El programa de formación, especialmente interesante para la Unidad de Daño Cerebral, se extendió a todo el personal auxiliar de enfermería del centro
162 auxiliares de enfermería han participado en el plan de formación sobre la disfagia 2017-18 que se ha desarrollado las últimas semanas en el Centro Hospitalario Padre Menni de Santander. Las alteraciones de la deglución son una secuela frecuente entre las personas con deterioro neurológico y entre quienes han sufrido una lesión cerebral, por lo que este curso resulta de gran interés para el equipo de la Unidad de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias en Santander.
Implantación y seguimiento
Esta edición, ha consistido en una charla semidivulgativa y un taller práctico de carácter vivencial, todo con una duración de una hora y media. Una vez realizada esta formación interna, que se ha extendido a todo el personal auxiliar de enfermería, el centro continuará dando pasos para la implantación de los conocimientos impartidos mediante un procedimiento y realizando un seguimiento con el objetivo de recordar y mantener un nivel de sensibilización alto. De igual modo, valorará la eficacia de la formación mediante resultados e indicadores de calidad (disminución del número de broncoaspiraciones, atragantamientos…). El curso ha sido impartido por dos profesionales del centro, el fisioterapeuta Carlos Rodríguez Melcón y la enfermera Nuria Ortiz.
Durante las sesiones, realizadas todos los miércoles en grupos reducidos, se ha explicado la alimentación y la deglución, así como el concepto de disfagia y sus tipos. Datos epidemiológicos, enfermedades que cursan con disfagia, su prevalencia, el gasto sanitario que supone, así como sus graves consecuencias (neumonía por aspiración y morbimortalidad asociada) completaban un programa en el que no faltaron apartados para el diagnóstico clínico y radiológico de la disfagia, los efectos secundarios y la medicación, el tratamiento de los problemas de la deglución y ayudas técnicas, modificaciones posturales de paciente y personal, seguridad y vigilancia en el comedor, manejo de espesantes y dietas texturizadas…
Taller práctico
Para conocer de primera mano qué siente una persona con disfagia cuando ha de ingerir alimentos y bebidas cuya textura ha tenido que ser modificada con espesantes, el equipo de profesionales encargado de impartir el curso organizó un taller práctico que incluía una cata de texturas y espesantes. El taller se realizó con una venda en los ojos y otra venda en el cuello para que la persona que hacía ‘de paciente’ no supiera qué le iban a dar de comer ni quién le iba a dar la comida. La idea era intentar recrear las condiciones que puede tener un paciente con disfagia, especialmente en caso de demencia muy avanzada.
Acorde a las expectativas
El contenido del curso se ha adaptado a las necesidades formativas del grupo. El 66% de las personas que han participado en esta edición le ha concedido la máxima puntuación en la encuesta de satisfacción. La mayoría también considera que lo aprendido puede ayudar a la eficacia en su trabajo. Entre las sugerencias de quienes han participado destaca la idoneidad de seguir organizando actividades formativas prácticas de este tipo y de fomentar más dietas texturizadas. Visto el interés y utilidad, sin duda continuaremos programando actividades formativas como esta para mejorar en lo posible la atención a nuestros pacientes.