Desde el Complejo Acamán, dimos a conocer los beneficios de la rehabilitación robótica de la mano en el programa de radio ‘Mirando al sur’.
La Unidad de Día de Daño Cerebral Adquirido de Acamán continúa captando la atención de los medios de comunicación. Ayer, la emisora Onda Tenerife invitó a participar en su programa ‘Mirando al Sur’ a Patricia Heras e Isabel Marrero, terapeuta ocupacional y usuaria de la Unidad, respectivamente. El motivo: conocer los beneficios de la utilización del robot Amadeo® para la rehabilitación de la mano, único en Canarias.
Durante el programa, que puede escucharse íntegro en el enlace inferior, Patricia Heras explicó que comenzaron a trabajar con Amadeo® a primeros de septiembre, que suma en las sesiones de rehabilitación y que al menos la mitad de las personas usuarias de la Unidad están beneficiándose de su tecnología.
Nuestra terapeuta describió cómo se coloca la mano con imanes anclados al robot, que se adapta a la posición de la mano y sus particularidades, y que puede utilizarse tanto como movimiento activo como pasivo, en las personas que no tienen mucha movilidad. La rehabilitación rebótica “genera una respuesta, gracias a las propiedades neuroplásticas del cerebro, creando así esa red neuronal que se perdió y se intenta buscar de nuevo”, -explica. De este modo, “poco a poco se intenta trabajar la fuerza, el tono muscular, el rango articular de esa mano e ir mejorando”.
Se puede trabajar con todos los dedos o solo con los que sea necesario únicamente.
Patricia Heras contó que trabajar con este robot también rehabilita a nivel cognitivo, ya que, a través del movimiento de la mano, en una pantalla se realizan ejercicios de cálculo, la secuenciación, la categorización… La duración y frecuencia de las sesiones depende. Hay que preparar la mano previamente, porque hay algunas que son espásticas o tienen otro problemas. Las sesiones se organizan dependiendo de la resistencia y el ánimo de cada persona.
Como usuaria, Isabel Marrero dice: “Te ayuda un montón a la rehabilitación de la mano”. Las sesiones con Amadeo® le transmiten muy buenas sensaciones. “En el centro se hacen muchos talleres pero Amadeo me encanta”. Encantada también con los profesionales del centro, ha ido recuperando parte de la movilidad perdida en el brazo y la pierna izquierdos tras el ictus, y describe las actividades del día a día en el centro: talleres de relajación, estimulación cognitiva, fisioterapia, deportes… En grupo e individuales. La Unidad Diurna dedicada al daño cerebral cuenta también con un logopeda y dos neuropsicólogas, además del personal de atención directa.
El ambiente en Acamán es muy familiar, con personas de distintas edades, “de 23 años que tiene nuestra benjamina en adelante”. A preguntas de los periodistas de Mirando al Sur sobre qué hay que hacer para solicitar plaza en la UDC de Acamán, Patricia Heras subrayó que tiene que haber pasado un año desde que sufrieron el ictus, que es cuando se considera que son pacientes crónicos. “Cuanta más demanda haya, más centros se podrán crear y mejor para todos será”, concluyó.
Hospitalidad de oro
Este año 2019, el Complejo Acamán cumple su 50 aniversario. ‘Hospitalaidad de oro’, el último episodio de Pueblo de Dios se ha dedicado a hablar del trabajo de Hermanas Hospitalarias en Tenerife, trabajo que es sinónimo de calidad y calidez en el cuidado. Este año es especial, porque el Cabildo de Tenerife ha entregado a la congregación la medalla de oro de la isla.
“En los centros de Hermanas Hospitalarias ACAMÁN trabajan más de 150 profesionales, dedicados a la atención integral de personas con diversidad funcional. El complejo cuenta con un colegio de educación especial, un centro de atención diurna, un centro especial de empleo y, desde 2017, una unidad de daño cerebral adquirido, pionera y única en Canarias. Las Hermanas han extendido su modelo de hospitalidad al sur de Tenerife”, declara Juan Carlos Griñón, el gerente del Complejo donde se busca facilitar la vida a las personas con necesidades especiales y también a sus familias.