¿Por qué debo utilizar esta ortesis? - 19 desembre, 2023
Autor: Eloi Nin, especialista en Medicina Física y Rehabilitación
Unidad de Daño Cerebral del Hospital Aita Menni
Consideraciones generales de la marcha humana que nos ayudan a entender por qué estás férulas contribuyen a mejorar de forma inmediata la movilidad, la marcha (velocidad y longitud del paso) y la transferencia de peso.
La marcha humana consiste en la repetición de una unidad básica funcional llamada “ciclo de marcha” o “zancada”. En un ciclo de marcha hay dos pasos: derecho (desde el apoyo del talón izquierdo hasta el apoyo del talón derecho) e izquierdo (desde el apoyo del talón derecho hasta el apoyo del talón izquierdo). El número de pasos dado en la unidad de tiempo se conoce como cadencia (pasos/min). A lo largo de un ciclo de marcha, y para cada extremidad, hay una fase de apoyo del pie en el suelo y otra de oscilación o balanceo, en la que la extremidad no está apoyada en el suelo y se prepara para el siguiente apoyo(1).
Igualmente, en cada ciclo de marcha hay dos fases de doble apoyo (ambos pies están apoyados en el suelo a la vez). Aumenta cuando la velocidad de marcha disminuye y desaparece cuando la velocidad aumenta (correr).
La fase de apoyo representa un 60% del ciclo, la fase de balanceo un 40% y la de doble apoyo un 20% del ciclo.
¿Qué cambios se producen en la marcha hemiparética?
Con frecuencia tras un ictus o ACV, en la marcha hemiparética encontramos una disminución de la velocidad de marcha, de la cadencia, de la longitud de paso y la longitud de la zancada(1).
Esas alteraciones tienen su repercusión en las diferentes fases del ciclo de marcha: la fase de apoyo está aumentada en ambos lados aunque de forma más marcada en el lado afectado, la fase de doble apoyo está aumentada y la fase de oscilación está reducida. El gasto energético de la marcha es muy superior al individuo normal con cadencia similar.
¿Cuándo hay que utilizar una ortesis?
Las contracturas y deformidades articulares pueden aparecer a pesar de un tratamiento físico de rehabilitación integral, agravando la discapacidad y promoviendo la aparición de complicaciones. Una de las alteraciones que encontramos en la práctica clínica habitual más frecuentemente es la del pie equinovaro espástico. Esta deformidad impide un correcto apoyo plantígrado, dificulta la transferencia de peso a la pierna afectada y retrasa o impide la bipedestación equilibrada y la marcha. En el paciente que camina la marcha es menos segura y ergonómica, dificulta todas las fases de la marcha y favorece la hiperqueratosis, metatarsalgia, dedos en garra y problemas ungueales.
A la hora de recomendar el tratamiento con uno u otro tipo de ortesis debemos tener en cuenta algunos factores, tales como la edad, el nivel funcional, la profesión, el diagnóstico, el clima o el pronóstico. Pero sin duda, el factor más importante de todos es el propósito funcional.
Para controlar la deformidad en equino del tobillo en paciente sin capacidad de marcha se utilizan férulas posicionales que mantiene el tobillo en posición funcional.
En pacientes con capacidad de marcha los AFOs (ankle-foot orthosis) sirven para controlar el pie, la articulación del tobillo y de forma indirecta la rodilla.Si una férula tipo AFO no es suficiente para dar estabilidad a la rodilla, estará indicada una KAFO (knee-ankle-foot orthosis).
Existen diferentes tipos de AFOs. No voy a detallar las características de cada uno de ellos; solo mencionar que podemos encontrar desde AFOs textiles (para pies caídos, flácidos o con espasticidad leve), pasando por los de material plásticos o de fibra de carbono hasta los más novedosos que incorporan electroestimulación funcional). Los AFOs pueden ser articulados (se pueden utilizar en pacientes en los que no exista una contractura en flexión plantar), rígidos (uno de los más conocidos es el Rancho de los Amigos) o los DAFOs (dynamic ankle foot orthosis). Los DAFOs introducen el concepto de control de la correcta alineación en el antepie y retropie, al estar realizados de materiales flexibles. Se basan en la toma individualizada de medidas para cada paciente, permitiendo a la adaptación de los contornos del pie y corrigiendo las alteraciones en supinación y en pronación.
¿Qué mejoro al utilizar un AFO?
Los AFOs contribuyen a mejorar de forma inmediata la movilidad, la marcha (velocidad y longitud del paso) y la transferencia de peso(3).
Además el uso del AFO mejora la capacidad aeróbica en pacientes con hemiparesia, aumenta de forma significativa el pico de VO2 máximo (cantidad de oxígeno consumido en un tiempo determinado) y los resultados del Test de marcha a los 6 minutos(2).
Referencias
1. Manual SERMEF de rehabilitación y medicina física. Author, Isidoro Sánchez Blanco. Edition, illustrated. Publisher, Ed. Médica Panamericana, 2006. ISBN, 8479033541, 9788479033545.
2. Nadeau S, Betschart M, Bethoux F. Gait analysis for poststroke rehabilitation: the relevance of biomechanical analysis and the impact of gait speed. Phys Med Rehabil Clin N Am. 2013 May;24(2):265-76. doi: 10.1016/j.pmr.2012.11.007.
3. Hyun CW, Kim BR, Han EY, Kim SM. Use of an ankle-foot orthosis improves aerobic capacity in subacute hemiparetic stroke patients. PM R. 2015. Mar;7(3):264-9. doi: 10.1016/j.pmrj.2014.08.944.
4. Tyson SF, Kent RM. Effects of an ankle-foot orthosis on balance and walking after stroke: a systematic review and pooled meta-analysis. Arch Phys Med Rehabil. 2013 Jul;94(7):1377-85. doi: 10.1016/j.apmr.2012.12.025.