La Unidad de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias Valencia ofrece, junto con otras instituciones, un servicio de evaluación y tratamiento de las secuelas neuropsicológicas y los problemas emocionales y anímicos relacionados con el coronavirus. Si sientes que tienes dificultad de atención, memoria y/o percepción después de haber pasado la enfermedad, escríbenos a proyectocovid19.valencia@hospitalarias.es.
La situación actual derivada de la infección por coronavirus SARS-CoV-2 (o COVID-19) está teniendo consecuencias en todo el mundo y a todos los niveles; tanto de salud, sociales como económicas. En el ámbito sociosanitario, que es el que nos ocupa, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca como un alto porcentaje de las personas que han logrado superar esta enfermedad presentan secuelas físicas, emocionales y psicológicas.
Pese a que se trata de una enfermedad con unas manifestaciones clínicas iniciales principalmente a nivel respiratorio (tos, fiebre, disnea, etc), con el avance de las investigaciones clínicas y el aumento del estudio de las consecuencias en los supervivientes, se está constatando un gran número de secuelas multiorgánicas, que afectan, entre otros, al sistema nervioso central y periférico.
Entre las complicaciones neurológicas severas secundarias a la infección por COVID-19 se encuentran: hipoxia, meningitis, encefalitis, encefalopatía necrotizante aguda y epilepsia. Por otra parte, los pacientes con infección grave pueden desarrollar coagulación intravascular diseminada (CID), lo que conlleva que no se coagule bien por lo que aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares isquémico y hemorrágicos.
Así mismo, las estancias prolongadas en las unidades de cuidados intensivos (UCI) que conllevan en muchos casos las formas más graves de COVID, favorecen el desarrollo de nuevas comorbilidades (atrofia muscular alteraciones cognitivas, desarrollo de polineuropatía…) que afectan de manera importante la capacidad funcional y cognitivo de la persona.
Síntomas de base neurológica
Por otro lado, cada vez más, se observa un aumento de incidencia de otros síntomas de base neurológica que quizá en los meses iniciales pasaron más desapercibidos por no requerir hospitalización, pero que ya se reconocen como síntomas directamente relacionados con el virus. Es el caso de la anosmia (pérdida o alteración del olfato), la ageusia (pérdida o alteración del gusto), el vértigo, la fatiga muscular (cansancio precoz), las mialgias (dolores musculares), el insomnio, el síndrome Guillain-Barré, la confusión o la bradipsiquia (lentintud a la hora de pensar)…
Las formas más graves requerirán de rehabilitación en régimen hospitalario y/o un posterior seguimiento en régimen ambulatorio en centros específicos de rehabilitación neurológica para recuperarse de las secuelas.
Hay que tener en cuenta que las complicaciones neurológicas comentadas anteriormente conllevan, en muchos casos, secuelas cognitivas y físicas que son potencialmente generadoras de discapacidad por lo que los centros que, como Hermanas Hospitalarias Valencia, nos dedicamos a la mejora en la calidad de vida de las personas con discapacidad, debemos desarrollar los programas de atención necesarios para el manejo y tratamiento de estos déficits de manera precoz y consistente para minimizar, en la medida de lo posible, el impacto en su nivel de dependencia.
Conviene señalar que entre personas afectadas por COVID-19 no necesariamente hospitalizadas existe evidencia de deterioro cognitivo, con quejas de concentración y memoria. Se ha apuntado como existente un síndrome disejecutivo en pacientes post-COVID-19 donde destaca la falta de atención y dificultades para la organización en el día a día. Asimismo, los síntomas asociados que experimentan estos pacientes, tales como estado de ánimo deprimido y ansiedad, exacerban los problemas cognitivos.
El hecho de que en muchas ocasiones, los síntomas neurocognitivos se observen semanas, incluso meses, después de superar el virus, ha llevado a la OMS a acuñar el término de COVID persistente. Por el momento se desconoce por qué aparece, en qué pacientes y hasta cuándo duran estos cuadros clínicos, lo que hace necesario que se alerte sobre la necesidad de estandarizar protocolos de intervención, ya que la enfermedad no se acaba con la curación de la infección, sino que necesita del manejo de las secuelas a medio y largo plazo.
Es importante que, con el transcurso de la pandemia y el aumento de casos y de los supervivientes, exista una coordinación específica entre los servicios de neurorrehabilitación tanto hospitalarios como ambulatorios, así como en el ámbito social o sociosanitario, para estandarizar así el manejo de las complicaciones neurológicas, ya que se debe empezar cuanto antes con la rehabilitación para evitar que dicha sintomatología evolucione hacia una discapacidad más permanente.
Del mismo modo, es primordial que la población cuente con información sobre las posibles secuelas a medio/largo plazo y conozca cómo los servicios de neurorrehabilitación pueden ayudar a paliar y regular dicha sintomatología cognitiva.
Por todo esto, hace unos meses, desde la Unidad de Daño Cerebral de Hermanas Hospitalarias-Valencia se puso en marcha un programa de rehabilitación para las secuelas cognitivas derivadas de la COVID-19 llevado a cabo por profesionales de nuestra área de neuropsicología, quienes realizan una evaluación específica y orientan en el manejo y el tratamiento de los síntomas cognitivos a personas supervivientes de COVID-19.
En los casos en los que se considere necesario, el Centro Sociosanitario Nuestra Señora del Carmen dispone de un programa de neurorrehabilitación cognitiva específico para dichas secuelas que incluye un seguimiento y apoyo emocional, con el fin de ayudar a la persona a volver llevar su rutina anterior. Nuestro equipo en Valencia pone su amplia experiencia en le rehabilitación neurológica al servicio de la recuperación de la normalidad tras la pandemia.