Logopedas del Servicio de Daño Cerebral del Hospital Aita Menni se desplazaron un año más hasta Salamanca para exponer el modelo de atención a las secuelas de un daño cerebral -alteraciones de la voz, el habla (disartria), el lenguaje (afasia), la deglución (disfagia)- ante estudiantes del Grado de Logopedia de la Universidad Pontificia.
El Hospital Aita Menni mantiene desde hace más de dos décadas un convenio de colaboración con la Universidad Pontificia de Salamanca. Merced a este acuerdo, logopedas del Servicio de Daño Cerebral del Aita Menni se desplazan cada año a la Facultad de Ciencias de la Salud, donde se imparte el Grado de Logopedia, para trasladar al alumnado su experiencia.
¿Cómo llega alguien con daño cerebral a nuestras Unidades? ¿En qué consiste el tratamiento interdisciplinar? ¿Cómo se aborda desde el ámbito logopédico? Estudiantes del Grado de Logopedia de la UPSA pudieron conocer cuáles son y cómo abordamos alteraciones de la comunicación y la deglución en personas con daño cerebral en el taller que impartieron Oihana Ramos y Clara Jiménez, logopedas del Centro de Neurorrehabilitación Aita Menni de Bilbao. Nuestras profesionales subrayaron lo importante que es ofrecer atención integral no solo a la persona afectada por el DCA sino a toda la familia. Sus intervenciones destacaron asimismo el trabajo multidisciplinar de nuestros equipos en la rehabilitación del ictus y otras lesiones cerebrales. De la mano de nuestras logopedas, el grupo asistente pudo profundizar en el abordaje de las afasias, disartrias, disglosias, alteraciones de la voz, disfagia, motricidad orofacial y acercarse a los sistemas alternativos de la comunicación (SAC).
Para Oihana Ramos y Clara Jiménez ha sido un placer compartir sus conocimientos en esta prestigiosa universidad. Para María Emma García Pérez, vicedecana del Grado de Logopedia de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Pontificia (UPSA), un placer contar con ellas. Tras su despedida, quisimos hacerle algunas preguntas.
¿Cómo definiría el Grado de Logopedia de la UPSA?
En el Grado de Logopedia de la UPSA formamos a profesionales dedicados a las dificultades del habla, el lenguaje y la comunicación. Es una Titulación con una gran trayectoria y experiencia, pionera de los estudios de logopedia en España que se inició con los estudios de posgrado en las antiguas Escuelas de Logopedia y Psicología del Lenguaje.
¿Hay alguna asignatura, actividad, terapia, etc. en la que se incide especialmente?
Nuestra Titulación de Logopedia está principalmente preocupada por formar profesionales que salgan al terreno laboral no solo sabiendo qué hacer sino también sabiendo cómo hacer en las diferentes áreas en las que les formamos (discapacidad auditiva, discapacidad intelectual, afasias, dificultades en lectoescritura, tartamudez, discapacidad motora, dificultades en la voz, de carácter miofuncional, trastornos del habla, del desarrollo del lenguaje…). Para alcanzar estas competencias se imparten clases teórico-prácticas en grupos pequeños, y se trabaja procedimentalmente en grupos reducidos mediante práctica simulada guiada por el profesor especialista y mediante práctica real supervisada en las sesiones de intervención que realizan en nuestro Servicio Clínico del Grado en Logopedia.
De este modo, garantizamos mediante una enseñanza personalizada las competencias procedimentales requeridas para el desempeño de la labor profesional del logopeda.
La institución mantendrá otros contactos con profesionales del sector…
Sí, el Grado en Logopedia participa de la Conferencia de Decanos de Logopedia que tiene una gran vinculación y contacto con el Consejo General de Logopedas y con la Asociación de Logopedia, Foniatría y Audiología. Además, mantenemos relaciones de colaboración educativa con varios centros de educación especial, centros clínicos, asociaciones, policlínicas, etc. y sus diferentes profesionales del ámbito de la logopedia y afines a la misma.
¿Desde cuándo y por qué existe un intercambio académico-profesional con el Hospital Aita Menni y la Red Menni?
Es un acuerdo que se inició en el curso académico 1995-1996. Y surgió por el interés de mantener contacto con un centro de referencia en neurorrehabilitación. Además, destacamos la presencia en el centro de muchos profesionales del campo de la psicología y la logopedia que han estudiado y se han formado en nuestras aulas.
¿Cómo es esa relación?
Siempre se ha mantenido una relación muy estrecha. Consideramos que los logopedas que trabajan en la Red Menni son valorados por el personal docente e investigador de nuestra Facultad de Ciencias de la Salud como grandes profesionales que han demostrado una capacidad de adaptación a los diferentes ámbitos y demandas que reciben a diario. Además, han sabido transmitir con pasión y dominio en los talleres y seminarios que imparten a nuestros alumnos, su actividad diaria y representan año tras año un estímulo muy valioso para nuestros estudiantes. Fruto de este quehacer es la gran acogida que tiene entre nuestros estudiantes la oferta de las prácticas extracurriculares en el Hospital Aita Menni y el interés que despierta en ellos el deseo de conocer la realidad de los centros hospitalarios de la red Menni en primera persona.
¿Existe o se está explorando la posibilidad de algún otro proyecto en común?
Siempre hemos considerado prioritario por la calidad de los profesionales del Hospital Aita Menni y de la Red Menni de Hermanas Hospitalarias mantener y ampliar esta cooperación educativa e, incluso, promover otras acciones de carácter investigador.
