Patrocinamos el IV Congreso Iberoamericano de Neuropsicología. La cuarta edición de este foro internacional se celebrará de forma virtual los próximos días 27, 28 y 29 de mayo, y nuestra institución figura entre sus patrocinadores Platino. Con motivo de este evento, el doctor Quemada escribe esta pequeña reseña histórica para explicar nuestra implicación con el desarrollo de la neuropsicología clínica, y para dar la bienvenida a este importante encuentro científico.
Escrito por:
J.I. Quemada, psiquiatra y coordinador de la Red Menni de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias
La presencia de la psicología y la psiquiatría en las instituciones de Hermanas Hospitalarias cuenta con una historia centenaria, que ha acompañado el desarrollo de la neuropsicología como disciplina clínica.
La Red Menni de servicios de rehabilitación para personas con daño cerebral (DC) inició su andadura en el Hospital Aita Menni, en Guipúzcoa, en 1992. Esa institución había sido, desde finales del s. XIX, el asilo para mujeres y niñas con distintos tipos de discapacidad, con enfermedades mentales, y con lo que hoy diagnosticaríamos como enfermedades neurológicas. La impronta de la psiquiatría y la psicología han estado marcadas desde hacía muchas décadas; el estudio de problemáticas de origen orgánico cerebral también, desde epilepsias complejas, demencias de diverso orden a alteraciones congénitas o perinatales. Evoluciones similares en la atención a personas con trastornos cerebrales o mentales se dieron en el resto de los centros en los que se han desarrollado Unidades de Daño Cerebral. En la actualidad los centros de Hermanas Hospitalarias que acogen Servicios de Daño Cerebral son: Acamán, en Tenerife; Ntra. Sra. del Carmen, en Valencia; el Hospital Beata María Ana, en Madrid; el Hospital Benito Menni, en Valladolid; el Hospital Padre Menni, en Santander, y el Hospital Aita Menni, en Mondragón. En todos ellos la presencia de la neuropsicología clínica es muy destacada; en algunos de ellos, Madrid y Tenerife, son profesionales de la neuropsicología quienes lideran el servicio.
Cuando en 1992 Hermanas Hospitalarias inaugura el primer servicio de España dedicado a la rehabilitación para personas con lesiones cerebrales, la atención se concentraba en los traumatismos craneales que habían dejado secuelas cognitivas y conductuales. Es por ello que el interés en la neuropsicología clínica como disciplina que ayuda a entender la relación entre alteraciones cerebrales y de la conducta ha estado presente a lo largo de toda la vida de nuestros servicios. Hemos tenido que incorporar a muchos profesionales con quienes estábamos menos familiarizados para componer los equipos actuales, pero la neuropsicología se ha desarrollado guardando una continuidad con una larga tradición de presencia en el campo de la psicología y la neuropsiquiatría.
Tantos años de experiencia permitió desarrollar un perfil de competencias para el neuropsicólogo que trabaja en los Servicios de Daño Cerebral. En 2008 el profesor Enrique Echeburúa y el arriba firmante publicaron* las reflexiones sobre el perfil que se necesitaba. Desde el inicio de los servicios se enfatizó la necesidad de ir mucho más allá de la valoración cognitiva y de los programas de restauración de capacidades. El análisis de las alteraciones conductuales, la conciencia sobre la situación sobrevenida, el bienestar subjetivo de la persona con DC, la salud mental y el ajuste de las familias y el impacto de todo ello en la autonomía en actividades básicas e instrumentales de la vida diaria son cometidos ineludibles de la tarea del neuropsicólogo. Su papel en la vida grupal también es muy relevante, en la creación de cultura de equipo y en la vertebración de las reuniones y los programas de tratamiento.
Sirva esta pequeña reseña histórica para explicar nuestra implicación con el desarrollo de la neuropsicología clínica, y para dar la bienvenida a la cuarta edición de este importante Congreso Iberoamericano de Neuropsicología, impulsado por viejos amigos de nuestra casa, Juan Arango e Iñigo Fernández de Piérola, con quienes hemos compartido proyectos de investigación y de desarrollo de nuevas herramientas de rehabilitación. Nos congratula apoyar esta interesante iniciativa y dar continuidad así a nuestra histórica y muy grata colaboración.
*Quemada J. I., Echeburúa, E., Funciones y formación del neuropsicólogo clínico: una propuesta. Papeles del psicólogo: revista del Colegio Oficial de Psicólogos, ISSN 0214-7823, Vol. 29, Nº. 3, 2008 (Ejemplar dedicado a: La asistencia psicológica en el Sistema Nacional de Salud), pags. 301-306.