Esta patología se produce como consecuencia de una mala interpretación de la verticalidad corporal y se da entre el 10 y el 35% de las personas que han sufrido un ictus
En el Hospital Beata María Ana (Madrid) continuamos desarrollando una vez al mes sesiones de formación interna. La última de ellas fue esta vez impartida por Adrián Valadés García, fisioterapeuta de nuestra Unidad de Daño Cerebral, que nos habló sobre el ‘síndrome del empujador’.
El conocido como ‘síndrome del empujador’ es una patología poco conocida que aparece entre el 10 y el 35% de las personas que han sufrido un accidente cerebro vascular. En estudios con resonancia magnética funcional se observaron pacientes con hemiparesia con y sin síndrome empujador y se comprobó que aquellos empujadores tenían en común la lesión de la parte posterolateral del tálamo (Karnath 2001), siendo más frecuente en las lesiones del hemisferio cerebral derecho con presencia de heminegligenica.
Adrián Valadés explicó al resto del equipo que este síndrome se produce como consecuencia de una mala interpretación de la línea media corporal, es decir, el paciente considera su cuerpo vertical cuando está inclinado unos 20° hacia el lado parésico. Esta alteración tiene un elevado impacto en la recuperación motora del paciente por lo que es necesario aprender a realizar un correcto manejo de la misma, tanto por parte de los terapeutas como por parte de las personas cuidadoras y la familia. Los pacientes con síndrome empujador, a diferencia de los “no empujadores”, para evitar la caída no llevan el peso de su cuerpo hacia el lado no hemiparésico sino que empujan con su lado menos afecto hacia el lado hemiparésico. Además, muestran una resistencia activa cuando otra persona trata de corregir su postura hacia una posición vertical. Por tanto, durante la terapia es necesario proporcionar al paciente las informaciones sensoriales apropiadas para que sea capaz de reorganizar su representación interna y su orientación espacial.