Con el neopreno se mantiene el calor corporal más tiempo, de modo que se puede practicar deporte o terapia acuática sin tener que abandonar debido al frío.
La diferencia entre disponer o no de un traje térmico adaptado a las necesidades de las personas con discapacidad puede ser que estas puedan o no practicar un deporte acuático, acceder a sesiones de hidroterapia como parte de su programa de neurorrehabilitación o simplemente disfrutar y relajarse en la piscina o en la playa.
“Había que hacer un traje para solventar estos problemas, que pudiera ponerse con facilidad y evitara el frío”, dice Cristina Solaun, diseñadora de Seland. Y para darnos a conocer los nuevos modelos de su empresa, se acercó el viernes 22 al Centro de Neurorrehabiltiación Aita Menni de Bilbao.
El agua puede ser un medio muy adecuado para la rehabilitación y mantenimiento físico de una persona con discapacidad. Cuando flota en el agua, su cuerpo se libera de esas ataduras físicas que conlleva la parálisis y disfruta de la ingravidez. Pero debido a sus dificultades, las personas con discapacidad no se mueven lo suficiente en el agua para generar calor y la temperatura les baja rápidamente. La utilización de un traje térmico es fundamental.
Los trajes térmicos de Seland sirven para estar cuatro veces más tiempo en al agua, gracias al tejido polar que llevan en el interior. Además de protección a los golpes, incorporan un sistema que regula el equilibrio con flotabilidad negativa o positiva según las necesidades.
Sistema de fácil colocación
Son neoprenos especialmente diseñados para poner y quitar con facilidad. Como puede verse en el vídeo al que se accede en este enlace, están pensados para que se los puedan poner con o sin ayuda personas con movilidad reducida, con discapacidad moderada, severa o total en pocos minutos. El traje se abre totalmente, la persona se tumba o se sienta encima y se va cerrando como un sobre por los laterales mediante velcros. El collar cervical mantiene la cabeza sujeta y fuera del agua en la posición adecuada, gracias al neopreno con foam interior distribuido para regular el equilibrio según las necesidades de cada persona. Para mayor necesidad y seguridad lleva una pieza accesoria (pull-neck) para reforzar la dirección del cuello. Así se asegura la inmovilidad de la cabeza y facilita el trabajo del fisioterapeuta.
Un traje como estos resulta de gran utilidad para disfrutar de los beneficios del agua y puede facilitar el trabajo tanto a cuidadores como a profesionales de la rehabilitación. Con el neopreno se mantiene el calor corporal más tiempo, de modo que se pueden hacer los ejercicios sin tener que suspenderlos enseguida a causa del frío.