Los problemas mentales que se derivan de las patologías del sistema vascular cerebral están menos estudiados que las alteraciones motoras, a pesar de ser igualmente prevalentes. “El reconocimiento, la descripción, la comprensión y el tratamiento de estos trastornos es un componente esencial de un programa de rehabilitación integral de los ictus“, ha asegurado José Ignacio Quemada, director de la Red Menni de Daño Cerebral, en las X Jornadas de Actualización de Médicos Rehabilitadores celebradas en Islantilla, Huelva.
El doctor Quemada, también responsable del Servicio Daño Cerebral del Hospital Aita Menni y vicepresidente de la Sociedad Española de Neurorrehabilitación, ha explicado que “los cambios psíquicos secundarios a los ictus pueden agruparse en cuatro grandes grupos, tres muy frecuentes: los trastornos emocionales, las alteraciones de conducta y los déficits cognitivos, y un cuarto más inhabitual, los trastornos delirantes”. Quemada también se ha referido a síndromes asociados como las afasias y las apraxias, la negligencia y los déficit visuoespaciales así como a la amnesia.
Según el doctor, los trastornos afectivos, la depresión y la labilidad emocional responden bien a antidepresivos de nueva generación, ISRS o duales. También los trastornos del sueño y la irritabilidad pueden mejorarse farmacológicamente. La mirtazapina o la trazodona son dos buenas opciones.
Una patología en ascenso
Los ictus afectan cada año a más de 100.000 personas en España y son la primera causa de discapacidad de las personas adultas. El tratamiento de sus trastornos mentales requiere la utilización de diversas herramientas, entre las que destacan la psicofarmacología, la rehabilitación neuropsicológica, los abordajes psicoterapéuticos “y siempre la atención a familias”, remarca el doctor Quemada.
La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (SERMEF) ha organizado estas jornadas, en las que participan 250 médicos rehabilitadores, para difundir todas las actividades de actualización e investigación que se llevan a cabo en los servicios de rehabilitación.
El reconocimiento, la descripción, la comprensión y el tratamiento de estos trastornos es un componente esencial de un programa de rehabilitación integral de los ictus