La doctora Ana Isabel Useros, fisioterapeuta de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana, ha participado en una investigación fenomenológica que profundiza en el conocimiento de la empatía por el dolor. El estudio —que analiza la experiencia de 28 personas sometidas al visionado de un vídeo, con énfasis en sus sensaciones corporales, emociones y motivaciones, y en los aspectos temporales de la experiencia empática—, se recoge en el artículo “Estoy sintiendo tensión en todo mi cuerpo”: Un estudio fenomenológico experimental de la empatía por el dolor, publicado por Frontiers in Psycology.
Ana Useros Olmo, fisioterapeuta de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana, de Madrid, doctora y profesora del Centro Universitario La Salle, participa como coautora en el artículo “Estoy sintiendo tensión en todo mi cuerpo”: Un estudio fenomenológico experimental de la empatía por el dolor que se acaba de publicar en Frontiers in Psycology. Este artículo recoge un estudio fenomenológico experimental de la empatía por dolor en el que el grupo de autores debate sobre el modo en el que los datos fenomenológicos contribuyen a comprender la empatía por dolor desde la neurociencia social y la evidencia. Este surge a partir de una colaboración de nuestra fisioterapeuta con el laboratorio de investigación Empírical 5E Lab: Embodiment & Social Interaction Research (@Empirical5E_Lab) de la Universidad Adolfo Ibáñez, de Santiago de Chile.
A pesar de su importancia en la vida social, el concepto de empatía aún se debate debido a sus amplias asociaciones. Tradicionalmente, las teorías sobre la empatía sostienen que las emociones sociales están constituidas fundamentalmente por estados mentales en el cerebro. Sin embargo, la fenomenología clásica y las investigaciones recientes basadas en teorías enactivas consideran la empatía como el proceso básico de contacto con las experiencias emocionales de otros a través de la percepción y sensación corporal directa. Recibe el nombre de enactivismo una postura de la ciencia cognitiva que sostiene que la cognición surge a través de una interacción dinámica entre un organismo activo y su entorno; afirma que el entorno de un organismo es provocado, o representado, por el ejercicio activo de los procesos sensoriomotores de ese organismo.
Si nos centramos en la empatía por el dolor, distintos estudios han demostrado que la exposición a imágenes de dolor induce empatía y activa circuitos neuronales similares a los que se desencadenan por la experiencia del dolor de primera mano, particularmente en regiones del cerebro vinculadas al procesamiento afectivo-motivacional del dolor. En el campo de la neurociencia social, los enfoques más populares de la empatía son la teoría-teoría (TT) y la teoría de la simulación (ST).
Defensores de la teoría (Gopnik y Wellman, 1992 ; Baron-Cohen, 1995 ; Carruthers, 2009) consideran que los seres humanos son capaces de leer la mente porque poseen una “teoría de la mente” (ToM) de sentido común con la que explican el comportamiento humano. Por el contrario, los teóricos de la simulación (Gordon, 1986 ; Goldman, 2006 ; Gallese, 2009 ) niegan que nuestra comprensión de los demás sea de naturaleza teórica. Esta perspectiva sugiere que las personas realizan simulaciones internas de las sensaciones, emociones y acciones observadas en los demás. Los hallazgos neurocientíficos sobre las neuronas espejo humanas se han interpretado como evidencia empírica que respalda a ST.
Como alternativa a estos enfoques, la perspectiva fenomenológica ofrece una explicación diferente de la naturaleza de la empatía (Stein, 1917 ; Husserl, 1973 ; Scheler, 1973). El estudio en el que ha participado nuestra compañera Ana Useros, junto con David Martínez Pernía, Ignacio Cea, Alejandro Troncoso, Kevin Blanco, Jorge Calderón Vergara, Constanza Baquedano, Claudio Araya Veliz, David Huepe, Valentina Carrera, Victoria Mack Silva y Mayte Vergara, siguió la caracterización fenomenológicamente inspirada de la empatía de Colombetti y la define como “acceso experiencial a la subjetividad del otro”, afectivo y corporal.
Objetivo de la investigación
Esta investigación tiene como objetivo enriquecer el conocimiento de la experiencia empática del dolor mediante el uso de un método fenomenológico experimental. Para ello se implementó un paradigma experimental utilizado en neurociencia afectiva: se expuso a 28 adultos sanos a un video de deportistas que sufren accidentes físicos mientras practican deportes extremos. Inmediatamente después de ver el video, cada participante se sometió a una entrevista fenomenológica para recopilar datos sobre dimensiones encarnadas de múltiples capas (sensaciones corporales, emociones y motivaciones) y aspectos temporales de la experiencia empática. También se realizaron análisis cuantitativos de las categorías fenomenológicas.
Como resultado, la investigación indica que el acceso experiencial a la experiencia dolorosa de la otra persona involucra cuatro niveles principales:
– Resonancia corporal: las personas participantes sintieron una multiplicidad de sensaciones corporales, afectivas y cinestésicas en coordinación con la actividad física del deportista.
– Foco atencional: algunas de las personas que participaron centraron más su atención en su propio malestar personal y sensaciones de rechazo, mientras que otras lo hicieron en el dolor y sufrimiento experimentado por los deportistas.
– Motivación kinestésica: hubo quienes experimentaron la sensación en sus cuerpos de querer evitar o escapar para no ver el video, mientras que otras personas que lo visionaron experimentaron la necesidad de ayudar a los deportistas a evitar sufrir alguna lesión en la práctica de deportes extremos.
– Temporalidad de la experiencia: quienes participaron presenciaron fluctuaciones temporales en sus experiencias, trayendo cambios de intensidad en su resonancia corporal, enfoque atencional y motivación cinestésica.
Paralelamente la investigación identificó dos estructuras experienciales: la empatía egocéntrica por el dolor y la empatía por el dolor centrada en el otro. Los resultados revelan que la comprensión de la otra persona ocurre a través de la resonancia corporal e involucra una multiplicidad integrada de sensaciones corporales, emociones negativas, motivaciones y pensamientos que fluctúan a lo largo del tiempo.
Conclusiones
Estos hallazgos pueden contribuir a mejorar la comprensión de la empatía en la neurociencia social.
El equipo investigador muestra cómo los datos fenomenológicos pueden contribuir a comprender la empatía por el dolor en la neurociencia social. Además, aborda el aspecto fenomenológico del enfoque enactivo de las tres dimensiones de corporeidad de la conciencia humana, especialmente la dimensión intersubjetiva. Según los resultados obtenidos, sugiere una extensión de la teoría enactiva para la experiencia social no interactiva.