Continúa en la Unidad de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias de Madrid el XVIII ciclo de formación sobre las secuelas y el tratamiento del daño cerebral adquirido
Dirigidas a familiares, cuidadores y personas allegadas de los pacientes que quieran conocer las alteraciones que se pueden producir tras haber sufrido un DCA, los profesionales del equipo de rehabilitación ofrecen sesiones monográficas para transmitir información y ofrecer pautas generales que ayuden a manejar mejor las diferentes dificultades que puedan surgir. Los encuentros se celebran -con la colaboración del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad- los miércoles, a las 16 horas, durante los meses de noviembre, diciembre y enero.
El punto de reunión es el Aula de Formación del Hospital Beata María Ana, en la planta 1 (terraza), encima justo de la propia UDC y no es necesario inscribirse. De la mano del neuropsicólogo David de Noreña,el día 10 de diciembre los asistentes conocieron los problemas cognitivos que suelen suceder al daño cerebral y que aquí nos resume. El próximo miércoles, día 17, abordarán las alteraciones emocionales.
La Neuropsicología es la disciplina que investiga las relaciones entre el cerebro y la conducta (procesos cognitivos, emociones y conductas). Por ello, trata de valorar e intervenir sobre las alteraciones que se han producido en el cerebro tras un daño cerebral adquirido, ya que la lesión repercute en la conducta de la persona. Los objetivos deben ser trabajados en estrecha relación con los familiares.
Los neuropsicólogos son psicólogos especializados en valorar las relaciones cerebro–conducta. Entre las funciones principales del neuropsicólogo en el tratamiento del DCA, cabe citar:
- valoración detallada de los déficits cognitivos
- identificación de las alteraciones emocionales y de comportamiento
- diseño de un programa de rehabilitación individualizado
- asesoramiento a las familias acerca de las pautas en el entorno cotidiano
- valoración de los progresos del paciente
Alteraciones cognitivas frecuentes después de un DCA
Entre las alteraciones cognitivas más frecuentes tras un ictus, un traumatismo o cualquier otra causa de un daño cerebral adquirido podemos encontrar:
– Desorientación: habitualmente, en los momentos posteriores al coma la persona suele estar desorientada y en estado confusional. La amnesia postraumática es un estadio posterior al coma caracterizado por desorientación y dificultades para el aprendizaje de sucesos nuevos.
– Dificultades atencionales: existen distintos niveles atencionales, organizados desde los más básicos hasta los más complejos. Dentro de las dificultades atencionales más frecuentes encontramos: lentitud, fatigabilidad, distraibilidad, dificultad para pasar de una tarea a otra, dificultad para prestar atención a dos tareas simultáneamente
– Dificultades de memoria: la memoria es la capacidad para almacenar información y recuperarla posteriormente. Hay muchos ‘almacenes’ de memoria diferentes localizados en estructuras cerebrales distintas, de ahí que puedan verse afectados de modo desigual.
Es importante tener en cuenta que la fatiga, el enlentecimiento a la hora de procesar la información y las dificultades de atención. Hasta que no se resuelvan, es probable que la memoria siga mostrando dificultades. Entre las dificultades de memoria más frecuentes podemos citar: dificultades en aprender nueva información, recordar nombres de personas conocidas, hechos recientes ocurridos días o semanas atrás, cosas que se acaban de decir o hacer, buscar palabras, o de dónde se ha dejado algo, recordar el orden de cómo han pasado algunos hechos, acordarse de hacer algo (dar recados, citas, medicación), etc. También pueden darse distintos tipos de amnesias (retrógrada y/o anterógrada).
– Alteraciones perceptivas: se puede producir alteración del sistema perceptivo provocando dificultades en el reconocimiento de objetos (agnosias). Estas agnosias pueden ser de diferente tipo en función de las regiones dañadas.
– Alteraciones práxicas: son relativamente frecuentes en estos pacientes, produciendo diferentes alteraciones de tipo motor. Se pueden dar apraxias que alteran la habilidad para realizar movimientos organizados y actividades motoras secuenciales.
– Alteraciones ejecutivas: las llamadas funciones ejecutivas son las capacidades más complejas que realiza nuestro cerebro, intervienen por ejemplo en formular metas, iniciar y regular la conducta, generar estrategias para actuar, organizar los pasos para conseguir los objetivos, detectar y corregir errores, establecer objetivos realistas, etc. Por lo que tras un DCA se suelen dar:Dificultad para seleccionar objetivos personales y prioridades, disminución de la iniciativa y cumplimiento en tareas, dificultad para planificar, dificultad para controlar o inhibir comportamientos inadecuados o respuestas emocionales, dificultad para controlar el tiempo y acabar tareas a tiempo. Las funciones ejecutivas.
– Falta de conciencia de los déficits: es la capacidad para identificar los cambios (físicos, cognitivos, lenguaje, habilidades sociales, emoción) que se han producido tras la lesión. La falta de conciencia de los déficit implica: Reducida capacidad para percibir los cambios en su funcionamiento cognitivo y conductual, así como dificultades para elestablecimiento de objetivos realistas, limitaciones para reconocer los cambios conductuales: impulsividad, irritabilidad, infantilismo, negación de la necesidad de ayuda y rehabilitación.
Alteraciones emocionales y conductuales más frecuentes
Tras una lesión cerebral es frecuente que la persona afectada muestre cambios de personalidad en mayor o menor medida o alteraciones en su conducta tales como: irritabilidad, agresividad, euforia, desinhibición, infantilismo, falta de juicio social, cambios frecuentes de humor, apatía, falta de iniciativa y espontaneidad. Además, al final del proceso se suelen dar alteraciones emocionales como la ansiedad y depresión, cuando el paciente ha adquirido una conciencia ajustada de la situación real.
¿Cómo se interviene desde la neuropsicología?
La valoración de las funciones cognitivas requiere el uso de tests específicos. Para la valoración de alteraciones emocionales es de suma importancia la comunicación entre el profesional de la neuropsicólogía y los familiares.
La neuropsicología utiliza diferentes métodos de abordaje de las alteraciones cognitivas, desde los más cotidianos (incluso sudokus, periódicos, etc.) hasta los más sofisticados (programas de ordenador, juegos, etc.). Las alteraciones de conducta pueden manejarse con diversas técnicas, siempre en colaboración con los familiares y cuidadores. Para los problemas emocionales se valoran varias estrategias, según la dificultad.
Implicación de los familiares en el tratamiento
Los familiares de las personas con DCA en la REd Menni se implican de una manera directa en el tratamiento. Generalmente trabajan conjuntamente con el neuropsicólogo, ya que los problemas conductuales, emocionales y cognitivos afectan a las relaciones interpersonales y, por tanto, al entorno familiar.