Conocer la realidad del ictus pediátrico es importante. Si a un niño o niña tiene dificultades para mover la mitad del cuerpo; se le tuerce la boca; le cuesta hablar o comprender; no ve bien o muestra somnolencia de forma repentina, hay que llamar inmediatamente al 112. Aunque manifieste únicamente uno solo de estos síntomas.
Una vez más, la Unidad de Rehabilitación Infantil del Hospital Beata María Ana quiere contribuir a la divulgación de los síntomas del ictus en edad pediátrica y a difundir la necesidad de actuar rápidamente llamando al 112. Porque, aunque la incidencia del ictus en niñas y niños es mucho menor que la que se registra en la edad adulta, se estima que entre 2 y 13 menores por cada 100.000 habitantes sufren al año un ictus.
Esto significa que alrededor de 120 casos de ictus pediátrico se producen cada año en España. El accidente cerebrovascular o ictus infantil se encuentra entre las 10 causas principales de muerte en la población pediátrica en países desarrollados. Flacidez y parálisis facial, pérdida de fuerza o debilidad en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o comprender, visión doble o pérdida de visión, dolor súbito de cabeza, somnolencia repentina, problemas de equilibrio son algunos de los síntomas de un ictus, y también pueden darse entre la población infantil. Con solo detectar uno de estos síntomas en alguien, sea de la edad que sea, hay que actuar llamando inmediatamente al 112 para que se ponga en marcha el código ictus.
Minimizar posibles secuelas
Difundir niñas y niños también pueden sufrir un ictus es el propósito del cartel que acaba de publicarse a iniciativa del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid y en el que ha participado la Unidad especializada en daño cerebral infantojuvenil del Hospital Beata María Ana junto con la Fundación Sin Daño. ¿Por qué? Porque resulta de vital importancia llamar inmediatamente al 112 y notificar estos síntomas. Eso hará que acuda un equipo especializado que trasladará al peque a uno de los hospitales de referencia que cuenta con todo lo necesario para intervenir de forma precoz y minimizar posibles secuelas. Al igual que en las personas adultas, el diagnóstico y el tratamiento del ictus en las primeras horas puede mejorar el pronóstico y calidad de vida.
El Código Ictus Pediátrico se ha implementado en la Comunidad de Valencia, en Andalucía, Extremadura, Navarra y en otras regiones españolas. En 2019 se puso en marcha de forma pionera en la Comunidad de Madrid. Según los datos del el Portal de Transparencia de la Comunidad de Madrid facilitados por Paloma Pastor, presidenta de la Fundación Sin Daño, en Madrid se activó 59 veces en 2020 y 69 en 2021. Este protocolo hizo posible que se diagnosticarán en la Comunidad de Madrid unos 20 ictus cada año.
Recordamos que en febrero de 2019, el Hospital Beata María Ana y la Fundación Sin Daño formalizaron un acuerdo de colaboración, que se renueva anualmente, para articular programas de neurorrehabilitación en condiciones ventajosas para niños y niñas que hayan sufrido un ictus u otro tipo de daño cerebral en nuestra Unidad de Rehabilitación Infantil.