Dolors Safont, Ana Aznar y Marcos Ríos tomaron parte en el XI Seminario de Actualización Metodológica en Investigación sobre Discapacidad que se celebró en la Facultad de Psicología de la Universidad de Salamanca
Dolors Safont y Ana Aznar, neuropsicólogas de la Unidad de Daño Cerebral Hermanas Hospitalarias de Valencia y la Fundación Ateneu (Castellón), junto con Marcos Ríos, coordinador y neuropsicólogo del Servicio de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana (Madrid) se trasladaron, el día 22 de febrero, a Salamanca para participar en la mesa redonda “Claves prácticas para el apoyo y mejora de la calidad de vida en personas con Daño Cerebral”.
Este seminario tuvo lugar en la Facultad de Piscología de la Universidad de Salamanca y tenía como principales objetivos el análisis las perspectivas actuales de investigación e intervención en el ámbito del daño cerebral (DC), conocer las modalidades y metodologías de investigación en el DC, conocer el impacto del DC en distintas áreas de desarrollo, funcionamiento independiente y bienestar personal, así como aplicar los conocimientos adquiridos y resolver problemas en entornos nuevos o poco conocidos.
Durante el desarrollo de este encuentro se presentó la Escala CAVIDACE: Evaluación de la calidad de vida de personas con daño cerebral, elaborada por el Instituto de Integración de la Comunidad (INICO) y que pionera en el ámbito internacional por el enfoque psicosocial de evaluación global de la calidad de vida de la persona con daño cerebral. El seminario fue organizado por el Instituto Universitario de Integración en la Comunidad (INICO), junto con FEDACE y CEADAC como entidades colaboradoras.
Calidad de vida en daño cerebral
Cuando una persona sufre un daño cerebral existe una pérdida de funciones previamente desarrolladas o adquiridas, que pueden afectar a diversas áreas de desempeño, ya sean cognitivas, motoras y/o funcionales. Todo ello repercute directamente sobre su percepción de la calidad de vida.
Actualmente no existe una definición única y general sobre “calidad de vida”, pero la mayoría de definiciones que podemos encontrar en la literatura incluyen dos aspectos fundamentales: multidimensionalidad y valoración subjetiva que el individuo tiene sobre su propia persona. La calidad de vida es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “percepción individual de su posición en la vida en el contexto de la cultura y el sistema de valores en el cual vive, en relación a sus objetivos, expectativas, estándares y preocupaciones”.
Dolors Safont y Ana Aznar explicaron que la calidad de vida debe ser abordada desde una perspectiva holística y multidimensional. Además, hicieron hincapié en que la calidad de vida es un constructo subjetivo y personal, resaltando que actualmente las variables que tienen mayor valor predictivo sobre la calidad de vida en personas con daño cerebral adquirido son las alteraciones conductuales/emocionales y la participación en su dimensión social y productiva. Por tanto, concluyeron que es fundamental dirigir los programas de intervención al aumento del grado de participación de las personas con DCA en su contexto normalizado.