Noemí Álvarez, responsable del Centro de Neurorrehabilitación Aita Menni de Bilbao, ofreció una charla en Mungia con motivo del Día de la Persona Cuidadora
Con motivo del Día de la Persona Cuidadora e invitada por la Mancomunidad Mungialde de Servicios Sociales-Gizarte Zerbitzuen Mungialde Mankomunitatea, Noemí Álvarez, neuropsicóloga del Centro de Neurorrehabilitación Aita Menni de Bilbao, ofreció una charla el día 6 en Mungia para explicar el impacto sociofamiliar que se produce tras un DCA y ofrecer algunas pautas para manejarlo.
El daño cerebral es una realidad que afecta a toda la organización familiar; cuando se produce, hay que iniciar un proceso rehabilitador de largo recorrido. La persona cuidadora debe tener presente no solo la importancia de cuidar sino también la importancia de cuidarse. La nueva situación requiere de adaptación por ambas partes. Se hace precisa una reorganización de roles y recordar que, debido a las dificultades de origen neurológico, a la persona afectada no se le puede atribuir intencionalidad en sus acciones.
“La lesión cerebral afecta a diferentes áreas y, precisamente son los cambios menos visibles los que más afectan a las relaciones humanas“, afirmó nuestra neuropsicóloga. Cuando las funciones cognitivas se ven afectadas, una persona puede tener problemas de orientación (no saber quién es, el día en el que vive…), atención (capacidad de concentración, velocidad, estar a dos cosas a la vez, no atender un lado…), memoria (dificultades para recordar hechos pasados o cosas del día a día…). Tal vez no pueda secuenciar correctamente las actividades, tomar decisiones, pensar antes de hacer, calcular operaciones… (ha perdido capacidad de planificación y cálculo). Ante este tipo de secuelas, los equipos transdisciplinares de la Red Menni trabajan en dos sentidos: mediante ejercicios de rehabilitación para recuperar o reentrenar las funciones perdidas y aplicando estrategias para compensar las dificultades.
Fueron muy apreciadas por las personas cuidadoras presentes algunas de las pautas o consejos emitidos por Noemí Álvarez. Así, para interactuar con alguien a quien le cuesta prestar atención aconsejó intentar que haya el menor ruido posible, para evitar distracciones; que se encuentre en un espacio ordenado y con pocos objetos; que cuando mantenga reuniones con amigos sean reducidas en tiempo y personas; favorecer que tenga pequeños momentos de descanso; darle tiempo a responder, interactuar o realizar tareas; utilizar en la conversación frases cortas y concisas, etc.
Pautas generales
Entre las pautas generales, Noemí Álvarez indicó que es bueno establecer una estructuración de rutinas; dar responsabilidades a la persona afectada; discriminar nuestro rol en diferentes situaciones; adelantarnos y prever posibles riesgos. Reforzar siempre todo lo bueno que haga o utilizar el humor o distraerle si se obceca pueden ser algunas estrategias.
Como siempre que se organizan este tipo de sesiones, resulta igualmente enriquecedor escuchar la exposición de la persona experta como la tertulia posterior, donde se expresan distintos puntos de vista, ejemplos y preguntas de las familias o de las personas cuidadoras que conviven en el hogar con quien ha sufrido un daño cerebral.