Irene Domínguez Jiménez, terapeuta ocupacional de la Unidad de Rehabilitación Infantil del Hospital Beata María Ana, acudió al espacio radiofónico ‘¿Estoy aquí me ves?’ de Hiru Hamabi para explicar el trabajo que realizan los profesionales de su área.
¿Qué hace un terapeuta ocupacional? ¿En qué puede ayudar a un niño que ha tenido un daño cerebral? La terapeuta ocupacional Irene Domínguez Jiménez, de la Unidad de Rehabilitación Infantil del Hospital Beata María Ana, fue respondiendo una a una las preguntas de la presidenta de Hiru Hamabi, Mar Ugarte, en el programa de radio de la organización ‘Estoy aquí, me ves? Hemen nago, ikusten nauzu’. Hiru Hamabi fue la primera asociación que se fundó en España para apoyar a las familias afectadas por el DCA infantil.
Tras felicitar a la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana por haber cumplido diez años y desearle que cumpla muchos más, la conductora del programa preguntó por las diferencias en el tratamiento del daño cerebral según la edad, más allá de la singularidad de cada caso. Dado que buscar el desempeño más satisfactorio de las ocupaciones significativas de cada persona es nuestro fin, debemos tener presente las distintas actividades de la vida diaria propias de la infancia y de la edad adulta, puntualizó nuestra invitada. También es muy diferente abordar una etapa que se encuentra en desarrollo. “Hay que tener en cuenta qué actividades realizaría un niño de su edad; y sobre todo tener presente a la familia en este proceso de rehabilitación. Y ya no solo eso, sino tener muy en cuenta también al niño, que se encuentra en ese proceso de desarrollo”. Esto significa que no hay que contemplar solo aquello que está afectado sino lo que esto puede condicionar al resto de áreas de desarrollo; “esa interrupción del desarrollo normal puede influir más adelante, cuando las demandas del entorno son mucho mayores, y eso también hay que atenderlo”, explicó Irene Domínguez.
Además del necesario seguimiento en el tiempo tras la etapa aguda y la rehabilitación, durante la entrevista quedó patente que el equipo terapéutico ha de estar muy unido al equipo escolar, puesto que es en el entorno escolar donde se pueden manifestar algunas dificultades. “La comunicación con los profesores nos puede ayudar mucho” para saber si nos ha de preocupar o no cómo se está desenvolviendo el niño o niña en ese ambiente más exigente, incluida su interacción con los demás en el patio, por ejemplo.
“Siempre trabajamos buscando el mayor grado de autonomía del paciente en las actividades de la vida diaria”
Juego y atención temprana
La importancia de contar con una atención temprana ocupó parte de esta interesante conversación entre la representante de la asociación de DCA infantil y nuestra terapeuta ocupacional. Los niños y niñas afectados por un daño cerebral se encuentran en esa etapa de desarrollo, tanto a nivel sensoriomotor como cognitivo, social, emocional, de autonomía…. La afectación de una sola de esas áreas condiciona el resto. Se ve muy claro como el DCA puede limitar el juego y por tanto cómo condiciona el aprendizaje.
El juego es la ocupación principal de la infancia, a través de la cual van adquiriendo todos esos aprendizajes en todos los niveles. Si ahí encontramos una dificultad que interfiere, esa dificultad va a condicionar su experiencia y su desarrollo. Por todo eso es muy importante el diagnóstico precoz y una intervención temprana.
Irene Domínguez puso el ejemplo de los objetivos comunes marcados tras la valoración por parte del equipo en el caso de una pequeña, entre los que, por supuesto, se incluye jugar. Hay que escuchar la entrevista para conocer cómo la buena relación terapéutica entre la familia y el equipo terapéutico puede dar solución a algunas preocupaciones, conseguir mayor autonomía en el vestido, en el aseo, la alimentación, etc. En definitiva, contribuye a que niños y niñas con DCA puedan adaptarse mejor a la nueva situación en todos los entornos. Desde objetivos pequeños como comer con los dedos a otros mayores como usar los cubiertos, vestirse, lavarse las manos, cepillarse los dientes, peinarse, ponerse las gafas, ducharse, pasar un fin de semana en casa de los abuelos… Cada DCA, cada niño o niña, cada familia es diferente. Hay que individualizar pero “esperamos que las familias hayan podido verse identificadas y que con el programa les hayamos podido ayudar”, concluyen Mar Ugarte y nuestra terapeuta ocupacional al finalizar este espacio en Radio Ática.
Mi nombre es Héctor, mexicano de 71 años.
Mi esposa sufrió hace 3 meses un accidente cerebro-vascular. Estamos siguiendo un programa de rehabilitación, que le está haciendo recuperar poco a poco, coordinación, fuerza y destrezas neuro-motoras
A nivel sensorial, lo mas notorio es la afectación visual que se manifiesta principalmente en la pérdida de movilidad en el sentido vertical, particularmente del centro, hacia arriba.
Mi pregunta es que tánto es posible la recuparación de éste movimiento, y en su caso, que tipo de terapia puede emplearse?
Hola, muy buenos días, Héctor:
Sin hacer una valoración no podemos ayudarles desde aquí.
Un cordial saludo y mucho ánimo.