Diversos estudios concluyen que la filosofía pedagógica ideada por Maria Montessori potencia las funciones cerebrales en personas adultas con deterioro cognitivo, disminuyendo al mismo tiempo síntomas conductuales y emocionales asociados. La psicóloga Alicia Saiz Vélez expuso sus conocimientos sobre la eficacia de esta metodología con este colectivo de población a otros profesionales del Centro Hospitalario Padre Menni de Santander.
Diversos estudios realizados durante los últimos años han demostrado los beneficios de los principios del método educativo Montessori en personas adultas con demencia, deterioro cognitivo y otras patologías. Alicia Saiz Vélez, psicóloga del Centro Hospitalario Padre Menni de Santander, explicó en sesión clínica, a un buen número de profesionales del área de Daño Cerebral y del resto del centro, que la aplicación de los principios básicos de este método se ha asociado a un incremento de la autonomía, en cuanto que ayudan al mantenimiento o mejora de las habilidades implicadas en la realización de las actividades básicas de la vida diaria, así como a una reducción de los trastornos emocionales, como la apatía o la irritabilidad, y a una mayor interacción con el entorno. En definitiva, una mejora de la calidad de vida.
Desarrollado por la médica y pedagoga Maria Montessori, nacida en Italia en 1870, este método basa su filosofía en la creación de ambiente de comprensión y cariño que sea estimulante y que otorgue a la persona libertad para aprender.
Adaptar el ambiente a las necesidades, con el objetivo de favorecer el principio fundamental de la individualidad y la autonomía, es uno de las premisas de la filosofía Montessori. Ofrecer capacidad de decisión, ayudar solo cuando sea necesario, trabajar con las manos, incluso ayudando en tareas cotidianas son otros de sus puntos básicos. Un ambiente psicológico seguro, donde se controle el ruido (televisión/música) y el tono y el volumen de la voz; un ambiente que promueva la autonomía, con una comunicación positiva y un clima de respeto que favorezcan la interacción en el que se lleven a cabo actividades terapéuticas. Por parte del equipo terapéutico, se requiere siempre una actitud de escucha hasta obtener respuesta, un respeto a los ritmos de la persona atendida y a sus decisiones, incluida la disponibilidad para la atención. Se destaca la importancia de respetar los silencios, de las palabras y movimientos suaves. El método también subraya que es fundamental intervenir únicamente cuando sea necesario, ya que “cualquier ayuda innecesaria es un obstáculo”.
¿Por qué funciona?
Son varias las razones por las que la aplicación de la metodología Montessori obtiene buenos resultados. La influencia de la Teoría del homúnculo cerebral y el mecanismo de las neuronas espejo explicarían algunas de ellas, tal y como expuso nuestra psicóloga, sin olvidar añadir que las funciones ejecutivas son esenciales para un aprendizaje cognitivo social y emocional.
Tras la observación consciente, las personas del equipo han de preparar, organizar y cuidar el ambiente, disponerse a guiar respetuosamente y proporcionar actividades adecuadas a cada paciente. La manipulación de diversos materiales y objetos es un legado de la pedagogía infantil que ayuda no sólo a aprender sino a estimular y preservar las funciones sensoriales, cognitivas y motoras. Son varias también las investigaciones en neurociencia que destacan la conexión entre las manos y el cerebro; las habilidades manuales y corporales lo mantienen en forma y actividades como jugar o cocinar favorecen la entrada de información sensorial. Al mismo tiempo varios estudios inciden en que las habilidades manuales son esenciales para el aprendizaje tanto cognitivo como social y emocional.
Actividades Montessori
Las actividades y el ambiente ligados a la metodología Montessori mejoran la calidad de vida de los pacientes. Actividades visoespaciales y visoconstructivas, de razonamiento, de lenguaje, de atención, de orientación, de memoria, de la vida diaria (verter, coger, pinzar) trabajan en el ámbito cognitivo (funciones ejecutivas, área sensorial, praxias, gnosias, conocimiento matemático…), además del ámbito físico (motricidad gruesa, motricidad fina o coordinación oculo-manual). En el apartado socioemocional, favorecen el respeto por las emociones que surgen, la expresión y regulación emocional, mejoran las actividades de la vida diaria (AVDs), disminuyen trastornos conductuales, mejoran la autoestima, facilitan la creación de pequeños grupos que predisponen a interacciones positivas…
Sin duda es un método de intervención que hay que tener muy en cuenta por los beneficios que conlleva para las personas que atendemos. Por otro lado, para profesionales y cuidadores en general, observar algunos de estos principios propicia un trato más humano, incrementa la calidad de los cuidados y la satisfacción por el trabajo.
Bibliografía
Estos son algunos de los estudios citados por Alicia Saiz Vélez que respaldan la utilización de la metodología Montessori en el tratamiento de personas adultas con demencia:
- Booth, S., Zizzo, G., Robertson, J., & Goodwin Smith, I. (2020). Positive Interactive Engagement (PIE): A pilot qualitative case study evaluation of a person-centred dementia care programme based on Montessori principles. Dementia, 19(4), 975-991.
- Chan, H. Y. L., Yau, Y. M., Kwong, K. S., Chong, Y. Y., Lee, I. F. K., & Yu, D. S. F. (2021). Effects of a culturally adapted group-based Montessori based activities on engagement and affect in Chinese older people with dementia: a randomized controlled trial. BMC geriatrics, 21(1), 1-8.
- Chaudhry, N., Tofique, S., Husain, N., Couture, D., Glasgow, P., Husain, M., & Shuber, F. (2020). Montessori intervention for individuals with dementia: feasibility study of a culturally adapted psychosocial intervention in Pakistan (MIRACLE). BJPsych open, 6(4).
- Sheppard, C. L., McArthur, C., & Hitzig, S. L. (2016). A systematic review of Montessori-based activities for persons with dementia. Journal of the American Medical Directors Association, 17(2), 117-122.