de movilización de personas con enfermedad neurológica en casa, se reduce la carga física y emocional de los cuidadores domiciliarios, se previenen lesiones y se mejora la seguridad y la calidad de vida, tanto de la persona enferma como de quien la cuida. Por todo ello, el contenido del seminario fue muy bien recibido. Además, el diploma que obtienen con la participación en este curso ayuda a las personas cuidadoras a encontrar trabajo en los domicilios.