En la Red Menni lo constatamos cada día: las adaptaciones mejoran la calidad de vida de las personas con discapacidad y de quienes las cuidan.
Los familiares de nuestros pacientes saben que, a menudo, resulta difícil encontrar en las tiendas la ropa que buscamos para niños y mayores con movilidad reducida. Necesitamos prendas adaptadas que abriguen, que sean cómodas, que queden bien en la silla de ruedas y tengan un diseño que nos guste.
Cuando no encontramos lo que buscamos en el mercado, o lo que hay nos resulta excesivamente caro, podemos optar por realizar la adaptación nosotros mismos. Esto es lo que ha hecho la mamá de Nicola, uno de nuestros usuarios de la Unidad de Daño Cerebral Hermanas Hospitalarias de Valencia. Como puede verse en las fotos, esta mamá ha modificado la cazadora de su hijo para que le resulte mucho más fácil colocarla.
Desde el Centro Sociosanitario Nª Sª del Carmen han querido compartir para todos la adaptación de esta chaqueta, que puede usarse tanto para personas adultas con gran afectación motora como para niños que utilizan un asiento pélvico en su silla de paseo.
La chaqueta está abierta totalmente por la parte trasera, con un corte en vertical, desde el cuello hasta la cintura, en el que se coloca posteriormente una cremallera (también se puede unir con un velcro, según la preferencia del usuario). La parte de delante permanece abrochada y será la trasera la que se quede abierta ajustándola bien por los laterales para abrigar al niño. De este modo no le quedan arrugas por la espalda, no le ocupa espacio en el asiento pélvico y el peque está mucho más cómodo.
Existen otras maneras de adaptar las chaquetas, como la que podéis encontrar en este link, que también es muy interesante. Estas adaptaciones se pueden hacer con camisas, sudaderas, etc. Solo tenemos que echarle imaginación y ponernos manos a la obra para poder cubrir las necesidades de las personas con diversidad funcional.
¡Ánimo!, las adaptaciones del entorno, de la ropa y de elementos básicos favorecen el desempeño de las tareas cotidianas y la participación de pequeños y mayores con daño cerebral en las actividades de la vida diaria.