El director de la Red Menni de Daño Cerebral, Nacho Quemada, y el coordinador de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana, Marcos Ríos, han tomado parte en The Eleventh World Congress On Brain Injury. Estas son las impresiones que nos traen desde La Haya.
El encuentro de la International Brain Injury Association, #IBIA2016, es la mayor reunión mundial de profesionales dedicados al estudio y la atención de personas y familias que afrontan un daño cerebral, fundamentalmente de origen traumático. En este sentido giró nuestra aportación; Marcos Ríos presentó el trabajo “Cognitive performance and brain white matter in TBI: Are there any differences among diffusiontensor indexes?”.
En cuanto a la importancia de la representación de profesionales, destaca la impronta del mundo anglosajón, representado por las contribuciones de congresistas de Canadá, USA, Reino Unido, Nueva Zelanda y Australia. Teniendo en cuenta la distancia que nos separa, es llamativo el peso específico de los profesionales de la neuropsicología de Oceanía. La otra región que está muy representada son los países del centro y norte de Europa, quedando con representaciones testimoniales Asia, Sur de Europa y América del Sur. Pero es un Congreso Mundial y se pueden escuchar comunicaciones y ver pósteres de países como Malasia, China, Kuwait, Croacia o Argentina.
En cuanto a las temáticas se siguen abordando áreas clásicas, como modelos de intervención, atención a familias, neuroimagen, las complicaciones neurocomportamentales, la atención a largo plazo o el retorno al empleo. Entre las áreas emergentes o aquellas que han recibido una atención extraordinaria señalamos las siguientes:
- 1- El síndrome postconmocional y todo lo relacionado con el TCE leve: El reconocimiento de que aproximadamente en un 10% de los casos hay síntomas somáticos, cognitivos y emocionales asociados al síndrome postconmocional que persisten más allá del año está estimulando mucha investigación en el reconocimiento de los factores predictivos y en las estrategias para su tratamiento.
- 2– Los “disorders of consciousness” (DOC, que podríamos traducir por trastornos de la vigilia), y de manera especial la reconceptualización de los estados vegetativos y de mínima conciencia está dando lugar a nuevas herramientas de evaluación y a nuevos diagnósticos. El estado de vigilia sin respuesta emerge como nuevo concepto diagnóstico y el énfasis en la evaluación de la fijación visual y del seguimiento ocular toman una especial relevancia.
- 3- Los traumatismos derivados de la actividad deportiva son motivo de mucha atención en USA, probablemente por el creciente reconocimiento de los efectos de las contusiones cerebrales que experimentan los jugadores de fútbol americano y de hockey sobre patines; ambos son deportes de alto contacto y generan traumas craneales frecuentes.
- 4- Los avances en el estudio de la cognición social han llegado y se están generalizando. Como en otras enfermedades, se van estudiando los componentes incluidos en este constructo de manera separada: teoría de la mente, la empatía (tanto la capacidad para emocionarse como para reconocer emociones), el reconocimiento de reglas y claves sociales. Este trabajo está dando paso a propuestas de intervenciones rehabilitadoras tanto de corte restaurador como compensador.
- 5- La fatiga y los trastornos del sueño como secuelas de los TCE: ambos problemas, frecuentemente relacionados, pero potencialmente disociables han sido objeto de varios simpósiums, así como de una lección magistral a cargo de Jennie Ponsford. Como con otros problemas, su reconocimiento es el paso previo para adoptar estrategias de manejo: programación de tareas y descansos, ajuste de la complejidad.
Destacan igualmente las iniciativas para organizar grupos de investigación y colaboración multicéntricos. Entre ellas, las iniciativas Center-TBI (europea) y Track-TBI (estadounidense) en las que también trabajan China, India y Australia. Tienen como objetivo mejorar las categorías diagnósticas en el TCE, obtener modelos válidos de pronóstico, y establecer unas medidas mínimas aceptadas y aplicables internacionalmente que faciliten la investigación multicéntrica en el futuro.
Para finalizar, no es un tema nuevo pero sí sustancial, los estudios en la reconstrucción de la identidad han cobrado nuevo vigor bajo el paraguas de la neuropsicoterapia, disciplina de la que George Prigatano fue ya precursor hace décadas y que recibe ahora atención en forma de congresos y libros en países como Finlandia. En resumen, una rica oportunidad para intercambiar ideas, aprender y pensar en cómo ofrecer un mejor servicio a nuestros pacientes.
Nacho Quemada
Marcos Ríos