Tras sufrir un daño cerebral, un alto porcentaje de personas presenta como secuela dificultad o imposibilidad para tragar. La evaluación y el manejo nutricional de la disfagia orofaríngea por parte de un equipo pluridisciplinar optimiza el plan de tratamiento.
En la práctica diaria, profesionales y familiares de pacientes se encuentran con frecuencia con alteraciones de la deglución, bien debido a un daño cerebral adquirido o a otras muchas causas: parkinson, alzheimer, esclerosis…
La disfagia puede originar complicaciones respiratorias, desnutrición y deshidratación. No hace falta recordar que es muy importante mantener una nutrición y una hidratación adecuadas, y a la vez garantizar la seguridad de la ingesta oral.
Por ello, la pasada semana, Patricia Murciego Rubio, una de las logopedas de la Unidad de Daño Cerebral del Centro Hospitalario P. Benito Menni, de Valladolid, experta en terapia orofacial y miofuncional, compartió con sus compañeros del centro sus conocimientos sobre la disfagia.
Las “Pautas básicas de manejo en pacientes con disfagia” explicadas por Patricia Murciego ayudarán a mejorar la calidad de la asistencia en este centro, con una atención más especializada y segura a esta patología de grandes complicaciones, que requiere un equipo profesional cualificado y multidisciplinar.