Pablo Albisua sobrelleva el daño cerebral con humor y el apoyo de los suyos. Este decorador guipuzcoano recibe rehabilitación en la UDC del Hospital Aita Menni; sabe que es difícil recuperar las capacidades que exige su profesión pero sigue empeñado en vivir de sus dibujos.
El pasado mes de julio, sin haber cumplido los 50, Pablo Albisua sufrió un ictus isquémico embólico de origen cardíaco. Tres semanas después, ingresó en la Unidad de Daño Cerebral de las Hermanas Hospitalarias en Arrasate-Mondragón para recibir rehabilitación intensiva. Destaca su lucha y motivación hacia el tratamiento rehabilitador. Se enfrenta a múltiples problemas a causa de su lesión cerebral: hemiparesia y hemihipoestesia izquierda, déficit de atención y análisis visoespacial y de las funciones ejecutivas, y a una dependencia parcial para realizar las actividades básicas de la vida diaria.
– Pablo, ¿alguna vez pensaste que esto te podría pasar a ti?
Ni se me pasó por la cabeza.
– Trabajabas como decorador y ahora llevas un tiempo sin poder ir al trabajo…
Sí, he trabajado más de 20 años, en muebles Irureta, en Azpeitia. Hace unos tres meses que estoy de baja.
– Necesitas la mano afecta para dibujar, ¿hasta qué punto te condiciona el problema de movilidad, espasticidad, etc.?
Soy zurdo, ahora intentaré arreglarme con la derecha.
– ¿Has pensado en dejar de trabajar debido a los déficits que te ha causado la lesión cerebral o en trabajar en otra cosa ?
En dejar de trabajar, no, tengo que vivir de algo.
– ¿Crees que será posible reincorporarte a tu puesto de trabajo?
A mi puesto de trabajo muy difícil. Es cara al público y muy exigente. Así que creo que volver a trabajar en las condiciones de antes será complicado. En la empresa me encargaba desde la captación del cliente a la medición pasando por la realización del proyecto, los pedidos y su supervisión hasta la colocación de muebles en la casa.
– ¿En qué medida la tecnología te puede ayudar?
Las tecnologías me van a favorecer para poder hacer los proyectos. Hasta ahora hacía los proyectos a mano, con papel y lápiz; pienso que tendré que ponerme las pilas y aprender a utilizar los programas informáticos para hacer los proyectos.
– Seguro que estás dándole vueltas a alguna idea de negocio que pueda ayudarte a seguir viviendo de tu profesión.
Podría decir que intentaré sacar partido a la faceta artística, aunque me está resultando más difícil que que me crezcan champiñones en el sótano (no tengo sótano).
– Alguna otra cosa que quieras transmitirnos.
Pues que esta situación me está resultando durísima. La afronto con positivismo y con la familia. ¡Menudo golpe! Pero seguimos vivos, y tengo intenciones de seguir dando guerra. De todas las situaciones se aprenden cosas, además de volver a aprender a andar he aprendido a valorar el día a día y las cosas pequeñas, pero no por eso menos importantes. Este golpe me ha quitado muchos pequeños miedos que antes tenía.