El Hospital Beata María Ana ofrece un intenso día de formación para que familiares y cuidadores de personas adultas con lesión cerebral puedan entender sus consecuencias y responder mejor a las situaciones más frecuentes. Hace unos meses, el centro organizó una jornada similar dedicada a familias y cuidadores de niños y niñas con DCA.
Desde hace más de una década, los centros de la Red Menni de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias organizan cursos periódicos de formación para proporcionar pautas generales de manejo a familiares y cuidadores de personas que han sufrido una lesión cerebral. El objetivo es ofrecer herramientas de carácter práctico para afrontar algunas de las situaciones más frecuentes. Una de las últimas formaciones ha sido la celebrada recientemente en el Hospital Beata María Ana.
La jornada formativa, que tuvo lugar el día 3 de noviembre, comenzó con la presentación por parte del coordinador de la Unidad de Daño Cerebral, el neuropsicólogo Marcos Ríos, que habló de la complejidad del daño cerebral y de algunos aspectos básicos que hay que tener en cuenta. Su introducción dio paso a Begoña González y David de Noreña, quienes abordaron el comportamiento, las emociones y las funciones cognitivas de los pacientes. Las logopedas Patricia Ontiveros y Cristina Arias explicaron qué es la disfagia y algunas pautas para su manejo así como las dificultades de comunicación que pueden tener las personas tras un ictus u otro tipo de DCA.
Tras una pausa comenzó el siguiente bloque, dedicado a secuelas más de tipo físico y sensorial. Paloma Fernández, fisioterapeuta de la Unidad, expuso la importancia de un posicionamiento y alineación, más que pensar en realizar interminables sesiones de fisioterapia. A continuación, Pedro Serrano, terapeuta ocupacional, describió la importancia del uso de la silla de ruedas, el apoyo que supone la tecnología robótica para las personas con DCA y la utilidad de algunos procedimientos para las actividades básicas de la vida diaria (ABVD). Puso fin a este bloque la doctora Paulina Oliva, médica rehabilitadora del servicio, que explicó las líneas generales que sigue una buena rehabilitación. Más adelante, la enfermera del servicio Cruzneybi Quiroz destacó la participación de los profesionales de enfermería en el cuidado de los pacientes y la importancia de la continuidad de los turnos durante todo el tiempo de hospitalización, “ya que son los ojos y manos de los terapeutas”.
El programa previsto siguió con la intervención de la trabajadora social Silvia Illescas que suscitó mucho interés al informar sobre las ayudas que se pueden obtener a través de servicios sociales y Ley de Dependencia. Como colofón de la jornada, Margarita Pascual, psicóloga de familia, destacó el papel de la familia en la calidad de vida de los y las pacientes y presentó a un invitado muy especial, Enrique Criado, que fue paciente de la unidad y actualmente es presidente de la (ICAM) y que quiso compartir el relato de su caso como persona afectada y a quien queremos agradecer especialmente su colaboración en diversos ámbitos.
En el intenso día de formación, participaron familiares y personas con daño cerebral, integrantes del voluntariado del hospital y varias personas interesadas en conocer las consecuencias del daño cerebral adquirido. La participación activa de las familias resultó muy enriquecedora; hizo que las sesiones fueran más interesantes y acordes con sus intereses, que era el objetivo de dicha jornada.