¿Qué es una Unidad de Daño Cerebral? ¿Qué tipo de profesionales la conforman? ¿Cómo es su día a día?
Te invitamos a resolver estas dudas y conocer la Unidad de Daño Cerebral de la Red Menni en Madrid
La Unidad de Daño Cerebral comenzó su actividad a finales de 1999. El trabajo fue iniciado por Juan Manuel Muñoz Céspedes, neuropsicólogo, y gracias al interés y apoyo mostrado por las Hermanas Hospitalarias, fue posible la apertura de una unidad monográfica y altamente especializada en la atención de pacientes que han sufrido una lesión cerebral.
De acuerdo con lo establecido por la OMS en 1986, el servicio tiene como objetivo general “ofrecer un modelo de evaluación y rehabilitación integral para el restablecimiento de los pacientes al nivel de funcionamiento más óptimo posible a nivel cognitivo, emocional, personal y social. Esto incluye la necesidad de poner en marcha todos los medios posibles para reducir el impacto de la deficiencia en la discapacidad y la minusvalía y permitir así alcanzar un nivel adecuado de autonomía personal e integración social”.
Con el objetivo de minimizar el impacto de las dificultades asociadas a la lesión, la Unidad de Daño Cerebral consta de un servicio de atención ambulatoria, una unidad de hospitalización y un servicio de rehabilitación infanto-juvenil. Todo el servicio está preparado para atender a pacientes desde las fases iniciales de evolución tras la lesión, hasta la fase más crónica, meses e incluso años después de la lesión. Entre los tipos de daño cerebral más comunes que serán objeto de tratamiento en la unidad se encuentran los traumatismos craneoencefálicos (TCE), los accidentes cerebrovasculares (ACV), anoxias cerebrales, patología infecciosa (encefalitis) y tumores cerebrales. También podrán incorporarse a programas rehabilitadores pacientes con diagnóstico de epilepsia que puedan beneficiarse de un tratamiento en la UDC.
En general, el tipo de usuario de la Unidad de Daño Cerebral será el paciente afectado por daño cerebral adquirido u otra patología del SNC (no degenerativa), clínicamente estabilizado y con capacidad mínima para beneficiarse de alguno de los Protocolos de Evaluación y/o Programas de Intervención del Servicio. Las características y situación clínica del paciente determinará si es candidato a ser ingresado en la Unidad de Hospitalización o, por el contrario, se indica un tratamiento en régimen ambulatorio. Esta decisión se toma, como norma general, tras la recepción del informe, la entrevista con la familia y la valoración inicial. La unidad recibe pacientes privados, de sociedades médicas, mutuas de accidentes de trabajo y del Servicio Madrileño de Salud, con el que existe un concierto vigente en la actualidad.
El trabajo con los pacientes exige un proceso de rehabilitación intensivo, transdisciplinar y especializado. De este modo el equipo está formado por profesionales que abarcan múltiples áreas de intervención que quedan afectadas tras la lesión, y afectan tanto al paciente como a su entorno más cercano. Los profesionales implicados son los siguientes:
• Neuropsicólogo: es el profesional experto en el estudio de las relaciones entre cerebro, cognición (memoria, atención, razonamiento…) y comportamiento. Debe abordar, en colaboración con el equipo y los familiares, los problemas cognitivos, emocionales y conductuales mediante técnicas neuropsicológicas y psicoterapéuticas.
• Psicólogo de familias: las necesidades del servicio obligan a tener un psicólogo especializado en la atención y tratamiento de las familias de los afectados por daño cerebral. Es un interlocutor permanente de las familias y entre sus objetivos se encuentran detectar posibles dificultades emocionales en la familia, detectar situaciones de crisis y facilitar la transmisión de información en todas las direcciones.
• Logopeda: la función del logopeda en la UDC se centra en evaluar, estimular y rehabilitar los problemas de comunicación y lenguaje, la producción del habla, la voz y la deglución; alterados tras el daño cerebral adquirido.
• Terapeuta ocupacional: centra sus funciones en la estimulación, evaluación y rehabilitación de los niveles de dependencia funcional de las actividades de la vida diaria adquiridos tras el daño cerebral, valorando la necesidad y tipo de asistencia externa, la recomendación de dispositivos de ayuda para la rehabilitación y la recomendación y adaptación de elementos de apoyo para la movilidad y accesibilidad al entorno.
• Fisioterapeuta: centra sus funciones en la recuperación física del paciente. El fisioterapeuta deberá establecer una valoración personalizada para cada enfermo y emitir el diagnóstico fisioterápico, que consistirá de un sistema de evaluación funcional y un sistema de registro e historia clínica de fisioterapia, en función de los cuales, planteará unos objetivos terapéuticos y en consecuencia diseñará un plan terapéutico utilizando para ello los agentes físicos propios y exclusivos de su disciplina.
