Son numerosos los estudios que describen y avalan los distintos beneficios que, sobre todo, las personas más vulnerables obtienen de la compañía de los animales
Tal y como nos cuenta Andrea Lasheras, terapeuta ocupacional en el Centro de Rehabilitación Neurológica Aita Menni de Bilbao, los beneficios derivados del contacto con animales se han ido observando a lo largo de la historia y este interés por los animales como agentes terapéuticos se ha ido plasmando en las últimas décadas en forma de estudios científicos. Así, se han ido describiendo una serie de beneficios directamente relacionados con la interacción con peces, pájaros, caballos, perros, etc.
Hablar, tocar a un animal; relacionarse con él, aunque no sea necesariamente propio, conlleva efectos tranquilizadores. Los animales de compañía ofrecen uno de los medio más accesibles para mejorar la calidad de vida de las personas; son por sí mismos un sistema de amor incondicional, compañeros cálidos y afectuosos que están siempre disponibles, una fuente de relajación y diversión que está siempre cerca, y sus demandas son simples y sin complicaciones. Obtener su compañía es fácil y a las personas con daño cerebral les encanta.
Animales como Rusty, el perro labrador que vemos en las fotos, un perro de asistencia en entrenamiento de la Fundación Bocalán que en un futuro se entregará bien a una persona con discapacidad física, a un niño con autismo o a alguien con diabetes, proporcionan compañía y sensación de seguridad. También ofrecen oportunidad de diversión, juego y relajación, lo que provoca una disminución de la sensación de angustia y menor necesidad de visitas médicas, según algunos estudios. Tanto es así que en los últimos años se han comenzado a implantar en diferentes centros terapias asistidas por animales o programas de zooterapia, como en el Centro de Día de Daño Cerebral Bekoetxe, del IFAS, con el que colabora la Unidad de Daño cerebral del Hospital Aita Menni. Andrea Lasheras es alumna del Curso de Entrenadores de Perros de Asistencia que realiza la Fundación Bocalan y llevó a Rusty al trabajo como parte de su entrenamiento.
Efectos fisiológicos
Dentro de los estudios más interesantes reunidos por Andrea de Lasheras se encuentra el de Katcher,A. H., Friedmann, E., Beck, A.M.& Lynch, J.J. (1983) “Looking, talking and blood pressure: The physiological consequences of interaction with the living environment”. en A.H. Katcher & A.M. Beck (ed.), New perspectives on our lives with companion animals (pp. 351-359). Filadelfia, PA: University of Pennsylvania Press, que refiere un descenso de la presión arterial de las personas cuando se encuentran en compañía de animales. Por otro lado, Friedmann, E., Katcher, A.H., Lynch, J.J. & Thomas, S.S. encontraron en 1980 un mayor índice de supervivencia de los propietarios de animales comparados con los no propietarios al año de ser dados de alta de una unidad coronaria (Animal companions and one-year survey of patients after discharge. Public Health Reports, 95, 307-312).
Los mismos autores relataron en 1986 la moderación de la frecuencia cardíaca en estudiantes de secundaria en presencia de un perro en su obra “Effect of the presence of a pet on cardiovascular response during communication in coronary prone individuals”. La reducción de la tensión arterial y la frecuencia cardíaca, y una disminución de los indicadores de angustia durante el estrés producido por exámenes médicos simulados en niños sanos, asociadas a la presencia de un perro amistoso, se recogen en el artículo “The efffects of the presence of a companion animal on psychologic arousal and behavioural distress in children during physical examination” publicado en Journal of Pediatric Nursing (12, 323-330) por Nagergost, S.L., Baus,M.M.,Megel,M. & Leibowitz, J.M. en 1997.
Así, es reseñable la respuesta fisiológica que se produce al observar a un animal o estar en su presencia. Uno de los estudios refiere menor tensión arterial en niños en presencia de un investigador acompañado con un perro, y también una atenuación de la respuesta cardiovascular al estrés que se presenta al tener que leer en voz alta en niños, asociada a la presencia de un perro, etc. (Friedmann, E., Katcher, Thomas, S.A., Lynch, J.J. & Messent, P.R. 1983b; “Social interaction and blood pressure: Influence of animal companions”. Journal of Nervous and Mental Disease,171, 461-465).
Otros investigadores van más allá, al afirmar que el contacto con animales no sólo ayuda en la recuperación de enfermedades cardiovasculares sino que podría ayudar a prevenirlas (Anderson,W.,Reid,P.& Jennings,G.L., 1992. “Pet ownership and risk factors for cardiovacular disease”. Medical Journal of Australia, 157,298-301).
Beneficios psicosociales
Se han descrito con profusión los efectos de los animales de compañía en la soledad y en la depresión como “amortiguadores de la adversidad”. Entre estos efectos destacan la disminución del sentimiento de soledad, el aumento del optimismo, del interés en hacer planes para el futuro y de la tranquilidad en mujeres mayores que viven solas. Además, se ha probado que en los niños que presentan trastornos de déficit de atención e hiperactividad, así como trastornos de conducta, los animales pueden servir como herramienta para atraer, mantener y dirigir la atención hacia el exterior, disminuyendo la agitación y las agresiones.
El estrés que puede producir salir a la calle a personas con discapacidad, o trabajar en un entorno peligroso (como sucede a los agentes de policía), puede reducirse con la compañía constante de un perro de trabajo, asegura Andrea de Lasheras citando a L.A. Hart. El mismo autor subraya que “los efectos y beneficios descritos no deberían tomarse como evidencia para recetar animales de compañía de manera general, ya que la respuesta a los animales varía con cada persona”.
