Numerosos estudios constatan los beneficios tanto a nivel físico como psicológico que la compañía de los animales ofrece a las personas con discapacidad. Consciente de ello y de la mano de la Asociación EPONA de Barcelona, el Servicio de Daño Cerebral del Hospital Aita Menni celebró hace unos días una sesión de formación sobre equinoterapia. El objetivo era conocer mejor estos beneficios derivados de la interacción con los caballos.
El caballo es un animal muy noble y muy sensible, que puede ayudar, y mucho, a quienes han sufrido un daño cerebral. “Que sea grande o el hecho de no haber tenido ningún acercamiento al mundo del caballo no tiene por qué ser una barrera. Si los usuarios sienten miedo en un principio, el hecho de llegar a superar ese miedo en sí ya es terapéutico; proporciona seguridad en uno mismo, autoestima y la sensación de poder superar otras barreras también”, asegura Judy Biallosterski, ex presidenta de ATECE Gipuzkoa y alma mater de un proyecto ecuestre que pronto verá la luz en la zona de Urkulu y que ofrecerá sesiones de equinoterapia.
Los profesionales de la equinoterapia consideran al caballo un “terapeuta nato”. Las terapias asistidas con caballos puede contribuir a:
– la recuperación de las experiencias sensoriomotrices
– la reeducación de la estabilidad postural
– mejorar las posiciones y el movimiento funcional
– la colocación adecuada o control postural
– la potenciación muscular
– la potenciación del equilibrio
– la potenciación de la marcha
Para ofrecer sesiones de equinoterapia o hipoterapia se requieren conocimientos específicos (fisioterapéuticos, psicológicos y pedagógicos), además de habilidades ecuestres. Para llevar a cabo una terapia individualizada se precisa un equipo interdisciplinar. Una vez hecho el plan de trabajo, que se revisará periódicamente según la evolución del usuario. La figura del ‘guía de caballo‘ tiene un papel muy importante: mantener el caballo tranquilo en todo momento y poder pararlo en cualquier circunstancia para que los terapeutas pueden dedicarse a su tarea al cien por cien.
En estas sesiones, en principio, puede participar cualquier persona con cualquier patología, siempre y cuando los informes médicos no contemplen que pueda haber contraindicaciones. En términos generales, la equinoterapia puede beneficiar a personas con problemas físicos, psíquicos, psicológicos, emocionales, sociales, de comportamiento, etc. Hablar, tocar a un caballo, relacionarse con él… Los efectos que se pueden alcanzar con la relación persona-caballo son:
– desarrollo de la comunicación verbal y no verbal
– aumento de la atención y la concentración mental
– incremento de la confianza y la autoestima
– desarrollo de la voluntad
– aumento de la capacidad de adaptación
– disminución delos impulso agresivos
– desarrollo del comportamiento cooperativo
– desarrollo de la responsabilidad
– desarrollo de la empatía