• Médico rehabilitador: su función es devolver el mayor grado de capacidad funcional e independencia posibles al paciente mediante las herramientas propias de le medicina física y de la rehabilitación.
• Médico internista: presta atención integral y completa a los pacientes con problemas de salud ingresados en la Unidad de Hospitalización. Su función es obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados en aquellos pacientes que presenten síntomas en varios sistemas del organismo.
• Psiquiatra: es un profesional experto en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades mentales. Para ello considerará tanto los factores biológicos, psicológicos y socio-culturales del paciente y su entorno.
• Neurólogo: es el médico especialista en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del sistema nervioso. Presta atención de forma regular a los pacientes ingresados en la Unidad de Hospitalización y trabaja de forma coordinada con el Médico Internista, manteniendo un contacto frecuente con él.
• Trabajador Social: se trata del profesional responsable de promover el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones humanas y el fortalecimiento del paciente y su entorno para incrementar el bienestar. Trata de gestionar las complejas relaciones entre las personas y sus ambientes, facilitando el desarrollo de las potencialidades y previniendo disfunciones al reincorporarse el paciente al entorno más adaptado a sus necesidades. Facilita información y conexiones sociales con los organismos de recursos socioeconómicos. Debe conocer, gestionar y promocionar los recursos existentes entre los potenciales usuarios. Participa en todas las fases del proceso de la enfermedad en la Unidad de Daño Cerebral, tanto a nivel de hospitalización como ambulatorio.
• Monitor: centra sus funciones en el trabajo con pacientes hospitalizados durante los periodos de tiempo en los que éstos no participan en sesiones individuales o grupales de tratamiento por áreas. Gestiona el grupo de voluntarios durante el periodo del día en el que ejerce sus funciones, generalmente en horario de mañana.
• Secretaría: son responsables de cuestiones administrativas en la UDC, lo que implica, atención directa a los usuarios del servicio y sus familias, tanto de forma presencial como por diferentes medios en los que se realicen los contactos (telefónico, e-mail, etc.).
• Voluntarios: participan en el acompañamiento de los pacientes ingresados en la UDC. Colaboran en la organización de los grupos bajo la supervisión del monitor de la unidad de Hospitalización. El perfil del voluntario en la UDC ha de incluir un adecuado conocimiento de la enfermedad neurológica, sus implicaciones y sobre el procedimiento más adecuado de interacción con este tipo de pacientes. Pese a que en ningún caso puede realizar labores terapéuticas, sí será necesario que siga las pautas establecidas por los responsables del tratamiento de los pacientes.
• Pastoral de la Salud: realizan en el acompañamiento espiritual de los pacientes ingresados en la Unidad y de sus familias, y les plantean actividades en función de las necesidades de los pacientes.
En continua formación
Como parte de la actividad cotidiana, existen convenios de formación docente con universidades y otros centros educativos que nos envían alumnos para rotar con los diferentes profesionales que trabajan en el servicio.
También existe un claro interés por la actividad investigadora, gracias a la cual se publican periódicamente artículos científicos y libros monográficos sobre temas relacionados con el cerebro, sus lesiones y el proceso de evaluación y rehabilitación. Igualmente, los profesionales del servicio acuden regularmente a congresos nacionales e internacionales para presentar los resultados de las investigaciones desarrolladas en la Unidad.
La Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana está integrada en la Red Menni de Daño Cerebral. Todos los centros que forman parte de esta Red desarrollan su labor en centros asistenciales propiedad de las Hermanas Hospitalarias y están coordinados por un director que es responsable de guiar el desarrollo técnico de los distintos dispositivos. En la actualidad la Red Menni cuenta con Servicios de Daño Cerebral en Madrid, Bilbao, San Sebastián, Mondragón, Valladolid y Valencia. El primer Servicio de Daño Cerebral se abrió en 1992 en Mondragón (Guipúzcoa). Desde la apertura de una Unidad de Hospitalización de 12 camas por aquel entonces se ha pasado a disponer en la actualidad de tres unidades de hospitalización, seis unidades de rehabilitación ambulatoria, cuatro centros de día y cuatro unidades de rehabilitación infantil.
En la actualidad dirige la Red Menni el dr. Jose Ignacio Quemada, vicepresidente de la Sociedad Española de Neurorrehabilitación y coordinador del documento técnico del Imserso titulado “Modelo de Atención al Daño Cerebral”. La pertenencia de estos servicios a los hospitales de las Hermanas Hospitalarias garantiza una apuesta por la vivencia de los valores que las identifican, calor humano, atención integral a pacientes y familias, proximidad al sufrimiento y excelencia técnica.
Más información en la web del Hospital Beata María Ana