Según la evidencia en daño cerebral, el entrenamiento muscular respiratorio ha demostrado ser efectivo para mejorar la fuerza inspiratoria y espiratoria, la función pulmonar y la disnea, y que los beneficios que se alcanzan se consiguen transferir a la actividad diaria.
Ana Isabel Useros, fisioterapeuta de la Unidad de Daño Cerebral del Hospital Beata María Ana, quiere difundir desde nuestra página los beneficios que conlleva la respiración en calma también para las personas con daño cerebral.
Es bien conocido que numerosos procedimientos de autocontrol emocional, entre los que se encuentran técnicas de meditación, yoga o relajación, se basan en el entrenamiento en respiración. La respiración puede considerarse como el soplo vital, el proceso que permite la actividad metabólica del organismo. Mediante el intercambio de gases se produce tanto el aporte de oxígeno necesario para las funciones celulares como la expulsión de los que se generan en dicha combustión. El patrón normal de la respiración si inspiramos o cojemos aire consiste en la activación de la musculatura diafragmática o lo que llamamos respiración diafragmática y cuando espiramos o soltamos aire en el retorno de la musculatura diafragmática y de la caja torácica a la posición de reposo.
Tras un daño cerebral la alteración en el tono muscular y la restricción en la movilidad en el lado afecto repercuten negativamente en la mecánica ventilatoria, alterando el patrón respiratorio normal. La respiración se vuelve más superficial y costal por lo que se pierde eficacia en la respiración y en los procesos fisiológicos del intercambio de gases. Todo ello conduce a incrementar el trabajo cardiorespiratorio y produce un aumento de la fatiga. Además la disminución en la fuerza de los músculos respiratorios en el lado afecto y especialmente del músculo diafragma compromenten aún más la función ventilatoria. Nuestra experta se apoya en investigaciones, como esta de 2018, que evidencian que en personas con daño cerebral el entrenamiento muscular respiratorio ha demostrado ser efectivo para mejorar la fuerza inspiratoria y espiratoria, la función pulmonar y la disnea, y que los beneficios que se alcanzan se consiguen transferir a la actividad diaria.
Los ejercicios que se plantean en el vídeo superior se dirigen a reinstaurar un patrón respiratorio que no solamente facilite el intercambio de gases, sino que active la musculatura implicada en este proceso. La recomendación de Ana I. Useros es realizar esta práctica de fisioterapia respiratoria y ejercio terapéutico para personas con daño cerebral confinadas en casa y/o en fase de recuperación domiciliaria durante 15 minutos dos veces al día.