Pablo Narvarte, fisioterapeuta de la Unidad de Rehabilitación Infantil del Hospital Beata María Ana, de Madrid, explicó en la reciente jornada organizada junto a la Fundación Sin Daño que la afectación por DCA es muy diversa y que varía según la localización de la lesión y su gravedad. Tras detallar las afectaciones más comunes, dio algunas pautas a las familias asistentes.
Tal y como hemos ido contando, hace unos días celebramos en el Hospital Beata María Ana un encuentro monográfico sobre daño cerebral infantil organizado por la Unidad de Rehabilitación Infantil en colaboración con la Fundación Sin Daño. En este contexto, Pablo Narvarte habló de los ‘Aspectos motores tras el DCA’.
El fisioterapeuta de la Unidad comenzó por recordar que el daño cerebral adquirido (DCA) consiste en una lesión en una estructural del sistema nervioso central (SNC) súbita y repentina originada por una variedad diferente de causas (enfermedad, traumatismos, infecciones). Además subrayó que la afectación por DCA es muy diversa y varía según la localización de la lesión y su gravedad. “Por ello, es importante identificar cómo se expresan esas alteraciones y cómo influyen en nuestras actividades de la vida diaria y en nuestro entorno”, dijo.
Dificultades más frecuentes
Las afectaciones más comunes, tal y como explicó a las familias asistentes son:
Hemiparesia
La zona lesionada se encuentra en un hemisferio del cerebro. Se puede observar:
- Espasticidad en los miembros del ese lado.
- Triple flexión en brazo: rotación interna y flexión de hombro, flexión de codo y de muñeca.
- Extensión de rodilla y pie equino.
- El equilibrio alterado se encuentra alterado por una descompensación de fuerzas y reflejos entre ambos hemicuerpos.
- Postura: la espasticidad y el daño sobre un hemicuerpo genera desequilibrios posturales. Tendencia hacia el lado sano. Necesidad de un control cognitivo, propioceptivo y consciente.
- Marcha del segador: compensación músculos de la cadera, pie equino. Existe un gran riesgo de caídas por lo que será necesaria, entre otras acciones, una adaptación de espacios: evitar terrenos irregulares, trabajar los patrones de la marcha y reducir los espacios amplios y concurridos. También puede ser interesante la utilización de órtesis antiequino.
Ataxia
La zona lesionada se encuentra en el cerebelo. Físicamente, se muestra con los siguientes patrones:
- Afectación en la organización de los movimientos: falta de coordinación, por lo tanto, falta de precisión y temblor en el movimiento
- Alteración en el control del equilibrio debida a esa alteración de la coordinación.
- Postura se puede ver reflejada de dos formas: Hipotonía genera una falta de control postural, mucho esfuerzo mantener la postura. Espasticidad que impide un control voluntario de la postura.
- Marcha inestable y con mucha sensación de inseguridad. El paciente tiene una gran sensación de inseguridad. Camina con pasos irregulares y una base amplia.. Adaptación de espacios: facilitar puntos de apoyo, reducir los espacios amplios y muy transitados. Dar seguridad.
Tetraparesia
La zona lesionada global o de ambos hemisferios. Se muestra con:
- Espasticidad generalizada o hipotonía generalizada en todo el cuerpo (dependiendo de la estructura lesionada). Esto conlleva dificultad para los movimientos voluntarios, y dificultad para mantener el control postural.
- Postura: Espasticidad generalizada que impide un control voluntario. Aparecen muchos movimientos compensatorios para intentar vencer la fuerza de la gravedad.
- Marcha inestable e irregular, si existe capacidad para deambular. Si existe la marcha es muy irregular y compensada por muchos músculos. Suele ser una doble marcha del segador. Adaptación del espacio: Evitar terrenos irregulares, facilitar puntos de apoyo y el uso de órtesis.
Conclusiones
Pablo Narvarte quiso que las personas asistentes se fueran con tres ideas claras:
- Es muy importante que madres y padres sepan identificar las alteraciones de su hijo/a. Saber ver cuáles son las alteraciones que más le afectan en las actividades de la vida diaria y transmitírselas a las terapeutas para plantear unos objetivos realistas.
- Facilitar pero no sustituir: es cierto que las familias tienen que facilitar al pequeño/a las tareas o actividades para que pueda hacerlas por el/ella mismo/a, pero no han de realizar esas tareas en su lugar. Es importante que se comuniquen con el equipo terapéutico para seguir en la misma línea de trabajo.
- El proceso es lento y progresivo; seguramente acompañe a la familia toda la vida. El nivel de exigencia tiene que adaptarse a las capacidades del niño niña. A medida que vamos trabajando, esas exigencias irán aumentando progresivamente.