Hace tan solo unos años reaprender a atarse los cordones era clave para preservar la autonomía. Hoy, esto no interfiere en el día a día de peques y mayores; en el mercado existen zapatillas sin cordones, con cremallera o con novedosos tipos de cierres que facilitan la sujeción del pie al calzado.
El daño cerebral puede causar un impacto significativo en la calidad de vida de los niños y niñas que lo sufren, al igual que en las personas adultas. En muchos casos, las dificultades funcionales derivadas de sus secuelas pueden hacer que las tareas cotidianas, como vestirse o atarse los cordones de los zapatos, se conviertan en retos importantes.
Nuestros equipos multidisciplinares trabajan para ayudar a las personas, pequeñas y mayores, a recuperar su autonomía en las tareas de la vida diaria. Los programas de rehabilitación incluyen el uso de ayudas externas o productos de apoyo, así como el entrenamiento personalizado de capacidades. Cuando se trata de algo tan cotidiano como atarse los cordones de los zapatos, por ejemplo, potenciamos las capacidades conservadas y procuramos la adquisición de nuevas destrezas. Una forma de hacerlo es atarse cordones con una mano.
Pero en esta ocasión, desde la Unidad de Daño Cerebral Infantil de Hermanas Hospitalarias Valencia, las terapeutas ocupacionales Carmen Martínez y María López nos aportan diferentes alternativas que nos pueden facilitar la consecución de este objetivo y que pueden marcar la diferencia en la vida de niños y niñas de corta edad que buscan su independencia.
Porque actualmente atarse los cordones ya no es un problema. A continuación, nos muestran diferentes tipos de cordones adaptados a las capacidades y edades de nuestros peques.
Cordones elásticos
Este tipo de cordones, nos facilita ponernos las zapatillas sin necesidad de abrochar, simplemente introduciendo el pie. Es muy práctico para niños con problemas motores o dificultades en la praxis.
En la primera imagen se puede observar un elástico que se queda fijo en la zapatilla.
La segunda imagen, consta de una cuerda con un pasador, que solamente requiere de estirar para ajustarlo al pie.
Actualmente, como se muestra en la última imagen, existen zapatillas que llevan integrado estos sistemas. Esta alternativa, resulta más llamativa y juvenil para los niños.
Cordones de enroscar
Otro tipo que existe en el mercado, son los cordones que no requieren realizar la lazada, simplemente con enroscar los extremos se quedan fijos.
Destacar que este tipo de cordón requiere una adecuada destreza motora fina y coordinación bimanual, que nos permita realizar el agarre de cada extremo del cordón, para unirlos y enroscarlos.
Cordones con enganche de metal en un extremo
Otra alternativa son los cordones que se ven a continuación. Se puede observar que en los extremos superiores hay una especie de enganche en forma de cilindro. Uno de ellos tiene un aplique engrosado donde se ensarta el final del cordón con una arandela.
Los cordones están fijos en toda la zapatilla a excepción de esta parte que permite tener la zapatilla bien cerrada.
En comparación con el anterior, resulta más sencillo, ya que se puede realizar con una sola mano.
Sistema freelock y boa
Estas zapatillas, tienen un sistema ya integrado donde el cordón está fijo. Este permite aflojar y desaflojar el ancho de la zapatilla, permitiendo más o menos sujeción girando la ruleta. Para fijar una determinada posición, se aprieta la ruleta hacia dentro.
Esta zapatilla requiere las destrezas motoras de una sola mano.
Con cremallera
Zapatillas como las Billy Footwear son muy utilizadas para niños que usan férulas, permitiendo una mejor adaptación a la estructura de esta. El uso de férulas hace que en ocasiones los pies no quepan en el calzado convencional, siendo complejo encontrar calzado adecuado al tamaño y forma. Estas zapatillas se adaptan a estos inconvenientes, ya que se abren por completo para introducir el pie sin esfuerzo y así cerrar la zapatilla con la cremallera.
Al igual que las anteriores, solo se requieren destrezas motoras de una sola mano.
Zapatillas sin cordones
Por último, zapatillas como las de la fotografía inferior permiten introducir el pie, y apoyando el talón se cierra la parte móvil quedando esta cerrada.
Esta zapatilla no requiere de destrezas motoras exigentes en miembros superiores.