El 24 abril es una fecha señalada para la Red Menni, es el aniversario del fallecimiento de San Benito Menni. Pero en 2014 la conmemoración aún es mayor: se han cumplido 100 años de la muerte del padre Menni, cofundador de la congregación de las Hermanas Hospitalarias y restaurador de la orden de los Hermanos de San Juan de Dios.
Con un programa conjunto, los actos del centenario se extenderán a hasta abril de 2015 en todos los centros de ambas congregaciones. Así, por ejemplo, el Hospital Aita Menni y el Hospital Psiquiátrico de San Juan de Dios celebraron durante la mañana del jueves 24 una concurrida misa en Arrasate-Mondragón, en la que se bailó ante el santo un aurresku de honor.
Entre las numerosas actividades que tendrán lugar, destaca la celebración de mercadillos solidarios, exposiciones de arte, actuaciones del coro de pacientes de Aita Menni, prácticas deportivas como el ascenso a las cuatro cimas más altas del País Vasco y peregrinación a Lourdes y a Ciempozuelos, lugar donde se encuentran los restos de San Benito Menni.
La figura del Padre Menni
Benito Menni nació en Milán (Italia) en 1841. A los 19 años ingresó en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios; seis años después fue ordenado sacerdote y, siguiendo instrucciones del papa Pío IX, viajó a España para restablecer la extinguida Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Pronto se da cuenta de que son necesarias las mujeres para cuidar y atender a las enfermas mentales y a las niñas con discapacidad. En 1881, junto con María Josefa Recio y María Angustias Giménez, funda la Congregación de Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús.
A finales del siglo XIX, el padre Menni fue pionero en la atención psiquiátrica al considerar la locura como enfermedad y creó la primera red asistencial para enfermos mentales de España. El 24 de abril de 1914 falleció en Dinán (Francia), en 1985 fue declarado beato por el Papa Juan Pablo II y el 21 de noviembre de 1999 fue reconocida ante la Iglesia su santidad.
El legado de Benito Menni hoy nos transmite la esencia de la Obra Hospitalaria, que aúna dos criterios fundamentales: caridad y ciencia. Su misión encarna y expresa el carisma de la hospitalidad en la acogida, asistencia y cuidado especializado de las personas con enfermedad mental, discapacidad intelectual y otras dolencias, siempre con preferencia por los más necesitados.