Para las personas con disfagia, disfrutar de las comidas navideñas puede resultar complicado, pero con las recomendaciones adecuadas es posible adaptar los platos tradicionales de modo que puedan compartir la mesa de manera segura. Desde la Unidad de Neurorrehabilitación de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias Valencia, la logopeda Amaia Morán nos explica los riesgos de la disfagia y cómo superarlos con creatividad en la cocina. Para que estas fiestas sean inclusivas y especiales para todos.
La Navidad no sería lo mismo sin las comidas familiares. Sin embargo, para algunas personas, el simple acto de comer puede resultar incómodo e incluso peligroso. Es el caso de quienes padecen disfagia, un trastorno que dificulta tragar alimentos o líquidos y que es más común en personas mayores o en quienes han sufrido un daño cerebral adquirido, entre otras patologías.
Desde la Unidad de Neurorrehabilitación de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias Valencia, la logopeda Amaia Morán nos habla sobre la disfagia, sus riesgos y nos explica cómo adaptar las comidas navideñas para que todos puedan disfrutar de ellas con seguridad.
¿Qué es la disfagia y cómo afecta a las personas?
La disfagia es la dificultad para tragar, ya sea en una o varias etapas del trayecto del alimento desde la boca hasta el estómago. Afecta a personas con daño cerebral adquirido, enfermedades neurodegenerativas o a personas mayores. Entre sus síntomas están el escape de alimentos por la boca, el reflujo nasal o la sensación de que los alimentos quedan atrapados en la garganta. En los casos más graves, los alimentos pueden pasar a las vías respiratorias, generando complicaciones como neumonías.
Es importante no minimizar este trastorno. Aunque muchos creen que si no hay tos no hay problema, esto no siempre es cierto: la disfagia puede ser silenciosa pero tiene consecuencias graves como deshidratación, desnutrición, rechazo a comer y aislamiento social.
¿Por qué las comidas navideñas son un riesgo para las personas con disfagia?
Durante estas fechas, la variedad de alimentos y las texturas pueden incrementar los riesgos. Destacaría el peligro de líquidos y alimentos de doble textura (como sopas o croquetas), alimentos duros o secos (como quesos curados, embutidos, carnes fibrosas, frutos secos), y postres pegajosos como turrones, mazapanes y polvorones. Además, las tradicionales uvas de Nochevieja pueden ser un riesgo importante sin las adaptaciones adecuadas.
Consejos para adaptar los platos navideños y disfrutar con seguridad
La creatividad en la cocina es clave para mantener los platos de siempre, pero en texturas seguras. Estas adaptaciones no solo aseguran una alimentación adecuada, sino que permiten disfrutar de los sabores tradicionales sin riesgos.
Bebidas: espesar líquidos según las pautas de los profesionales de la salud o crear espumas seguras con lecitina de soja. Las espumas (aires) se toman con cuchara y se deshacen en la boca dejando el gusto de la bebida, pero evitando problemas. Es una alternativa que permite saborear bebidas tradicionales en estas fechas como el cava, pero sin peligro.
Carnes y pescados: cocinarlos de forma que queden jugosos, deshilacharlos bien (se pueden utilizar tijeras de varios filos) y acompañarlos con salsas homogéneas.
Postres: gelificar turrones o preparar uvas adaptadas con gelatina para mantener la tradición sin riesgos.
Entrantes: sustituir quesos curados por untables y transformar mariscos en pasteles o cremas.
¿Qué papel tiene la logopedia en el tratamiento de la disfagia?
Aunque la logopedia suele asociarse a los trastornos del lenguaje, también es fundamental en la rehabilitación de la deglución. Los logopedas evaluamos las dificultades, diseñamos planes personalizados y damos formación a los pacientes, familiares y cuidadores. Esto incluye ejercicios específicos, adaptación de texturas y recomendaciones de postura al comer para minimizar riesgos.
¿Algún mensaje para disfrutar de la Navidad a pesar de la disfagia?
La disfagia no tiene por qué ser un obstáculo para disfrutar de la Navidad. Hoy en día, casi todos los alimentos pueden adaptarse para que sean seguros y apetitosos. Entre la comida ‘normal’ y los triturados hay un mundo de posibilidades. Lo importante es seguir las pautas de los profesionales y disfrutar de estas fechas sin riesgos.
Desde la Unidad de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias Valencia, trabajamos para que la comida vuelva a ser un placer, incluso frente a desafíos como la disfagia. Con las pautas adecuadas y un poco de creatividad, todos podemos disfrutar por igual de una Feliz Navidad.