¿Cuál es la impresión que les queda tras el taller?
Cuando nuestros estudiantes reciben la visita de los profesionales de Aita Menni creo que la impresión que les queda es, que además de ser un trabajo apasionante porque así lo transmiten, es un trabajo que requiere de unos conocimientos especializados en muchas áreas, trastornos, estrategias, ayudas… porque su labor requiere enfrentarse a retos muy dispares en su día a día. Esto me lleva a una reflexión de lo que supone defender la especialización en logopedia. Al igual, por ejemplo, que los diferentes ámbitos de la medicina requieren de un médico especialista que los aborde, neurólogo, otorrino, no de un médico en sentido amplio, con la logopedia deberíamos tender a la especialización y contar con diferentes especialistas, en afasias, en atención temprana, en desarrollo del lenguaje, etc. Por eso, nosotros creemos en una formación general y de calidad que permita al logopeda conocer las diferentes posibilidades de actuación que implica esta profesión pero, no por ello, debemos renunciar a una especialización del profesional de tal forma que consigamos la excelencia en los tratamientos ajustados a la persona y a la dificultad concreta.
Cada curso, un pequeño grupo de estudiantes de tercer curso del Grado de Logopedia de la UPSA es seleccionado para realizar prácticas en algunos dispositivos de la Red Menni. Clara Jiménez fue una de esas alumnas y desde hace unos años ejerce como logopeda en el Centro de Neurorrehabilitación Aita Menni de Bilbao.
Como exalumna y por su trayectoria profesional, ¿qué ha significado para ti volver a la facultad esta vez para enseñar?
Ha sido una experiencia muy bonita y emocionante. La reflexión inicial que realizo es que gracias al convenio de la UPSA con Aita Menni, hoy en día ejerzo en este lugar, ya que todo comenzó gracias a las prácticas que realicé en el hospital en tercer curso.
La aportación principal creo que es la capacidad que tengo para ponerme en la piel de los alumnos, de sus miedos y de sus inquietudes, ya que hace nada era yo la que estaba enfrente del estrado escuchando a mis compañeras que venían a impartir el taller de daño cerebral. Durante el taller, mi compañera Oihana y yo pudimos animarles a especializarse, a realizar diferentes formaciones que a nosotras nos han servido, y sobre todo, creo que conseguimos transmitir la pasión por nuestro trabajo.
¿Qué te llevó a estudiar Logopedia y por qué en la Universidad Pontificia de Salamanca?
Tenía claro que quería trabajar con personas, concretamente en el ámbito de la salud. Conocí esta profesión gracias a un amigo que me invitó a su clínica para observar y decidirme, ya que hasta entonces desconocía el amplísimo papel que abarca esta profesión. Esta persona fue quién me habló del servicio clínico asistencial de la UPSA así como de sus profesores, y de su prestigio en este grado.
¿El Grado de Logopedia de la UPSA cumplió tus expectativas?
Definitivamente, sí. Además de los conocimientos aportados por cada uno de los profesores, que considero han sido excelentes, el trato personal que hace que te sientas en familia hace que sean 4 años muy especiales. La UPSA cuenta con un servicio clínico asistencial, con sus cámaras Gesell, que te lanza a la práctica muy pronto, y al final, como en cualquier trabajo, sabemos que se aprende practicando.
¿Qué es lo que más te gusta de la profesión?
Que no es nada rutinaria y que es muy reconfortante ayudar y ver el progreso en las personas y cómo repercute esto en su calidad de vida y la de su familia.
De hecho, aprovecho esta cuestión para reivindicar no solo la gran importancia de la logopedia (y lo poco que se conoce) si no también la versatilidad de conocimientos que exige en un logopeda. Lejos de la creencia que asocia esta profesión a “la r” (por supuesto también tratamos rotacismos), los logopedas tratamos con población desde los 0 meses hasta pacientes longevos. Rehabilitamos problemas de alimentación (lactancia, aversiones alimenticias, dificultades en la deglución/disfagia), retrasos del lenguaje, dificultades lectoescritoras, dislalias, TEA, parálisis cerebral, enfermedades raras, etc. en población infantil; y afasia, disfagia, disartria, voz, enfermedades neurodegenerativas, etc., en población adulta.
Hoy es importante especializarse, ¿has cursado algún máster o alguna otra formación complementaria?
Realicé un experto en Atención Temprana y un máster en Neurorrehabilitación. Además, me parecen muy importantes también los diversos cursos “de fin de semana” dirigidos a una patología, que si eliges adecuadamente (bajo mi experiencia recomiendo guiarse no solo por un programa, si no por los docentes) te aportan grandes conocimientos prácticos.
Además de la especialización es indiscutible la importancia de recibir clases prácticas. ¿Cuáles son las que recuerdas?
La verdad que tus primeros momentos con los pacientes y sus familias no se olvidan nunca. Recuerdo las prácticas en tartamudez, en lectoescritura, en parálisis cerebral y con pacientes con ELA. Lo bueno fue que además de atender a las patologías que elegías en el practicum, tenías la posibilidad de observar a tus compañeros -como decía anteriormente- a través de las cámaras Gesell y te nutrías de la observación con los apuntes del profesor en directo. Creo que para lo amplísima que es la profesión la universidad abarca gran parte. Por supuesto es imposible especializarse en cada una de las patologías, así que pienso que como ‘barrido inicial’ se seleccionan materias elementales.