La Universidad Europea del Atlántico otorgó la Medalla Honorífica que concede esta universidad a Hermanas Hospitalarias. En el acto de entrega, que tuvo lugar en la ceremonia de apertura oficial del curso académico, el doctor José Ignacio Quemada, director de la Red Menni de Daño Cerebral, destacó los 143 años de dedicación de Hermanas Hospitalarias al cuidado de las personas más vulnerables. El reconocimiento fue recibido por la superiora del Hospital Padre Menni de Santander, María Natividad Urdín, quien agradeció en nombre de la institución la distinción. La lección inaugural corrió a cargo del coordinador de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana, el doctor Marcos Ríos, que destacó los avances de la psicología y su compromiso con la innovación tecnológica y el rigor metodológico.
El pasado viernes 4 de octubre tuvo lugar en Santander la apertura oficial del curso académico 2024/25 de la Universidad Europea del Atlántico (Uneatlántico). En dicho acto académico, Hermanas Hospitalarias recibió la Medalla Honorífica de esta universidad. El doctor José Ignacio Quemada, director de la Red Menni de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias y adjunto a la Dirección Médica del Centro Hospitalario Padre Menni, se encargó de pronunciar los motivos por los que la institución ha sido merecedora de este premio.
La laudatio del doctor Quemada destacó la labor que durante 143 años (desde 1881) lleva a cabo “con ciencia y caridad” Hermanas Hospitalarias en favor de las personas más vulnerables. La congregación, presente en todos los continentes, excepto en Oceanía, posee 350 centros en 27 países, donde atiende a más de dos millones de personas cada año. Quemada detalló que, en España, Hermanas Hospitalarias dispone de 24 centros, en los que son atendidas 200.000 personas al año.
La superiora del Hospital Padre Menni de Santander, María Natividad Urdín, recogió este reconocimiento. Ante el consejero de Educación, Formación Profesional y Universidades, Sergio Silva, del rector de Uneatlántico, Rubén Calderón, y junto a un buen número representantes de la comunidad educativa y de estudiantes, agradeció “este reconocimiento a una labor por parte de una institución que conoce de primera mano, por sus docentes en Psicología, las enormes dificultades que conlleva una atención plena en unas personas con necesidades tan diversas y tan complejas”.
La ceremonia prosiguió con la conferencia inaugural, impartida por el doctor Marcos Ríos, coordinador de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana y profesor de la UNED. Su disertación repasó el presente y futuro de la psicología desde una perspectiva de 25 años de trabajo en la rehabilitación de personas que han sufrido una lesión cerebral.
Presente y futuro de la psicología
La psicología es una disciplina científica joven, (su nacimiento se sitúa en el año 1879) “extensa y compleja”. A medio camino entre las ciencias y las humanidades, se ocupa del estudio de la conducta en todos sus ámbitos: las emociones, las relaciones sociales, el dolor humano, la empatía… Pero Marcos Ríos quiso centrarse en el estudio de los procesos cognitivos, “no sólo porque aporta conocimiento sobre cómo funciona la mente y cómo esta está implementada en el cerebro, sino porque también tiene capacidad para generar respuestas”. Quiso referirse especialmente a la atención, un proceso cognitivo no tan conocido —dijo— que nos permite detectar de nuestro entorno la información relevante y dejar fuera de nuestro foco de la atención la información que no es necesaria, que no es tan relevante.
Tras poner algunos ejemplos, el doctor Ríos defendió que la teoría ayuda a resolver problemas y que, cuanto mejor conozcamos los pequeños mecanismos que conforman los procesos cognitivos, más capacidad tendremos para ayudar en este mundo cada vez más caracterizado por la rapidez. “Si nos pasamos el día frenéticamente centrados en estímulos rápidos, que procesamos de manera superficial, perdemos la ocasión de que el cerebro digiera lo que está ocurriendo. Estamos perdiendo la capacidad de divagar y esta capacidad de divagar es la que nos ayudará a resolver problemas, y es un don y un placer que mueve la fuerza creativa. Sin embargo, esta capacidad para reflexionar de forma serena, para madurar las ideas, no siempre es compatible con el estilo de vida actual. Por esto la investigación básica es necesaria, por eso tenemos que profundizar y saber cómo funcionan los mecanismos de la cognición. Porque esto formará la base para la solución de problemas”, declaró.
Neuropsicología y daño cerebral
La ponencia continuó con temas relacionados con el diseño de tratamientos óptimos destinados a mejorar la salud mental y el bienestar. En este apartado reivindicó de nuevo el conocimiento robusto, alejado de los prejuicios, basado en pruebas; algo propio de las disciplinas científicas y obtenido con procedimientos rigurosos, para aportar soluciones y guiar la adecuada toma de decisiones y el asesoramiento de quienes tienen capacidades para tomarlas. Ríos destacó aquí su especialidad, la neuropsicología, que se centra en el estudio de las relaciones entre el cerebro y el comportamiento y en la solución de problemas reales de quienes han sufrido una lesión cerebral. “Aunque sabemos que la capacidad de las neuronas para reproducirse es extremadamente limitada, sí sabemos que el cerebro tiene una cierta capacidad de reorganización, lo que llamamos la plasticidad cerebral. Basándonos en esta propiedad, podemos intentar recuperar las funciones que los pacientes han perdido y, cuando esto no es posible, algo que ocurre con demasiada frecuencia, podemos diseñar tratamientos que ayuden a compensar estos problemas y que estas dificultades tengan el menor impacto posible en la vida cotidiana de los pacientes y de su entorno más inmediato: las familias”, explicó.
Avances tecnológicos y científicos
El ponente finalizó aludiendo a la terapia online, al uso de la realidad virtual e incluso de la realidad aumentada con inteligencia artificial para tratar distintos trastornos. A su juicio el big data y el uso de la inteligencia artificial se irán convirtiendo también en herramientas clave. “Si además de esto lo combinamos con técnicas avanzadas de imagen cerebral y las técnicas de estimulación cerebral que ya tenemos en nuestro poder, junto con los elementos más tradicionales de la intervención psicológica, posiblemente podamos fantasear con la idea de resolver algunas de las enfermedades más graves que hoy conviven con nosotros”, aseguró, concluyendo que “el campo de la psicología está en la cúspide de los avances transformadores impulsados por colaboraciones multidisciplinares, innovaciones tecnológicas y un firme compromiso con el rigor metodológico”.