En cualquier caso, la mayoría de los estudios sugieren que la presencia de un animal tiene el potencial de influir en la respuesta al estrés, aunque no lo hace de manera uniforme (Aubrey H. Fine ed., 2000. Handbook on Animal-Assisted Therapy. Theoretical Foundations and Guidelines for Practice. (p. 57) Cal State Polytechnic University, Pomona, California).
Entre los efectos de la relación con animales sobre la salud psicológica, J. Sebkova describió en 1977 un menor nivel de ansiedad en adultos en un entorno altamente estresante cuando la investigadora estaba acompañada de su perro en comparación a cuando estaba sola. De igual modo, se detectó un menor nivel de depresión asociada a la presencia de una jaula con pájaros en un programa de atención a personas adultas (Holcomb, R., Jendro, C., Weber, B. & Nahan, U.1997. “Use of an aviary to relieve depression in elderly males “. Antrozoös, 10, 32-36).
Nuestra terapeuta quiere reflejar también un estudio realizado con escolares usuarios de una silla de ruedas en clases en las que la mayoría de los niños no tenían discapacidad. En esta investigación se observó que los niños en silla de ruedas que tenían un perro de servicio estaban más acompañados en el patio de recreo que los que no lo tenían. Podría decirse que los perros lograban que los niños sanos se olvidasen de la silla de ruedas, propiciando un entorno psicosocial más normal.
Andrea Lasheras nos recomienda, además, la siguiente bibliografía:
– SIEGEL. J.M, 1993. “Companion animals: In sickness and in health”. Journal of Social Issues, 40 (1), 157-167.
– GOLDMEIER. J, 1996. “Pets of people: Another research note”. The Gerontologist, 26, 203-206.
– MADER, B., HART, L.A. & BERGIN,B. 1989. “Social aknowledgements for children with disabilities: Effects of service dogs”. Child Development, 60, 1528-1534.
– HART, L.A., ( Center for Animals in Society, School of Veterinary Medicine, University of California, Davis, California. ). (2000). “Handbook on Assisted-Animal Therapy. Theoretical Foundations and Guideline for Practice. AUBREY H. FINE (ed). California. U.S.A.
– KATCHER , A.H. 1981. “ Interactions between people and their pets: Form and Function “. En B. Fogle ( ed.), Interrelationships between people and pets ( pp. 41-67). springfield, Il: Charles C. Thomas. ; BAUN et al. (1984). “ Physiological effects of human/companion animal bonding”. Nursing research, 33, 126-129. ; WILSON, C. (1987) . “ Physiological responses of college students to a pet”. Journal of Cardiovascular Risk, 3, 183-190.; HARRIS et al. ( 1993). “Animal-assisted therapy for the home-bound elderly”. Holistic Nurse Practice, 8 ( 1) ,27-37.
– KATCHER, A. & WILKINS,G.G, 1997. “ Animal assited therapy in the treatment of disruptive behaviour disosrders in children”. En A.Lundberg ( ed.), The environment and mental health : A guide for clinicians. (pp. 193-204).Mahwah,NJ:Lawrence Erlbaum Associates.
– FOLSE,E.B.,MINDER,C.C.,AYCOCK,M. & SANTQANA,R.T. (1994). “ Animal assited therapy and depression in college students”. Anthrozöos, 7, 188-194.
Muy interesante el tema y la visión de la terapeuta. Los estudios de este tipo y estas líneas de trabajo deben estar apoyados y fomentarse. !RECURSOS PARA LA INVESTIGACIÓN Y LOS INVESTIGADORES! y mi reconocimiento para los que dedicáis vuestro tiempo, sensibilidad y talento a personas, animales y sus relaciones.
Muchísimas gracias por tus amables palabras y tu reconocimiento, Carmen. Con toda probabilidad, seguiremos profundizando en este campo tan interesante.
¡¡Un cordial saludo!!
Me parece positivo e interesante dar a conocer estos trabajos. Andrea he leido algún libro de la biografia que aportas ,si efectivamente recomendable el de Mader.Gracias otra vez por tu aportación.
Como responsable de los Centros de Día municipales, para personas mayores con enfermedad física o con demencias (como el Alzheimer) en el Ayuntamiento de Madrid, considero que la terapia asistida con animales es una apuesta de futuro. Me ha gustado el artículo y felicito a la profesional, ya que pocas veces encontramos terapeutas formadas en este tipo de trabajo de terapia con animales. Os animo a seguir por este camino, que nos gustaría tambien andar en los Centros de Día de Madrid.
Juan, muchas gracias por animarnos a seguir en este camino. Todas las opiniones son importantes pero sin duda tú conoces bien cuáles son los cuidados y servicios de asistencia que precisan las personas más vulnerables. Un abrazo y seguimos en contacto!!
Muy positivo e innovador el aporte de la terapeuta. Ahora que se restringen presupuestos en recursos humanos para atender a los enfermos, bien podrían incrementarse los recursos animales, mucho mas sostenibles y cercanos.
Felicidades y avanti!!
Josep, nos alegra que te hayan interesado las aportaciones de Andrea Lasheras.
Muchos saludos y, sobre todo, ¡gracias por tus felicitaciones!
Buenas! Que buena noticia, la verdad que estar en contacto con los animales siempre és bueno.
No te falta razón, Cris. Gracias por hacernos llegar tu mensaje.
Un saludo