Compartimos nuestra forma de trabajar en el ámbito infantil en la II Jornada de la Asociación Madrileña de Neuropsicología
El trabajo con los padres es fundamental para aumentar la eficacia del tratamiento en los niños y niñas con daño cerebral, con problemas de cognitivos y/o de conducta. Así lo cree Ignacio Sánchez Cubillo, neuropsicólogo del Servicio de Daño Cerebral del Hospital Aita Menni, y ésta es la razón que le llevó a compartir su experiencia en la II Jornada de la Asociación Madrileña de Neuropsicología: Nuevos Retos de la Neuropsicologia Infantil.
Los profesionales de la Red Menni de Daño Cerebral realizan habitualmente un trabajo con los padres de los niños en rehabilitación. Los profesionales perciben una mejora en la eficacia de su intervención en la medida en que los padres participan en la toma de decisiones; es decir, cuanto más asumen el papel de coterapeutas.
En la Red Menni, a los padres no sólo se les informa sobre el tratamiento sino que se les hace partícipes del mismo
¿Por qué el trabajo con los padres?
Tal y como expuso Ignacio Sánchez Cubillo el día 12 en Madrid, los padres o tutores de los niños con problemas deben ser incluidos en cada fase de la terapia, cubriendo las distintas necesidades que tiene el niño o niña en cada etapa. Para ello, previamente, hay que transmitirles la importancia del trabajo conjunto, proporcionarles un marco de abordaje ordenado y sistemático, y facilitarles pautas concretas. Se trata de establecer una relación terapéutica en la que queden definidos los objetivos del tratamiento. Los padres tendrán que entender cada una de las áreas y ser entrenados en cada uno de los aspectos, ya que son ellos quienes tienen una visión global y quienes se encargarán de efectuar los registros del comportamiento en casa.
Dentro del tratamiento, la salud psíquica de padres y madres debe ser objeto de una intervención tan analizada y planificada como lo son sus hijos. Los profesionales de la neuropsicología, por su parte, deben ir facilitando cambios en cada fase de la terapia, para cubrir las distintas necesidades de los pacientes infantiles en cada etapa. Además, el neuropsicólogo ha de convertirse en figura de confianza y apoyo, y en nexo de unión entre la familia y el equipo multidisciplinar compuesto por el resto de los profesionales que intervienen en la rehabilitación del pequeño.