Tras suspenderse la docencia y atención en centros educativos y sociosanitarios, la Unidad de Día de Daño Cerebral Adquirido de Hermanas Hospitalarias en Tenerife, pionera en Canarias, ha dado apoyo y asistencia integral como se venía haciendo hasta el momento, pero, en estos días, con el aislamiento como referencia y medida preventiva frente al virus.
Al equipo de la Unidad de Día de Daño Cerebral Adquirido de Hermanas Hospitalarias Acamán no lo frena ni la Covid-19 ni un huracán. En estos tiempos difíciles, sus profesionales han continuado asistiendo a usuarios y usuarias a través de las pantallas.
La pandemia mundial del SARS-CoV-2, o coronavirus- como todos y todas conocemos al patógeno que la causa- no solo nos ha obligado a quedarnos en casa, sino que también nos ha puesto sobre la mesa la necesidad de reinventarnos. Y eso es lo que han hecho los y las profesionales responsables que conviven, día a día, con las 35 personas usuarias que forman parte de la Unidad.
“Un día estábamos recibiendo a los usuarios y usuarias en el Centro y al siguiente tejiendo una red de trabajo virtual que permitiera seguir brindándoles nuestra ayuda”, recuerda Mariana Cairós, coordinadora de la Unidad. “Todos y cada uno de los integrantes del equipo transdisciplinar aunaron fuerzas y se pusieron manos a la obra con la intención de dejarles claro a nuestros chicos y chicas que, ni siquiera en tiempos de la Covid-19, iban a librarse de nosotros”, esbozó con un toque de humor la doctora en Psicología.
Y así lo han hecho desde que el pasado 14 de marzo se decretara el Estado de Alarma tras la crisis sanitaria que azotaba al país. Psicólogos, neuropsicólogos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, logopedas y personal de atención directa, con el ingenio y la tecnología por bandera, hicieron del teletrabajo la piedra angular que permite continuar con las diferentes terapias desde casa.
Los 15 profesionales que conforman el equipo organizan el trabajo a través de reuniones que, desde el salón de su casa, les permiten esquematizar y coordinar el trabajo que se refleja en forma de terapias teleasistidas con cada uno de los usuarios y usuarias. Desde la Unidad, siempre se ha fomentado el trabajo de forma individualizada con cada uno de los usuarios y usuarias y, durante estas semanas, no podía ser de otra manera.
Se preguntarán, ¿cuál es el objetivo de esta nueva forma de actuación? Proporcionar aliento y apoyo psicológico individualizado al conjunto de usuarios y usuarias para afrontar el confinamiento de la mejor manera posible, así como ofrecer pautas técnicas respecto a las diferentes disciplinas- como pueden ser la fisioterapia y la logopedia, entre otras- que fomenten y aseguren, en la medida de lo posible, su mantenimiento físico y cognitivo en tiempos de la COVID-19.
“La capacidad adaptativa de profesionales, usuarios y usuarias, y familias ha hecho posible anexar la tecnología al trabajo, y así, continuar cumpliendo los objetivos fijados”, apunta Cairós. “Al principio jugábamos con la incertidumbre, puesto que la situación que se nos avecinaba se salía de la cotidianeidad de la Unidad, pero, gracias al trabajo en equipo y a las ganas de seguir adelante de nuestros usuarios y usuarias lo hemos conseguido”, señala satisfecha.
En el vídeo que puede verse sobre estas líneas, profesionales del área de Psicología de Hermanas Hospitalarias Acamán explican a las personas usuarias cómo identificar lo que piensas y sientes en estos momentos, así como las técnicas necesarias para actuar y conseguir combatir el estrés.
Desde hace ya cerca de dos meses, se ha logrado mantener activa la atención a demandas específicas individuales que faciliten estrategias de manejo en situaciones o conductas problemáticas que se puedan dar en el día a día, aunque, esta vez, teniendo en cuenta un factor añadido: debemos permanecer en casa por el bien de todos y todas.
“Dentro del marco de atención integral a la persona que se lleva a cabo desde la institución, debemos actuar acorde a las necesidades actuales”, explica la coordinadora de la Unidad durante la entrevista mantenida, y por ello, quiso reiterar “la importancia de mantener la frecuencia de contacto semanal con cada uno de los usuarios y usuarias, así como con sus familias”.
Los 35 usuarios y usuarias que engranan el motor de la Unidad y dan sentido al trabajo del conjunto de profesionales que la conforman cuentan con un servicio telefónico a su disposición y a la de sus familiares. De esta forma trasladan las necesidades que les surgen y guardan relación con las disciplinas que, de forma transversal se vienen aplicando en Hermanas Hospitalarias Acamán desde 2018, para favorecer la evolución de las personas con Daño Cerebral Adquirido de Canarias.
“El apoyo se mantiene con una frecuencia de contacto semanal realizado a través de llamada telefónica o videollamada, según las necesidades de cada usuario y usuaria”, explica Cairós, quien también añade que “existe un técnico responsable por cada grupo de usuarios y usuarias, el cual se encarga de llevar a cabo el contacto. Además, los diferentes profesionales van rotando para que, cada uno con su rol, vayan cubriendo las diferentes necesidades en cuanto a la atención personalizada”.
Tal y como nos cuentan, el procedimiento de teletrabajo se adelanta detectando las necesidades de cada usuario y usuaria. Podríamos decir, a ‘pie juntillas’, que el equipo de profesionales de la Unidad va un paso por delante a la hora de valorar qué necesitan sus chicos y chicas en estos tiempos en los que, todos y todas, permanecemos confinados.
Cierto es que, y así nos lo hace saber la coordinadora de la Unidad, no ha sido fácil. Continuar con la programación de actividades, hacerlas llegar y que se lleven a cabo ha requerido un trabajo de fondo que, sin duda, es digno de admirar y, sobre todo, ha valido, vale y seguirá valiendo la pena.
Sin duda, la profesionalidad, el compromiso con su labor y la capacidad de los y las profesionales de la Unidad a la hora de reinventarse dan como resultado una praxis que- con la tecnología como canal- permite seguir consiguiendo que los usuarios y usuarias sientan la presencia de un equipo que persigue un mismo objetivo: la evolución de las personas con daño cerebral adquirido de Canarias.
“El teletrabajo se ha convertido en una realidad que no habría sido posible sin la profesionalidad de cada uno de los integrantes del equipo que conforma la Unidad de Día Daño Cerebral Adquirido de Hermanas Hospitalarias Acamán. Ellos y ellas, junto a nuestros chicos y chicas, son capaces de derribar cualquier obstáculo, y no existe distanciamiento que pueda con ello. Gracias por hacerlo posible”. Así concluyó su entrevista Mariana Cairós, y así terminan unas líneas que demuestran que poner pasión en lo que hacemos y trabajar en equipo puede con todo, pase lo que pase.