“La rehabilitación del daño cerebral adquirido es un proceso largo y lleno de retos. En este camino, contar con el apoyo de personas que han pasado por experiencias similares es muy importante. Los grupos terapéuticos no solo ofrecen herramientas para la recuperación, sino que se convierten en una red de apoyo fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias”, Emma Gil, neuropsicóloga de la Unidad de Daño Cerebral de Fundación Hospitalarias Valencia. Cuando una persona sufre un daño cerebral adquirido (DCA), su vida cambia por completo. Las secuelas pueden afectar no solo a nivel físico y cognitivo, sino también emocional y social. En este proceso de adaptación, sentirse comprendido y apoyado resulta fundamental. En la Unidad de Daño Cerebral de Personas Adultas de la Fundación Hospitalarias Valencia, las terapias son individuales y personalizadas pero los grupos terapéuticos juegan un papel clave en este camino de neurorrehabilitación, ofreciendo a los participantes la posibilidad de compartir experiencias con quienes realmente comprenden lo que están viviendo. Hablamos con Emma Gil, neuropsicóloga de Fundación Hospitalarias Valencia, para que nos cuente en qué consisten y qué beneficios tienen estos grupos terapéuticos relacionados con la neurorrehabilitación.
¿Qué papel juegan las terapias grupales en la rehabilitación del daño cerebral adquirido?
Los grupos terapéuticos son espacios diseñados para trabajar diferentes aspectos de la recuperación. Aparte, como es obvio, de las terapias individuales que son la base del proceso, estos grupos permiten crear un entorno seguro donde pueden expresarse, sentirse comprendidos y reforzar habilidades que mejoran su autonomía y bienestar. Además, el hecho de compartir con otras personas que han pasado por situaciones similares favorece la adherencia a la terapia y refuerza la motivación. Cada grupo tiene una finalidad específica y una metodología adaptada a las necesidades de los participantes. En la unidad, se organizan grupos con enfoques distintos, que fomentan desde la rehabilitación cognitiva hasta el bienestar emocional y la inclusión social.
¿Nos puedes enunciar algunos de esos grupos que desarrolláis en la Unidad de Daño Cerebral de Adultos y en qué consisten?
Son varios y no siempre están todos activos, algunos empiezan y acaban con los mismos participantes según una circunstancia particular y otros son recurrentes y las personas que participan van cambiando.
- BRICO-PLANTAS: a través de la jardinería y el bricolaje, se fomentan habilidades motoras, cognitivas y emocionales en un entorno relajante y cooperativo. Y de paso decoramos el centro con unos maceteros estupendos y unas plantas que van cuidando los participantes periódicamente.
- MARCHA NÓRDICA: nuestro centro de adultos, junto a la playa de la Malvarrosa, nos brinda el entorno ideal para esta práctica al aire libre. La arena se transforma en pista y el Mediterráneo en fondo. Además de ser un ejercicio físico completo, la Marcha Nórdica mejora el equilibrio y la coordinación, al tiempo que permite a los participantes disfrutar del paisaje y socializar.
- COMUNICACIÓN: especialmente dirigido a quienes han sufrido dificultades del lenguaje a raíz del daño cerebral, este grupo trabaja la expresión y comprensión para mejorar la interacción con su entorno. Solemos reunirnos en entornos naturales, terrazas o cafeterías.
- HABILIDADES SOCIALES PARA JÓVENES: ayuda a los participantes más jóvenes a desarrollar estrategias para relacionarse con mayor confianza y autonomía.
- UN CAFÉ PARA NOSOTRAS: un espacio exclusivo para mujeres donde se abordan temas de interés común en un ambiente de confianza.
- GRUPO DE SEXUALIDAD PARA MUJERES: un ámbito de conversación y educación donde se trabaja la vivencia de la sexualidad tras el DCA, rompiendo tabúes y generando apoyo mutuo.
- ESTIMULACIÓN COGNITIVA: diseñado para potenciar funciones cognitivas como la memoria, la atención y la planificación.
- GRUPO DE APOYO A FAMILIARES: un espacio en el que las familias pueden compartir sus experiencias, resolver dudas y aprender estrategias para acompañar mejor a sus seres queridos.
- GRUPO DE APOYO A PACIENTES: un entorno en el que los propios afectados pueden expresar sus emociones y preocupaciones, sintiéndose comprendidos y acompañados.
¿Existen mejoras medibles en las personas participantes tras su paso por los grupos?
Sí las hay, hay que tener siempre en cuenta que son grupos terapéuticos y por tanto tienen unos objetivos clínicos y estos los vamos midiendo. Además, lo que hace que estos grupos sean realmente valiosos es el sentimiento de comunidad que se genera en ellos. Cuando los participantes se ven reflejados en los demás, se sienten menos solos y más capaces de afrontar su nueva realidad. En estos espacios, además de trabajar objetivos terapéuticos, se crean vínculos, se intercambian consejos y se refuerza la autoestima. No se trata solo agrupar personas con una misma afectación, sino encontrar afinidades y necesidades compartidas para que la experiencia sea realmente enriquecedora.
¿Qué testimonios o experiencias destacarías de pacientes o familiares que han participado en estos grupos?
Hay muchos testimonios de personas que han pasado por estos grupos y han mejorado un montón. Por ejemplo, encontramos casos como el de alguna persona a la que un ictus le afectó al lenguaje y le daba mucha vergüenza mostrar sus dificultades al hablar. En el grupo terapéutico de comunicación fue poco a poco soltándose y logró superar esa barrera, se sentía entre iguales y eso le sirvió para lanzarse. Los familiares muchas veces también están muy faltos de apoyo, recuerdo un caso en que una persona no era capaz de dejar sola a su pareja desde que se vio afectada por un DCA. Yendo al grupo de apoyo de familiares pudo comprender que debía retomar poco a poco su vida adaptándose a su pareja enferma, pero sin olvidarse de sí mismo.
¿Cómo influye el entorno grupal en la mejora del estado de las personas?
La rehabilitación del daño cerebral adquirido es un proceso largo y lleno de retos. En este camino, contar con el apoyo de personas que han pasado por experiencias similares es muy importante. Los grupos terapéuticos no solo ofrecen herramientas para la recuperación, sino que se convierten en una red de apoyo fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Sentirse entre iguales, compartir el proceso y aprender juntos es, sin duda, una de las formas más poderosas de avanzar. En muchos casos se crean vínculos que perduran incluso después de finalizar con nosotras el proceso de neurorrehabilitación.