La Unidad de Infantojuvenil del Hospital Benito Menni de Valladolid ofreció una charla para profesionales y padres sobre el trabajo que, durante el periodo de tiempo que lleva en marcha, sus terapeutas están realizando.
Como respuesta al incremento constante de los trastornos de la comunicación, de la lectoescritura, del cálculo y el procesamiento matemático, de habilidades no verbales, dificultades atencionales y otros trastornos no especificados entre los menores y adolescentes que, sin el diagnóstico adecuado, tienen muchas posibilidades de sufrir fracaso escolar, conductas adictivas e inestabilidad familiar y laboral, a primeros de año se iniciaron las actividades de la Unidad para la Valoración y Tratamiento de los Trastornos de Aprendizaje y Trastornos de Conducta, presentada en una primera jornada celebrada en marzo. Ahora, seis meses después, y tras el trabajo con más de una treintena de niños y niñas, las terapeutas han querido compartir su experiencia y los resultados conseguidos, y escuchar las aportaciones de los orientadores para mejorar en la atención que están prestando.
Así, bajo el título “Aprendemos mientras enseñamos. Dificultades de aprendizaje y trastornos de conducta. De la teoría a la práctica, casos reales”, el equipo dirigido por la doctora Inés Folgado relató la evolución de varios casos tratados en la Unidad. Durante la conferencia, que tuvo lugar el pasado jueves, 4 de octubre, la doctora contó cómo la experiencia del Benito Menni comienza desde el daño cerebral, observando niños con dificultades de aprendizaje y/o conductuales.
El equipo de Infantojuvenil explicó que la OMS especifica que para diagnosticar dificultades de aprendizaje y/o conductuales deben existir déficits específicos del rendimiento escolar, pero que no sean consecuencia de problemas neurológicos importantes, discapacidad visual o auditiva sin corregir, retraso mental o alteraciones emocionales. Este tipo de déficits específicos suelen ir acompañados de otros trastornos del habla o lenguaje e incluso de conducta (p.e. trastorno déficit atención con hiperactividad), así como problemas emocionales secundarios y alteraciones en la dinámica familiar.
Respecto a los factores causales, no se puede apuntar hacia una única dirección, no obstante, se acepta la primacía de factores neurobiológicos en interacción con otros factores no orgánicos, como las oportunidades para aprender, la calidad de la enseñanza, el nivel cultural de su entorno, la implicación de los padres, etc.
Intervención precoz y multidisciplinar
Los niños con estos trastornos suelen mejorar con la intervención y no presentan, en la mayoría de los casos, más problemas en la vida adulta. Sin embargo, si las dificultades de aprendizaje no son precozmente tratadas pueden producir, aparte del retraso educativo, un conjunto de situaciones “secundarias” indeseables para el proceso de enseñanza-aprendizaje: los repetidos fracasos suelen llevar a la desmotivación, aversión por la escuela conjuntamente con respuestas emocionales y/o conductuales inadecuadas. En este tipo de casos es muy importante –se incidió- el equipo multidisciplinar, formado por profesionales de la Neuropsicología, Logopedia, Terapia Ocupacional, Psicomotricidad, Fisioterapia, y Medicina (médico rehabilitador, psiquiatra infantil…).
Con un diagnóstico y tratamiento precoz, en un equipo multidisciplinar, se minimizan las secuelas. Pero aunque éstas sean menores hay que seguirlas, pues la repercusión social y familiar puede ser severa. De igual modo, es prioritario el diagnóstico precoz de las alteraciones motoras en el primer año de vida. También es fundamental el seguimiento en su época escolar para detectar precozmente las dificultades de aprendizaje y/o conductuales e iniciar el abordaje terapéutico.
Se destacó asimismo la importancia del abordaje interdisciplinar, la conexión con el resto de profesionales: neuropediatra, neuroftalmólogo, ORL (hipoacusia de conducción, otitis, mala calidad del sueño), odontologo pediátrico (frecuentemente son niños respiradores bucales: paladar ojival, mordida abierta, que precisan una intervención precoz). Y se hizo hincapié en que los profesores/pedagogos tienen que ser parte imprescindible del equipo multidisciplinar/interdisciplinar, además de ser los primeros en detectar las dificultades de estos niños. Asimismo la familia debe estar bien orientadarespecto a las dificultades y las pautas a seguir con su hijo.
Importancia del nexo sanitario-escolar
Para nuestro equipo es de gran importancia el nexo de unión sanitario-escolar. El objetivo es la integración escolar y social del niño; hay que ir hacia el futuro, no conformarnos con etiquetas (niño vago, hiperactivo). Si en las primeras etapas escolares el niño presenta dificultades de aprendizaje y/o conductuales, hay que pensar en una valoración exhaustiva: diagnóstico y/o tratamiento precoz desde un equipo multidisciplinar.
Se explicaron varios casos, desde su valoración en las diferentes áreas, con un diagnóstico de las dificultades muy claro y su tratamiento, basado en esa valoración y la evolución, que en la mayoría de los casos ha sido positiva.
Comprobar cómo los niños con dificultades de aprendizaje y/o conductuales se van integrando progresivamente con las terapias y ayudas específicas, cómo aumenta su propia autoestima y cómo se va generando una mayor armonía en la dinámica familiar es una auténtica recompensa para los profesionales que les atienden.
Para los niños con un buen rendimiento escolar todo profesor es apropiado, pero el gran reto y lo que justifica nuestro trabajo es saber ayudar a encauzar el futuro de los niños con dificultades de aprendizaje: conseguir un adecuado trayecto escolar supone para ellos poder optar a un proyecto de futuro más esperanzador.
Ponentes:
•DRA. INES FOLGADO TORANZO: Coordinadora de la Unidad de Daño Cerebral del Centro H. Benito Menni de Valladolid, especialista en Medicina Física y Rehabilitación, máster en Valoración de discapacidad infantil, experta en terapia refleja Vojta en trastornos motores infantiles.
•DÑA. Mª DEL CAMINO SANCHEZ MONTERO: Neuropsicóloga infantil, máster en Neuropsicología Infantil, máster en Atención temprana, postgrado en Rehabilitación cognitiva.
•DÑA. ISABEL CÁCERES MUÑOZ: Terapeuta ocupacional/ psicomotricista con formación en Integración sensorial
•DÑA. Mª EUGENIA DÍAZ EMPERANZA: Logopeda de la UDC, con formación en Atención temprana y Terapia orofacial y miofuncional.
•DÑA. PATRICIA MURCIEGO RUBIO: Logopeda de la UDC, máster Experta en terapia orofacial y miofuncional y máster en Atención temprana.
Me encanta!!! Suerte con vuestro maravilloso trabajo!!
Muchas gracias, Francisco, seguiremos trabajando. Un abrazo!
Para saber más sobre los trastornos del aprendizaje puede consultarse este artículo en el que Consumer.es ha hablado con Beatriz Gavilán, una de las neuropsicólogas de la Unidad de Rehabilitación Infantil del Hospital Beata María Ana, de Madrid
http://www.consumer.es/web/es/educacion/escolar/2012/10/12/213685.php