El equipo de profesionales del Hogar Funcional Reconecta2, de Hermanas Hospitalarias Acamán, trabaja para que las personas usuarias con daño cerebral adquirido que allí conviven cuenten con un proyecto de vida basado en la autodeterminación.
El 5 de mayo, Día Europeo de la Vida Independiente, en nuestro centro de La Laguna (Tenerife) aprovechamos la ocasión para reflexionar sobre los desafíos y los logros de las personas con discapacidad y daño cerebral adquirido (DCA) en su búsqueda de autonomía y plena participación en la sociedad. La fecha nos recordó la importancia de eliminar barreras, fomentar la inclusión y promover la vida independiente como un derecho fundamental para todas las personas, independientemente de sus capacidades.
Para aquellas personas que han sufrido daño cerebral, la búsqueda de la independencia puede ser un camino lleno de obstáculos, pero también de esperanza y posibilidades. Es por ello que en Hermanas Hospitalarias Acamán trabajamos día a día desde diferentes áreas, entre ellas la terapia ocupacional y la integración social, para apoyar a estas personas en su viaje hacia una vida más autónoma y satisfactoria.
La terapia ocupacional desempeña un papel fundamental en este proceso, ayudando a las personas con daño cerebral a desarrollar y mejorar sus habilidades motoras, cognitivas y emocionales para que puedan realizar actividades cotidianas de manera independiente.
El Hogar Funcional Reconecta2
En el Hogar Funcional Reconecta2, donde conviven diez personas con daño cerebral adquirido, se trabaja en el reentrenamiento de las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) como el aseo personal y vestido, y las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD) asesorando en ayudas técnicas para el manejo de cubiertos, así como en el desarrollo de habilidades sociales y laborales. Además, desde la terapia ocupacional abordamos distintas áreas para mejorar la calidad de vida de las personas con daño cerebral. Es por ello que nuestro equipo de terapeutas ocupacionales también juega un papel crucial en la adaptación del entorno físico, para hacerlo más accesible y seguro, permitiendo a las personas usuarias desenvolverse de manera independiente.
No obstante, la vida independiente va más allá del ámbito físico. La integración social y comunitaria es igualmente importante para el bienestar emocional y psicológico de estas personas. Es por eso que los programas de integración social se centran en proporcionar oportunidades para que participen activamente en la comunidad, desarrollen relaciones significativas y se sientan valoradas por quienes les rodean. Todo ello se consigue a través de actividades recreativas, programas de voluntariado y grupos de apoyo, con lo que damos sentido de pertenencia a las personas y promovemos su autoestima y la confianza en si mismas.
La integración social no solo beneficia a los individuos con daño cerebral, sino que enriquece a toda la comunidad al promover la diversidad y la inclusión. A través del trabajo conjunto de profesionales de la terapia ocupacional, con gran experiencia y cualificación en integración social, y la sociedad en su conjunto, podemos crear un mundo más inclusivo y accesible donde todas las personas tengan la oportunidad de vivir una vida independiente y plena.
En conclusión, el Día de la Vida Independiente nos recuerda que la autonomía es un derecho fundamental para todas las personas, y desde Hermanas Hospitalarias Acamán trabajamos para hacerlo posible, avanzando así en el camino hacia una realidad más inclusiva. Admiramos el espíritu de resiliencia y determinación de estas personas, y desde nuestra Institución nos comprometemos a seguir apoyándolas en su propósito de vida con autodeterminación.